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Revista Latina de Comunicaci�n Social 37 � enero de 2001
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Edita: LAboratorio de Tecnolog�as de la Informaci�n y Nuevos An�lisis de Comunicaci�n Social |
[noviembre de 2000] Cu�l fue el resultado obtenido por el candidato del PRI en el 4� distrito de Yucat�n, durante el proceso electoral 2000. Eficacia electoral (4.224 palabras - 8 p�ginas) Lic. Fernando Pacheco Bail�n � En esta investigaci�n pretendo analizar la eficacia electoral aplicando los conceptos expuestos anteriormente en los escritos referentes al origen del pensamiento pol�tico, con la finalidad de lograr un avance significativo en cuanto a este proyecto de investigaci�n. Todo esto surge de un preproyecto para cursar estudios de maestr�a en ciencias pol�ticas con la especialidad en el sistema pol�tico mexicano, en la Benem�rita Universidad Aut�noma de Puebla y hacerlo realidad en una investigaci�n exhaustiva que en el transcurso del postgrado llevar� a cabo. Al comenzar propiamente este escrito inicio con el planteamiento del problema y su delimitaci�n, seguidamente de mis objetivos de estudio, fundament�ndolos en cada punto, explicar� la metodolog�a a aplicarse y por �ltimo, rescato el concepto ciclicidad de la historia de Vico, retomando un art�culo anteriormente comentado en la revista mexicana 'Criterios', para llegar a ideas generales que permitan conocer m�s de cerca todo esto. Aclaro que no es la intenci�n en este trabajo dar conclusiones debido a que en forma tal, todav�a no se aplica la metodolog�a pol�tica necesaria para hacerlo; reitero, se trata de dar los proleg�menos de esta tesis para llegar a ideas generales. En pocas palabras, doy a conocer el estudio. El cuarto distrito.- �Cu�l fue el resultado del plan electoral del candidato del PRI en el 4� distrito de Yucat�n, durante los comicios pasados del 2 de julio del 2000? Bien, para efectos de este estudio se entender� por plan electoral federal la siguiente estrategia partidista:
A continuaci�n se presentan los resultados esperados del presente estudio. Parto del objetivo general que es a partir de los resultados obtenidos en el IV Distrito Electoral con cabecera en M�rida, Yucat�n, analizar la eficacia del Plan Electoral 2000 que sustent� el Partido Revolucionario Institucional. En cuanto a los espec�ficos describir� los siguientes momentos del programa electoral.
1. Desde cu�ndo el PAN gana en forma consecutiva los distritos de M�rida (Fecha en que se presenta la redistritaci�n.- A partir de 1988, el Partido Acci�n Nacional (PAN) gobierna la ciudad de M�rida y a partir de la fecha, esta organizaci�n pol�tica ha ganado consecutivamente en cada elecci�n federal de los distritos 03 y 04, correspondientes a la capital del estado. Antes, el 01 pertenec�a a la ciudad antes mencionada, pero, en 1997, los partidos pol�ticos representados en aquel entonces en el Congreso del Estado yucateco y el IFE promovieron y llevaron a efecto una redistritaci�n en Yucat�n dando por resultados nuevos distritos electorales. 2. Comportamiento electoral, comparaci�n de antes y ahora.- Gr�ficas proporcionadas por el CDE del PRI, Yucat�n. 3. Situaci�n espec�fica del IV Distrito.- El 04 Distrito Electoral Federal, con cabecera en la ciudad de M�rida, se localiza en la parte noroeste del estado y est� integrado por la parte noroeste y este con una extensi�n territorial de 231.86 km2. El 04 cuenta con una poblaci�n de 278.580 habitantes, seg�n el conteo de poblaci�n de 1995 del INEGI. En este distrito y del total de habitantes, la poblaci�n eminentemente ind�gena no es significativa; la mayor�a de la poblaci�n es mestiza con predominio de origen maya. Los sindicatos que tienen mayor presencia son los agrupados en la Federaci�n de Trabajadores de Yucat�n (FTY), incorporada a la CTM; as� como los de la Confederaci�n Revolucionaria Obrero Campesina (CROC) y la Federaci�n de Trabajadores al Servicio de la Educaci�n (FTSE) y otros, como son los independientes (gasolineros, camioneros, gu�a de turistas, etc.) Las principales actividades econ�micas se apoyan en las ramas productivas tales como de comercio, la industria y servicios. Destacan por su mayor importancia, el comercio organizado en todas sus escalas (peque�o, mediano y gran comercio). La industria ha registrado un gran crecimiento en todas sus �reas como la tur�stica, construcci�n, cementera, refresquera, metal-mec�nica, as� como la maquiladora de exportaci�n. En lo que se refiere a prestaci�n de servicios, se observa un crecimiento significativo en relaci�n con a�os anteriores; se puede mencionar el transporte colectivo, los educativos, m�dicos, informativos, tur�sticos, sociales, etc. (1). 4. Hechos actuales (crisis interna del PAN).- Como todo partido pol�tico que con el paso del tiempo crece, el PAN muestra en la actualidad convergencias y divergencias. A ra�z de ganar las elecciones federales de 1991 por un margen m�nimo de 10 %, Acci�n Nacional tuvo un crecimiento significativo en materia ideol�gica en la ciudad de M�rida, debido, en su mayor�a, a la influencia que el Diario de Yucat�n hizo como �rgano divulgador de sus actividades proselitistas. Fue una gran tarea cuyos or�genes se remontan desde la �poca postrevolucionaria hasta la actualidad. Para la selecci�n del candidato para el 4� distrito, Acci�n Nacional presentaba dos aspirantes con cierto prestigio en esta instituci�n pol�tica y en el rotativo antes mencionado, los diputados locales Sergio Chan Lugo y Jacinto Sosa Novelo. Cada uno por separado empez� su precampa�a por la demarcaci�n territorial que correspond�a al 04, hasta que el primer diputado acus� al segundo de repartir despensas a las familias m�s necesitadas, en tanto que el otro se defendi� argumentando lo mismo. A ra�z de esto se desat� una ola manique�sta entre ambos candidatos, el Diario de Yucat�n y sus correligionarios en referencia a qui�n deber�a ser el candidato. Surgi� otro nombre, Miguel Guti�rrez Machado, panista de anta�o, ex aspirante a candidato por la presidencia de M�rida en 1998 y mejor identificado ante el propio organismo pol�tico nacional, que fue finalmente quien le dio la candidatura oficial para contender por el 04 distrito. Finalmente el actual diputado por el distrito en an�lisis es �ste �ltimo. 5. Avances que ha registrado el PRI.- El dos de julio del a�o 2000 se realizaron elecciones ordinarias para renovar los cargos de diputadas y diputados, propietarios y suplentes, de mayor�a relativa para la LVIII Legislatura al Congreso de la Uni�n. El Consejo Pol�tico Nacional, con motivo de su XIII Sesi�n Extraordinaria, celebrada el 12 de enero de ese a�o, en el marco de las condiciones electorales en las que el Partido Revolucionario Institucional particip� y consciente de la legitimidad con que se debi� dar el proceso de postulaci�n de candidatos a cargos de elecci�n popular, adopt� la convenci�n de delegados como procedimiento de las f�rmulas de candidatos a diputados y senadores de mayor�a relativa. El procedimiento de convenciones es uno de los procedimientos m�s democr�ticos previstos por los estatutos del PRI, garantiz� en cierta forma condiciones igualitarias y en otras escisiones (como la Operaci�n Cicatriz que abri� otras heridas) con el objetivo general: ganar las elecciones con apego a la ley y tratando de mantener la unidad partidaria. Para la consecuci�n de estos objetivos, el Comit� Ejecutivo Nacional del PRI expidi� disposiciones que propiciaron certidumbre en la mayor�a de los militantes y simpatizantes. Estos participaron en un proceso interno que eligi� a los candidatos del PRI con el objeto de contribuir a la pr�xima jornada electoral (2). Trat�ndose de un estudio descriptivo, cuyo objetivo general consiste, de acuerdo con Rojas Soriano, en "obtener un panorama m�s preciso de la magnitud del problema o situaci�n para jerarquizar los problemas, derivar elementos de juicio y estructurar pol�ticas y estrategias operativas con la finalidad de formular con mayor exactitud el esquema de investigaci�n definitiva (.3) La metodolog�a y t�cnicas a realizar ser�n documentales con la elaboraci�n de fichas de trabajo. Aplicaci�n de la teor�a pol�tica.- Giambattista Vico, al igual que el pensador Polibio, maneja la teor�a de la historia c�clica. Es decir, la repetici�n continua de hechos a lo largo del tiempo, que significa la definici�n de historia para ellos y la cual comparto. El Dr. Roger Hausser (catedr�tico-investigador de la Universidad de Bradford, Inglaterra) sostiene estar de acuerdo con los planteamientos que ambos pensadores hacen con respecto a la forma c�clica que tiene la historia y con motivo de la presente investigaci�n analizo el caso M�xico. En 1810 representa para nuestro pa�s la presencia de un movimiento armado pro independentista que conllev� a cierta libertad de los pobladores de la antigua Nueva Espa�a pero no a la independencia total. Un siglo despu�s, el escenario pol�tico-social se presentaba un tanto distinto, tras una dictadura de un militar forjado en el liberalismo pol�tico tra�do de las logias mas�nicas yorquinas y de rito escoc�s, el pueblo mexicano resiente los excesos de poder del dictador y manifiesta su descontento en otro movimiento armado, cuya clase dirigente estaba encabezada por Madero y surge un conspira para derrocar a Porfirio D�az y as� consolidar mayor libertad. A ra�z de eso, llegamos a la era del PRI, un partido considerado de estado, fiel al presidencialismo, que en parte consolida algunos planteamientos prerrevolucionarios y logra mantenerse en el poder, con las caracter�sticas que todos sabemos, pros y contras. Pero esto no es tema principal de estudio, al menos por el momento, �nicamente es utilizado como ejemplo con respecto al tema planteado. Era de esperar �tomando en cuenta la ciclicidad de la historia- que el gobierno de transici�n que acabara con la presencia del PRI en la presidencia se esperara en el 2010 para cumplir con lo que nos plantearon los pensadores Polibio y Vico, pero aqu� se cumple la sentencia del Dr. Hausser, no siempre se da. Despu�s de lo planteado, viene a colaci�n el tema de la transici�n y para ello es necesario que en el caso M�xico se da una crisis para un cambio de r�gimen. El polit�logo C�sar Cansino sostiene que los principales factores a considerar se encuentran contenidos en el modelo te�rico mexicano: "a) el grado y la modalidad de institucionalizaci�n del r�gimen autoritario; b) el grado y las formas de presi�n pol�tica por la oposici�n como el resultado de la l�gica de competencia y participaci�n generada; c) la disposici�n al acuerdo y la negociaci�n de los actores pol�ticos; y d) las presiones internacionales" (4). A principios del siglo XX nuestro pa�s vivi� uno de los movimientos armados m�s significativos y progresistas de su historia. La revoluci�n mexicana signific� para las principales fuerzas motoras de aquel entonces la oportunidad de luchar y romper las ataduras pol�tico-sociales que conllevaban a la marginaci�n, abandono absoluto de un estado de derecho y la dictadura de un hombre que permaneci� en el poder 30 a�os, puntos m�s, puntos menos eso ocurri�. Al consumarse la revoluci�n "social" exist�an todav�a caudillos que reflejaban su inconformidad al r�gimen de Madero que hab�a sido la principal fuerza dirigente del movimiento armado social. Zapata exig�a al presidente constitucional las promesas que �ste se comprometi� y no las hab�a podido cumplir y otras m�s que quiz� no con el af�n de luchar por un inter�s contra la marginaci�n y desigualdad imperante, buscaban esca�os en el poder para alcanzar la silla presidencial. Y as� fue, la historia no miente. Es de considerar que la historia de M�xico est� plasmada de traiciones entre las principales fuerzas del quehacer social que dieron origen a un partido pol�tico, cuyo objetivo espec�fico fue unir aquellos grupos pol�ticos fuertes y dejar al caudillaje en segundo plano para procurar dar progreso y bienestar a un pa�s que urg�a salir de los rezagos sociales que dej� la dictadura de D�az. La creaci�n del PNR sirvi�, seg�n el Dr. Arnaldo C�rdova, "...como una necesidad urgente de unificar y disciplinar a los diferentes grupos revolucionarios y hacerles aceptar un mandato superior" (5). Y la consolidaci�n de este partido fue precisamente la pacificaci�n de los caudillismos. A la postre, fue necesaria la evoluci�n de este instituto pol�tico. Para consolidar los postulados revolucionarios y continuar con el progreso del M�xico postrevolucionario fue indispensable para los ide�logos y fuerzas dirigentes de aquel entonces unificar e incorporar los sectores sociales del pa�s a este partido pol�tico. As� surge un partido considerado de estado, un ap�ndice del ejecutivo en el cual converg�an distintas fuerzas motoras �para utilizar t�rminos marxistas- pero �nicamente controlado por el presidente de la rep�blica en turno, quien decid�a el futuro del partido y de la propia naci�n. Y precisamente el Partido de la Revoluci�n Mexicana (PARM), que ya hab�a cambiado de nombre, logr� institucionalizarse y cambiar algunas formas de hacer pol�tica. A todo esto, sigui� la era del mapachismo, la consolidaci�n de fraudes electorales, con la finalidad exclusiva de mantener el poder para asegurar progreso y bienestar al pa�s. �A qu� naci�n me refiero? A una rural, a la cual era necesaria llevar el postulado b�sico de la revoluci�n mexicana "justicia social" para los que menos tienen. Cosa que no se ha dado del todo, siguen las carencias y el malestar latente de aquel M�xico bronco de Reyes Heroles contin�a y no tiene para cuando acabar. Para fortuna de este partido y de M�xico, las nuevas formas de hacer pol�tica llegaron. El ser humano por naturaleza es pensante y cambiante, lo que funciona en alg�n tiempo a la postre no se vuelve mon�tono y caduco y para ello es necesario cambiarlo. Eso sucedi� realmente con la operatividad pol�tica del tricolor, ya no funcionaron los chantajes, mapachismos, clientelismos electorales y otras formas derivadas del exceso de poder pol�tico que irrit� a la poblaci�n. Lleg� el momento de la competencia electoral, cuyo prop�sito fundamental era ejercer la democracia en sentido estricto, no necesariamente consist�a en respetar el sufragio efectivo, sino hacer que los comicios electorales cumplieran con normas espec�ficas que no coaccionaran el voto o el derecho de los votantes. Fue necesario la creaci�n de un organismo electoral aut�ntico (IFE) que no dependiera del ejecutivo, que adem�s de asegurar elecciones transparentes en cada jornada electoral fomentara la cultura positiva de los comicios electorales realizados. Por primera ocasi�n en la historia de M�xico, en las elecciones federales de 1997 la oposici�n en su conjunto logr� tener la mayor�a en la C�mara de Diputados, desapareci� la Gran Comisi�n, quien resid�a en el ejecutor del presidente de la naci�n en turno, para dar paso a la de R�gimen Interno y Concertaci�n Pol�tica, cuya caracter�stica principal es una presidencia rotatoria, en el que convergen los principales partidos representados en San L�zaro. Todo esto tuvo un costo pol�tico para el Revolucionario Institucional, disminuy� su potencial y n�mero de esca�os y permiti� una apertura o instauraci�n de la democracia incipiente que actualmente vivimos en el pa�s. Pero es necesario recordar que el propio PRI dio paso a esas reformas y transform� su quehacer pol�tico y le cost� la presidencia. Bien, para realmente ser un partido pol�tico se tiene que aspirar a serlo. En el diccionario de ciencia pol�tica de Norberto Bobbio se encuentra una definici�n clave de lo que es propiamente un partido pol�tico. El autor sostiene: "Es una asociaci�n dirigida en forma deliberada para obtener el poder y honor al mismo tiempo" (6). El PRI es un partido que nace en el poder por las circunstancias anteriormente expuestas, logr� dar estabilidad pol�tica y social a este pa�s que la necesitaba posterior a una revoluci�n con todos los saldos que conlleva �sta. Puede decirse que el partido sujeto a an�lisis cumpli� su cometido por un largo periodo y luego sus excesos lo llevaron a la debacle electoral por la presidencia. El caso Tabasco puede ser considerado como un letargo pol�tico que viven algunos pri�stas en materia democr�tica. Roberto Madrazo es un camale�n del Revolucionario Institucional. Muestra la buena intenci�n de corregir los errores del partido pero demuestra su doble moral al caer en los mismos abusos de siempre. La coacci�n del voto hace peligrar su imagen de m�rtir frente a la corriente pri�sta que lo sigue y, con esto, sus pretensiones de buscar la presidencia del CEN tricolor se vean frustradas, a menos que realice otra campa�a para reivindicarse como la hizo para "promover al estado de Tabasco" o la que posteriormente realiz� para atacar a Labastida de oficialista en el momento de ser precandidato a la presidencia. Las preguntas torales ser�an: �De qu� se trata todo esto? �Es posible vender una ideolog�a que de por s� misma ya no se vende? �Cu�l es la mejor estrategia electoral que este partido pol�tico debe realizar para ganar con amplia mayor�a de votos y credibilidad una elecci�n en estos tiempos? Delimito mi campo de estudio y no incorporo el papel del partido como oposici�n. Un peri�dico fuerte.- Un partido con fuerte presencia pol�tica en M�rida, apoyado por los intereses de un peri�dico reaccionario que emana de una corriente "liberal" a principios de siglo y promotor del cambio social. Carlos R. Men�ndez, fundador del Diario de Yucat�n, fue amigo de Francisco I. Madero. Precisamente es quien presenta a Jos� Mar�a Pino Su�rez en Progreso, Yuc. con el ap�stol de la revoluci�n mexicana. Este segundo proveniente de una de las familias m�s acomodadas del sureste nacional y due�os de la empresa refresquera Cidra Pino, que todav�a existe en el estado pero no con la presencia de antes. Aunque Madero tambi�n lo era, pues su alcurnia de terrateniente as� lo demostraban fueron opositores a la dictadura y la dem�s historia ustedes bien lo saben. El PAN es pues este partido pol�tico que abraza y congenia con la ideolog�a de este rotativo. Es de entenderse que algunas decisiones de este instituto pol�tico, si es que no la mayor�a de ellas, las toma el Diario de Yucat�n que adem�s de ser quien marca las directrices del panismo yucateco, es el mejor promotor de la desinformaci�n pol�tica-social del sureste del estado. Con un auto slogan �como hacen todos los peri�dicos-, se hace llamar el "peri�dico de la vida peninsular", auque en tiempos pasados, cabe aclarar, tuvo presencia en los estados de Quintana Roo y Campeche, hoy ya no cuenta con tal penetraci�n. Por fortuna, nuestros vecinos peninsulares ya no creen en las mentiras de este medio impreso. La mayor�a de la informaci�n local la dedica a se�alar acciones negativas en contra de un gobernador emanado del Revolucionario Institucional que no congenie con sus intereses. Es m�s, no s�lo con el gobierno emanado del PRI, sino hasta con empresarios que no acepten las directrices de desinformaci�n que promueva. Bien lo podemos ver con el famoso caso Medina-Abraham. Asis Abraham D�ger, empresario yucateco de origen sirio liban�s y due�o de una de las cadenas de supermercados m�s importantes, si no la mayor del estado, al verse angustiado por la repentina y dudosa muerte de su hija Flora Ileana recurre a Carlos R. Men�ndez �actual director- para que le ayude a esclarecer este caso, ante la sospecha de que el ahora recluido en el Cereso, Armando Medina Millet, esposo de la ahora occisa, fue el asesino material e intelectual de su hija. En una campa�a de desinformaci�n propia de este peri�dico, el director y due�o del Diario sugiere a Asis Abraham irse en contra del gobierno encabezado por Cervera Pacheco para esclarecer con prontitud este caso. Al no estar de acuerdo el empresario surge un juego de intereses que propicia la ruptura de aquella relaci�n amistosa y comercial de ambos para desencadenarlas en una pugna desinformativa que adopta hasta el peri�dico Por Esto! de Mario Renato Men�ndez, primo de Carlos R. Men�ndez y enemigo a voces del Diario de Yucat�n (7). Es importante aclarar el papel de los principales medios impresos del estado que tienen influencia en la capital, cuyo distrito electoral precisamente se localiza en M�rida, para entrar en detalle con el tema planteado al principio de este ensayo, por cierto, no muy sujeto al rigor del g�nero. Hacia ideas generales.- Realmente c�mo se puede hacer una campa�a eficiente de tal forma que el resultado electoral y de credibilidad sea satisfactorio (eficacia). Todos los partidos pol�ticos en M�xico previa a una elecci�n presidencial cumplen con una Plataforma Electoral que deben entregar por ley al Instituto Federal Electoral. En este escrito se encuentran planteadas las reglas y pol�ticas a seguir conforme a sus estatutos que deber� llevar a efecto su pr�ximo candidato presidencial. En la mayor�a de las ocasiones, la incongruencia se hace presente. Lo escrito dista mucho del plan que el pr�ximo titular del ejecutivo realice. Bien recuerdo que, en 1999, la Fundaci�n Colosio, Yucat�n, llev� a efecto bajo su direcci�n una serie de ponencias que muchos pri�stas presentamos en las distintas �reas del quehacer pol�tico. En lo referente al �rea econ�mica, los integrantes de aquella mesa manifestaron su descontento hacia la pol�tica neoliberal encabezada por los tres �ltimos gobiernos pri�stas (De la Madrid, Salinas, Zedillo) y pidieron gobernar al pr�ximo candidato �en este caso fue Labastida- respetando lo establecido. Lamentablemente nunca podremos saber si se dar�a por fin la excepci�n y quedar�a atr�s la incongruencia de los principios del Revolucionario Institucional por las razones obvias, el candidato perdi�. Y el tema de la congruencia de principios viene al caso, precisamente por la estrategia que CEN del PRI aplic� para dar pie a la selecci�n de sus candidatos a diputados federales y senadores. Para efecto, se llevaron a cabo asambleas distritales para ungir a un s�lo candidato. No hubo realmente una competencia electoral. De los 5 distritos correspondientes a Yucat�n, s�lo hubocinco precandidatos, que al final por obviedad resultaron candidatos. Es de recordarse, el caso de Roger Torres Peniche que intent� registrarse como precandidato por el distrito 02 con cede en la ciudad y puerto de Progreso pero al no cumplir con una de las reglas establecidas no pudo ser inscrito. No cont� con el apoyo de alguna de las estructuras del partido. La CNOP, CNC, CTM, Frente Juvenil Revolucionario, las Mujeres Pri�stas, etc. todas las bases del partido estuvieron a favor de los 5 aspirantes. �Fue cargada? o �Unidad? �De qu� se trata una estrategia? Si calmar aspiraciones provoca con el tiempo desbordar intenciones �qu� soluci�n le doy con una estrategia de este tipo? En el PRI, bien dec�a don Fidel Vel�squez, que el que se mueve no sale en la foto. En un partido tan grande, el gobernante (presidente, gobernador) decid�a el futuro del pol�tico en turno. Ahora ya todos se mueven y aunque no salgan en la foto oficial, las extraoficiales est�n de moda tambi�n y para ejemplos sobran (8). Probablemente en las pr�ximas elecciones en Yucat�n se pueda hacer un an�lisis del comportamiento electoral con las dos grandes interrogantes �Unidad? �Consulta a la base? El mejor augurio para todo esto es que finalmente se acabe con la llegada de un presidente opositor al partido. El problema ser�a que este control pasar�a a los liderazgos de los gobernadores en turno y ellos decidir�an el comportamiento del tricolor. Probablemente cambie sus siglas, realmente ya no representa la acci�n revolucionaria, el concepto es arcaico, los intereses son otros, independientemente de que no exista una verdadera justicia social. Presagiar al PRI es dif�cil pero lo m�s interesante para el polit�logo es aventurarse en lo que ha de venir. �Cu�l es la mejor estrategia pol�tica? Me respondo. La del consenso o la impositiva que lleva al disenso �Result� la estrategia electoral en el 04 distrito? M�s adelante lo veremos. No dejen de contribuir con sus comentarios a las siguientes direcciones electr�nicas: fpbailon@hotmail.com o fpbailon@ct.net.mx La mejor recomendaci�n es no digerir el mensaje inmediatamente, anal�celo.
CITAS Y NOTAS 1 Memorias de las elecciones federales de 1997, IFE, Yucat�n, 15-17. 2 Lineamientos del proceso interno para la postulaci�n de f�rmulas de candidatos a diputadas y diputados de mayor�a relativa al Congreso de la Uni�n, CEN del PRI. 3 Rojas Soriano Ra�l, 'Gu�a para realizar investigaciones sociales', 1996, 45. 4 Cansino C�sar, 'La transici�n mexicana', 2000, 237. 5 C�rdova, Arnaldo, 'La revoluci�n en crisis, la aventura del maximato', 1997, 345. 6 Bobbio, Norberto, 'Diccionario de ciencia pol�tica', 1994, 67, Tomo II. 7 Para mayor informaci�n, cons�ltese la tesina El manejo de la informaci�n editorial en el Diario de Yucat�n con respecto al tema de la basura. Publicada por Fernando Pacheco Bail�n y cuya rese�a puede ser consultada en la biblioteca de la Revista Mexicana de la Comunicaci�n, as� como en Latina de Comunicaci�n Social (http://www.ull.es/publicaciones/latina). 8 Consultar el art�culo referente a las pr�ximas elecciones en Yucat�n publicado por la revista Criterios, de Fernando Pacheco Bail�n. |
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