Revista Latina de Comunicación Social 13 – enero de 1999 |
Edita: LAboratorio de Tecnologías de la Información y Nuevos Análisis de Comunicación Social |
[Diciembre de 1998] La muerte de Ortega, en la prensa de Bilbao (5.661 palabras - 12 páginas) Dr. Fermín Galindo Arranz © Universidad de Santiago de Compostela
Desde el comienzo de la guerra civil, la prensa española quedó sometida a un severo sistema de control político cuya forma jurídica quedó plasmada en el decreto "Serrano Súñer" de 1938, posteriormente ampliado por las órdenes ministeriales de 24 de abril de 1940 y 24 de febrero de 1942. El papel que la prensa debía desempeñar en el nuevo régimen se establecía en el preámbulo del mismo: "No podía perdurar un sistema que siguiese tolerando la existencia de ese cuarto poder del que se quería hacer una premisa indiscutible... No podía permitirse que el periodismo viviera al margen del Estado... Testigos quienes hoy se afanan de devolver a España su rango de nación unida, grande y libre, de los años que una libertad entendida al estilo democrático había ocasionado una masa de lectores diariamente envenenados por una prensa sectaria y antinacional, comprenden unas normas al amparo de las cuales el periódico viva al servicio permanente del interés nacional". En su artículo primero, el decreto asignaba al estado el cometido de organizar, vigilar y fiscalizar las publicaciones periódicas, y en el segundo, en el ejercicio de la función expresada correspondía al estado: La regulación del número y extensión de las publicaciones periódicas. La intervención en la designación del personal directivo. La reglamentación de la profesión de los periodistas. La vigilancia de la actividad de la prensa. La inserción obligatoria de textos facilitados por el ministerio a los diarios. La censura previa Otros mecanismos de control fueron la designación del personal directivo con el plácet de la Dirección General de Prensa y la creación de la Escuela Oficial de Periodismo y el registro de periodistas de ella dependiente. Incluso se utilizó la Federación de Asociaciones de la Prensa a tales fines; sus tribunales de honor podían decidir la suspensión de cualquier profesional del registro oficial, lo que en la práctica equivalía a su expulsión del gremio. Hasta 1966 no se suavizaron estas normas, a las que había que sumar la censura cinematográfica, la de todos los medios impresos, y la de las conferencias y el teatro. En definitiva, entre 1936 y 1966 el control del estado sobre los medios de comunicación y en especial sobre la prensa era absoluto. A la muerte de Ortega en 1955, la prensa que no había sucumbido durante la guerra civil se mueve, si es que podía moverse, dentro del marco jurídico descrito. La prensa vasca la constituyen en Vizcaya: "El Correo Español - El Pueblo Vasco", que no era otro que "El Pueblo Vasco", unido el 13 de abril de 1938 a un diario de FET y JONS llamado "El Correo Español" que aparece en 1937; "La Gaceta del Norte", dependiente de la Editorial Vizcaína y perteneciente a la prensa católica; el diario vespertino "Hierro", perteneciente a la Falange y que se tira desde la rotativa del incautado diario "Euskadi", órgano del PNV. En Guipúzcoa sale a la calle "El Diario Vasco" y dos diarios falangistas, "La Voz de España" y "Unidad". En Álava "El Pensamiento Alavés" y "La Libertad", que dejará pronto de salir para dejar su espacio al vespertino "Norte", que se proclama órgano de Falange Española y publicará su último número en octubre de 1940. Los diarios navarros "El Pensamiento Navarro" y "El Diario de Navarra" anteriores a la guerra no tuvieron especiales dificultades para acomodarse a la nueva situación. Terrón Montero en su libro "La prensa en España durante el régimen de Franco" distingue tres etapas en la evolución de los medios de comunicación durante la dictadura. La primera entre 1936 y 1950, una segunda de 1951 a 1961, y la tercera y última desde 1962 hasta 1975. En opinión de Terrón, el contexto sociopolítico del primer periodo (1936-1950) viene marcado por la dinámica autodestructiva del final de la II República a partir de la pérdida de consenso entre coaliciones sociales y políticas, dando lugar a una bipolaridad en la que se observan cuatro conflictos: entre monarquía y república, las tendencias clericales y anticlericales, la tensión entre centralismo y nacionalismos, y la existencia de una violenta lucha de clases entre las clases propietarias y el proletariado En el bloque dominante incluye de forma simplificada, los terratenientes del centro y del sur del país, la masa campesina de algunas provincias del norte, sobre todo en Navarra, así como las viejas clases medias, la burocrática y la residual feudal de la mayoría de las grandes ciudades. La parte dominada, estaba integrada por trabajadores industriales, los campesinos sin tierra del centro y sur de España, así como una sección minoritaria pero importante de la clase media tradicional, la intelectualidad republicana, y las pequeñas burguesías catalana y vasca. El nuevo régimen se construye a partir del ejército como columna vertebral y la Iglesia como sustento ideológico del nuevo estado. Junto a ellos, los falangistas y tradicionalistas monárquicos, completan el reducido abanico político del sistema. El discurso fascista identifica el liberalismo y la democracia con lo antisocial y lo antinacional. Sólo el estado puede asumir el papel educador que corresponde a la prensa. Al contrario de lo que ocurre en las democracias liberales, la prensa deja de ser una institución privada para convertirse en una organización más al servicio del estado. La falange y el integrismo católico configuraran el proceso de construcción ideológica de los primeros años, y la ACNP o el llamado catolicismo aperturista dominarán los años cincuenta. En 1955, se observa en la prensa de Bilbao una representación de todas las corrientes ideológicas del régimen: el integrismo católico de la Editorial Vizcaína con "La Gaceta del Norte", la falange desde las páginas del vespertino "Hierro" y con "El Correo Español - El Pueblo Vasco" el tradicionalismo monárquico. Durante la segunda etapa, tal y como señala Terrón Montero, se produce un proceso de reorganización ideológica; cambia la tendencia y del nacional-catolicismo se pasa al catolicismo-nacional, y serán los componentes del catolicismo social los que priven de manera definitiva sobre los del franquismo fascista. La derrota de Alemania e Italia trae como consecuencia inmediata el aislamiento internacional del régimen y la necesidad de introducir nuevos elementos que modifiquen su estructura para hacer que el sistema empiece a parecerse, aunque sea formalmente, a un estado de derecho. Una serie de leyes dibujan una aparente normalización e institucionalización del sistema democrático: Ley Constitutiva de las Cortes Españolas, Fuero de los Españoles, Ley de Referéndum, Ley de Sucesión de la Jefatura del Estado... Las dos características más proclamadas del sistema político español, el anticomunismo y la catolicidad, van a dar sus primeros frutos. Por una parte, los acuerdos de cooperación hispano-norteamericanos y por otra, el concordato con la santa sede. El núcleo básico del nacional-catolicismo, la identificación entre "lo español" y "lo católico" puede sintetizarse así: la unidad y totalidad nacional frente al separatismo, la recuperación como modelo ideal los valores imperiales del siglo de oro, reproducidos ahora en el autoritarismo, la jerarquía y el caudillaje. La simultánea negación de otros valores políticos: democracia, libertad o igualdad. Lectura histórica del pleno sentido de la guerra civil, en cuanto acto histórico decisivo como "cruzada salvadora". Arias Salgado basándose en su peculiar interpretación de los principios de la moral cristiana, justificará una concepción teocrática y limitativa de la libertad de expresión, una concepción basada en una moralidad objetiva y superior derivada de la base inamovible del derecho natural. Según Arias Salgado, el desconocimiento o rechazo de estos principios lleva dos grandes errores históricos en los que han caído la mayoría de los países: el liberalismo y el totalitarismo. Para Arias Salgado, la información tiene como objetivo la consecución del "bien común" y buscará para obtenerlo una "soberanía informativa" a partir del monopolio del estado. El carácter que se atribuye a la prensa como "servicio público" implica necesariamente la intervención del estado en la vigilancia, control y dirección de los periódicos, a través de la emisión de consignas y de la censura previa. El día que murió Ortega La prensa de Bilbao trató la muerte del filosofo conforme a la consigna emitida por el Ministerio de Información y Turismo el dieciocho de octubre de 1955: "Cada periódico puede publicar hasta tres artículos sobre el fallecimiento de Ortega y Gasset: una biografía y dos comentarios. Todos los artículos sobre la filosofía del escritor han de poner de relieve sus errores en materia religiosa. Podrán publicarse fotografías de la cámara mortuoria en la primera página, de la mascarilla o del cadáver, pero no fotografías de Ortega en vida". Si se analiza de forma rigurosa el tratamiento informativo que cada periódico dio a la muerte de Ortega, se puede afirmar que éste no existe como hecho noticioso. No lo hubo porqué no se trata de un hecho noticioso en sí, la muerte del filósofo español. Se trata de una información que da cobertura a un "sospechoso" para el régimen, al que es mejor enterrar en el olvido inmediato de la prensa diaria y, por si acaso, del que es mejor no publicar fotografías en vida. Las cabeceras de la prensa de Bilbao son incapaces de redactar sus propios textos o simplemente de conseguir una sola imagen fuera del circuito oficial de las agencias. Ha muerto Ortega y Gasset. (Cifra) Madrid- "A las 11,25 ha muerto el ilustre pensador don José Ortega y Gasset. Le acompañaban en aquel momento sus hijos, hijos políticos y hermano. Desde ayer se hallaba en coma. Su vida fue extinguiéndose lentamente". (Hierro, 18-10-1995; La Gaceta del Norte y El Correo Español - El Pueblo Vasco, 19-10-1955) Reconciliado con la Iglesia (Cifra) [N. del e.: Cifra era una agencia de prensa de noticias nacionales, que más tarde se fundió en la actual Efe] Madrid- Con el título "Ortega y Gasset se reconcilia con la Iglesia", el periódico "Ya" publica esta mañana la siguiente información: "El estado de salud de don José Ortega y Gasset decayó algo el sábado pasado, pero el domingo al mediodía volvía a experimentar, dentro siempre de la persistencia y alarmante gravedad, una ligera mejoría. Con todo, el lunes por la tarde, la gravedad se acentúo y el ilustre paciente, al que rodean su esposa e hijos y contados discípulos y amigos, mostró deseos de reconciliarse con la Iglesia y según nuestras noticias, se confesó con el padre Felix García, con quien en los últimos tiempos mantenía contacto y amistad". El texto aparece publicado en los tres diarios dentro de un luto, por lo que puede considerarse como en texto de inserción obligatoria. En el domicilio del filósofo (Cifra) Madrid- A partir de las doce de la mañana comenzó a difundirse la noticia del fallecimiento de don José Ortega y Gasset. A esa hora empezaron a llegar al domicilio del filósofo en la calle de Monte Esquiza, nº 28. Don José vivía en el piso sexto. Está amortajado con un traje negro, tiene las manos entrelazadas, descansa en una cama estrecha de níquel, de la que cuelgan en la cabecera un escapulario y un rosario. En una mesita adyacente hay un Cristo de pequeñas dimensiones de marfil con unas flores. A las dos y cuarto llegó el ministro de Educación Nacional, señor Ruiz Giménez, para dar el pésame a la familia. Preguntó la hora en que sería enterrado y se le contesto que mañana, a las once, en la sacramental de San Isidro. Entre otras personalidades, se hallaban el rector de la Universidad de Madrid, señor Laín Entralgo, el ex ministro señor Serrano-Súñer, el arquitecto señor Blanco Soler, los señores García Gómez, Calvo Sotelo, su discípulo Don Manuel Zubiri, don Cayetano Alcázar y don Gregorio Marañón ". (Hierro, 18-10-1995; La Gaceta del Norte y El Correo Español - El Pueblo Vasco, 19-10-1955). Biografía oficial La biografía oficial de don José Ortega y Gasset, recogida por los tres diarios estudiados, "Hierro" (Pág. 10, 18-10-55), "La Gaceta del Norte" (Pág. 3, 19-10-55) y "El Correo Español - El Pueblo Vasco" (Págs. 1 y 5, 19-10-55), rezaba así: "Nació en Madrid el 9 de mayo de 1893, en un piso alto de la casa número cuatro de la calle Alfonso XII. Fue bautizado en la real basílica de Atocha y su infancia transcurrió en Madrid. Como estudiante de bachillerato fue un alumno distinguido. A los ocho años ingresó en el colegio de S. Estanislao, de Miraflores de Palo, en Málaga. Allí obtuvo casi todos los sobresalientes de su vida estudiantil; incluso llegó a ser "emperador" en este internado de Málaga. Después de una estancia en Deusto, pasó a la Universidad de Madrid para cursar Filosofía y Letras. En su carrera no demasiado brillante hubo no pocos aprobados y hasta algún suspenso. En 1902, a los 19 años, termina sus estudios y empieza a escribir artículos en "El Imparcial". En 1904 leyó su tesis para el doctorado sobre "Los terrores del año 1000" y en 1906, el rey firmó una real orden para que Ortega continuase sus estudios de filosofía, que había de culminar con la obtención de la cátedra de Metafísica de la Universidad de Madrid, cuando tenía 27 años. En Alemania es alumno del filósofo Herman Cohen, uno de los más caracterizados representantes del neokantismo. El paso de Ortega por las universidades alemanas dejó en él huella profunda. El propio Ortega dirá un día que "debe mucho a la filosofía alemana". Quien esto afirma confiesa también que "debe a Alemania las cuatro quintas partes de su haber intelectual" y que siente con más conciencia que nunca la indiscutible y gigantesca superioridad de la ciencia alemana sobre todas las otras". A partir de entonces comienza para Ortega un segundo periodo que va a caracterizarse por la frecuente aparición de sus libros y escritos. De su intensa actividad periodística dice un día el propio Ortega: "es posible que yo no sea otra cosa que un periodista". Y colabora en diversos periódicos al mismo tiempo que se consagra a la actividad del ensayismo. En 1917 es uno de los fundadores de "El Sol", de Madrid, donde aparecen nuevos artículos suyos. Aquí aparecen los primeros artículos de la "España invertebrada". Seis años después, en 1923, funda la "Revista de Occidente", llamada a ejercer una gran influencia en los medios intelectuales. Acomete la realización de obras de tesis al mismo tiempo que emprende una actividad política. Pero su actividad de filósofo no le impide dedicarse a la tarea política y en 1930 publica "El Sol" un articulo titulado: "El error Berenguer", que termina diciendo, "Españoles nuestro Estado no existe. !Reconstruido! Dependa est Monarca". Este artículo había de representar un duro golpe para el régimen español. Tres meses después surgía la "Agrupación al servicio de la República", fundada por el doctor Marañón, Ramón Pérez de Ayala y el propio Ortega, cuyo manifiesto fue publicado en El Sol. Tras la instalación de la República en 1931, para las Cortes Constituyentes, Ortega y Gasset es elegido diputado por León. Su voz se hará oír en favor de una política reconstructiva, cuyas bases están en numerosos artículos y discursos. Pero pocos meses después, Ortega y Gasset vuelve a pronunciar otro importante discurso en el que manifiesta su disconformidad con la orientación de la República Española, y en el que habla del "perfil agrio y triste de la República". El desacuerdo es tal que Ortega rehusó la banda de la república que le ofreció el gobierno. Lo demás es historia muy reciente. En los últimos tiempos Ortega abandona la política para consagrarse a la filosofía. Tras nuestra cruzada de liberación marcha al extranjero. Vuelve después a España, y en 1946 pronuncia una conferencia en el Ateneo de Madrid en la cual, al dirigirse a la juventud española, dijo: "Hay que inventar nuevas formas de vida en que el pasado desemboque en el futuro, con originalidad, con gracia, con esa cosa sin la cual no se puede torear ni hacer historia con garbo". En 1949 es invitado para pronunciar el discurso inaugural de las fiestas del segundo centenario de Goethe, en Hamburgo, y pronuncio conferencias en Berlín y posteriores en los Estados Unidos, también sobre Goethe. Ortega y Gasset deja escritos numerosos libros, entre ellos "El Espectador" (ocho tomos), "España invertebrada", "El tema de nuestro tiempo", "Las atlántidas y otros ensayos", "La deshumanización del arte", "Idea sobre la novela", "La rebelión de las masas", "Meditación de la técnica", "Ideas y creencias", "Teoría de Andalucía", "Esquema de las crisis" y el prólogo de una obra de caza del conde de Yebes titulada "De la aventura y de la caza". Entierro de Ortega en el cementerio de San Isidro. (Cifra) La crónica oficial del entierro de don José Ortega y Gasset, que fue recogida por los tres diarios "Hierro" (19-10-55), "La Gaceta del Norte" (20-10-55) y "El Correo Español - El Pueblo Vasco" (20-10-55), fue la siguiente: Madrid- A las once de la mañana se ha verificado el entierro del filósofo don José Ortega y Gasset. Durante la noche velaron el cadáver, con la familia, los señores García Gómez, Marías, Garagorri, Del Val y Vela. Desde primeras horas de la mañana se formaron en la casa mortuoria largas colas de personalidades que desfilaron para estampar su firma en los pliegos colocados al efecto y que rápidamente se llenaron, así como para depositar las tarjetas. De toda España y de numerosos países extranjeros han continuado recibiéndose constantemente testimonios de pésame. El féretro fue bajado a hombros por los tres sobrinos del finado don José Antonio, don Manuel y don Pablo, don Fernando Vela, don Julián Marías y don Paulino Garagorri. La calle Monte Esquiza estaba totalmente abarrotada de público, entre los que predominaban los universitarios, que hoy no han tenido clases en señal de duelo. En la presidencia figuraban los ministros de Educación Nacional; señor Ruiz Giménez; secretario general del Movimiento, señor Fernández Cuesta, y de Información y Turismo, señor Arias Salgado. El párroco de Santa Barbara y el padre Felix García rezaron responsos ante el cadáver; también lo hizo el superior de la comunidad de San Fermín de los Navarros. En la casa mortuoria se recibieron numerosas coronas, entre las que figuraban una de Portugal con la siguiente dedicatoria: "Saudade portuguesa", otra del ministro de Educación Nacional, del ayuntamiento de Madrid, de la Academia de Ciencias Morales y Políticas, universidad, etc. El duelo familiar, compuesto por los hijos del finado, don Miguel y don José, su hermano don Manuel, y su hermano político don José Varela, se situaron a la salida de la casa mortuoria y una vez depositado el féretro en la carroza recibieron los ex ministros señores Serrano Súñer y Rein Segura, alcalde de Madrid, embajador de Alemania, doctores Marañón, Duarte, Hernando, señores Gascón y Marín, Pemán, Fernán Flórez, Francés, padre Felix García, Laín Entralgo, coronel Iglesias, Rey Pastor, Sánchez Cantón, Pabón, Calvo Sotelo, García Gómez, Fernández Almagro, García Escudero, presidente de la diputación provincial, representantes diplomáticos de las repúblicas hispanoamericanas, Sánchez Bella, etc. El desfile ante la presidencia familiar duró más de media hora y, terminado, la carroza fúnebre se puso en marcha camino de la sacramental de san Isidro, donde los restos de don José Ortega y Gasset recibieron cristiana sepultura en la tumba en la que reposan los restos de su padre, don José Ortega y Manilla, la mayor parte de los asistentes acompañaron a los restos formales del filósofo hasta su última morada. Repercusiones de la noticia en el exterior "La noticia en Italia" (Efe) Roma- "Sín comentarios, "L´Observatore Romano" publica en primera página una noticia de dos párrafos con la muerte de don José Ortega y Gasset. El "Stampa Sera" de Torino, consagra cuatro columnas de su primera página a la noticia, y el "Daily American", en inglés, que se publica en Roma, publica una nota necrológica, a dos columnas, en la página segunda". (Hierro, pág. 7, 19-10-55) "La noticia en Alemania Occidental". (Efe) Frienland- "La muerte de don José Ortega y Gasset ha apenado al presidente federal, profesor Huesas, que se encuentra aquí para dar la bienvenida al último grupo de alemanes repatriados después de diez años de cautiverio. Huesas expresó al corresponsal de la United Press su tristeza, y dijo "era amigo mío". Otras destacadas personalidades se han condolido, con el presidente por la muerte del pensador español. El doctor Hans Bierman-Tatjen, en particular manifestó: "Lamento profundamente la muerte de este gran hombre europeo, cuya obra "La rebelión de las masas" es uno de los más significativos trabajos sociológicos de este siglo". "Ortega y Gasset no fue un filósofo en el sentido tradicional, pero tenía la virtud de transmitir claramente sus propias ideas, haciéndolas comprensibles al pueblo de forma fascinadora". Recordó el doctor Sierman-Tatjan el llamamiento al pueblo alemán de Ortega y Gasset con motivo de las fiestas de Goethe en Hamburgo, en 1949, en el que le pidió saliese del shock de la guerra y desplegase en el mundo el papel que le corresponde. (El Correo Español, 1ª pág. 19-10-55) Testimonios de pésame en el extranjero (Efe) Buenos Aires- El ministro de Relaciones Exteriores, don Mario Amadeo, ha dirigido un telegrama al ministro español de Asuntos Exteriores expresándole en nombre del gobierno argentino su pesar por la desaparición del eminente escritor de habla hispana don José Ortega y Gasset. Lima- El fallecimiento de Ortega y Gasset ha sido difundido por la radio y la prensa peruanas, que recogen, asimismo, la noticia de la reconciliación del gran escritor español con la iglesia. (Hierro, 21-10-1955) Hierro Al producirse el fallecimiento de Ortega, en la mañana del 18 de octubre, el vespertino Hierro da la noticia en Bilbao. La disposición de la plancha en ningún caso se corresponde con la importancia real de la noticia y su repercusión social e internacional. En el diario Hierro la biografía oficial de Ortega ocupa la parte central de la última página, aunque la maquetación se corresponde más con la valoración de una noticia recibida en el diario poco antes del cierre del mismo. La muerte de Ortega es tratada desde el rotativo de la cadena del Movimiento sin incorporar una sola imagen o texto propios, con una dependencia informativa total e incontestada adaptando su tratamiento informativo a las consignas emanadas del ministerio de Información y Turismo. Destaca también como a la nota de la repercusión de la noticia en Italia la redacción de Hierro añade un "sin comentarios", expresivo de la valoración que del fallecimiento realizó el diario. La Gaceta del Norte El tratamiento informativo de La Gaceta del Norte es similar en cuanto a distribución y contenido al resto de los periódicos analizados, tal como muestra la tabla nº 1 con el análisis cuantitativo de la información.
Publica dos fotografías, las dos de agencia. Los textos son todos ajenos a la redacción de La Gaceta del Norte, excepción hecha de un comentario editorial. El diario bilbaíno no contento con la censura oficial publica en primera página, al pie de la noticia, y en forma de "nota de redacción", un texto imprescindible para acercarse a lo que Terrón denomina "catolicismo-nacional", como ideología dominante del régimen en los años cincuenta. La consigna del Ministerio de Información y Turismo "Todos los artículos sobre la filosofía del escritor han de poner de relieve sus errores en materia religiosa" es llevada por La Gaceta del Norte hasta sus últimas consecuencias. La Gaceta del Norte, nota de la redacción. (19-10-1955, 1ª pág.) "Don José Ortega y Gasset ha ocupado durante muchos años uno de los lugares más destacados de la intelectualidad española, anterior a nuestra Cruzada, en la que acertó a despertar inquietud ante algunos de los problemas con que se enfrentará la realidad de la patria sin que lograra, sin embargo, orientarla hacia su debida solución. Él mismo vivió desorientado y sembró la desorientación entre sus discípulos. Aunque Ortega y Gasset no perteneció a la "generación del 98", estaba íntimamente vinculado con ella, lo mismo por su insatisfacción ante la realidad española, como por su pesimismo y falta de fe en la virtualidad del espíritu español, lo que le llevó a querer abrir a España a todas las corrientes del pensamiento moderno extranjero, en lo que consistió una de sus tareas más afanosas en la "Revista de Occidente". Como escritor destaca la elegancia de su prosa y el extraordinario dominio de la metáfora. Su sismógrafo espiritual fue siempre sensibilísimo a toda clase de temas. De aquí que escribiera mucho sobre cuestiones filosóficas, políticas, estéticas, etc. Pero contra lo que muchos han podido pensar, no fue su fuerte la filosofía, en la que su mérito mayor consistió en una cultura amplísima que le hacía seguir al día toda novedad, pero a costa de una falta de profundidad y de estima, del que no puede prescindir el verdadero filósofo. Su estilo personal hace especialmente agradable la lectura de sus obras, pero se esconden en ella dos peligros gravísimos: su cuidadoso laicismo, que le hace orillar cuidadosamente los problemas de Dios, el gran ausente en sus páginas -cosa inconcebible en un filósofo español, por ser Dios el problema más hondo de la filosofía- y su relativismo, que le hizo afirmar en alguna ocasión que todo el sistema filosófico no es sino el bracear angustioso del hombre para no ahogarse en la nada. Ambos peligros han sido causa de que sean muchos los que han visto zozobrar en la lectura de las páginas de Ortega y Gasset su espíritu religioso y aún su fe. Nosotros que hemos combatido sus errores doctrinales y políticos, elevamos al cielo una oración, en esta hora de la verdad, con el deseo de que el señor haya querido concederle en su misericordia infinita la gracia de que sus últimos momentos hayan estado iluminados por la fe cristiana de su juventud". El Correo Español - El Pueblo Vasco Aunque en líneas generales el tratamiento informativo es similar al de los periódicos anteriores (dependencia informativa total de las agencias, infravaloración de la noticia, ausencia de textos propios), en este diario es el único en el que se recoge la crónica de un corresponsal enviado expresamente para cubrir informativamente el entierro. Una crónica pseudo-oficial con un collage de textos fusilados, reseñas de otros periódicos y rocambolescas citas de Ortega que recogemos a continuación: Los restos de Ortega y Gasset recibieron cristiana sepultura en la sacramental de San Isidro.(El Correo Español - El Pueblo Vasco, 20-10-1955, pág. 7).- de nuestro corresponsal Tachín. Madrid, 19.- Hoy se ha verificado el traslado de los restos de don José Ortega y Gasset a la sacramental de San Isidro. Un gran gentío ha seguido a la modesta carroza fúnebre hasta el camposanto, precedida de un coche funerario con medio centenar de coronas de la Universidad, el Ayuntamiento, y diversos centros culturales y embajadas de varios países. Destacaba la inscripción de una enorme corona de flores naturales, en la que se leía, sencillamente "Saudades de Portugal". El duelo presidido por los hijos y el hermano del gran pensador desaparecido y por varios ministros, que se han despedido frente a la casa mortuoria. En la muchedumbre que ha acompañado el cadáver ha figurado cuanto tiene una representación en la vida intelectual española, así como muchísimos universitarios. En la universidad se han suspendido las clases y el ateneo ha entornado sus puertas y colocado a media asta la bandera nacional con un crespón negro. Don José Ortega y Gasset ha sido sepultado en el panteón en el que reposan su padre, el que fue gran escritor y periodista, don José Ortega Munilla, donde ha recibido el último tributo de admiración. El ministro de Educación Nacional ha depositado sobre el féretro el primer puñado de tierra. Varios discípulos del autor de "La rebelión de las masas" lloraban francamente. Uno de los homenajes silenciosos y emotivos que ha recibido el filósofo español, ha sido la intensificación de las ventas de sus libros en Madrid. De todo el mundo se reciben testimonios de pésame y el jefe del Estado ha expresado su condolencia a la familia. Todos los periódicos especialmente Abc, publican extensas biografías de Ortega y Gasset, calificándole de hombre universal, de gran patriota, y metafísico insigne. Marañón termina un artículo diciendo que Ortega ha sido mucho más que un filósofo de esta dimensión humana y sobrehumana de su espíritu nos da la medida nuestra inmensa congoja de hoy. Se recuerdan y citan frases demostrativas del ingenio peculiar de Ortega, entre ellas las siguientes "No cierres el baúl de la juventud, que yo he cerrado varias veces y lo he tenido que volver abrir", "En España hay que aprovechar la fuerza de la tertulia. Así como en Alemania, por ejemplo, la gente es trabajadora pero parca y lacónica en su trato social, en España ocurre todo lo contrario; los españoles están molestos en la oficina a la que han llegado tarde y sin lavarse; tratan ceñudamente al que se les acerca, pero, en cambio, después de haber almorzado en su casa, encienden un cigarro y se van a la tertulia del café, donde están dispuestos a dar el máximo rendimiento. Allí se muestran tan locuaces, ingeniosos y generosos. En una palabra: es allí, en la tertulia, donde Pérez se afirma frente a Gómez". En cierta ocasión preguntaba a un ingeniero lo que desde el punto de vista material era el límite inaccesible, y el citado técnico le contestó que cuando un móvil se va acercando indefinidamente al límite inaccesible, la característica de éste es tal que la diferencia entre el sitio donde el móvil ha llegado y el límite puede ser tan pequeña como se quiera pero nunca cero. Y Ortega replicó; "como para el filósofo, verdad es un límite inaccesible, quedamos en que la verdad es la mentira". Decía al ver muchos negros en los hoteles, que las razas de color son las que hoy pueden pagar el precio de los grandes hoteles. Y no iba al zoo del retiro porque, según declaraba, esa catástrofe, esa penuria de los animales, le deprimía enormemente. Y en fin; el padre Félix García, de cuya intervención tanto y tan ligeramente se ha hablado y escrito estos días, ha dado a la publicidad, muy certeramente una líneas a las que pertenecen los siguientes párrafos: A la hora de la gran verdad de la vida, que es la muerte -pasadas las disputas de los hombres- lo que importa es ese plebiscito de amor y de entendimiento, es decir, de caridad, que es la que salva y nos sitúa a todos ante la verdad definitiva de Dios, que es el único que posee el secreto de las almas. No llevamos !Por Dios! las cosas y las diferencias de los hombres a una realidad tan augusta, tan infinitamente delicada como es la muerte, es decir, el encuentro decisivo de un alma con Dios, en el que se resuelve el enigma de la finalidad de la vida en las claridades de la eterna Verdad. De una inteligencia tan extraordinaria y de un corazón tan entrañable como los de Ortega y Gasset no podía estar ausente Dios. No enturbiemos lo que pertenece al secreto de Dios y a la inmensa piedad de la muerte con apreciaciones aleatorias que caen del lado de acá. Escribo estas líneas torpes con la emoción profunda del que ha contemplado con los ojos húmedos, como sobre la frente ancha y abierta, del gran pensador que destellaba inteligencia, brilla ahora como una paz solemne, que es la serenidad de Dios el descanso perpetuo. A todos nos queda el asombro de que se nos haya ido cuando no se esperaba. Que nuestro asombro se traduzca en una oración. Conclusiones Después de analizar los hechos acaecidos y publicados las cabeceras estudiadas funcionan como una pequeña muestra de las corrientes ideológicas más destacadas vinculadas al sistema político y su expresión informativa. La prensa de Bilbao valora de forma similar la noticia, convirtiéndose en un apéndice más del aparato informativo del régimen. La hipocresía del aparato político franquista se evidencia de forma particularmente clara en estas páginas. Mientras desde el ministerio de Información y Turismo se dan instrucciones concretas acerca de cual debía de ser el tratamiento periodístico de la muerte del filósofo, la familia recibía la condolencia del jefe del estado y paralelamente las agencias informan del sentido pésame de las autoridades a sus amigos y familiares en el entierro de Ortega y Gasset. La simple observación de las magnitudes hemerométricas fundamentales permiten cuantificar el grado de interés y sensacionalismo con el que se abordó la noticia y el grado de dependencia prácticamente absoluto de la información ofrecida a los lectores. El sentido dolor popular, y la repercusión internacional de la muerte de Ortega y Gasset perdura cincuenta años después, al comprobar la actitud religiosa y el sometimiento intelectual con el que fue recogida la noticia en su momento. Bibliografía - Fernández Areal, M. Consejo de guerra. Los riesgos del periodismo bajo Franco. Univ. de Vigo. Pontevedra, 1997. - Garitaonaindía, C. "Las palabras como armas: la propaganda en la República" en Historia de los medios de comunicación en España. Ariel. Madrid, 1989. - Garitaonaindía, C. Granja J.L. Cien años de historia del País Vasco. U.P.V. Bilbao. Hernández Les, J. A. Historia comparada del periodismo en prensa, radio y televisión. Tórculo Edicións. 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