Revista Latina de Comunicación Social 13 – enero de 1999

Edita: LAboratorio de Tecnologías de la Información y Nuevos Análisis de Comunicación Social
Depósito Legal: TF-135-98 / ISSN: 1138-5820
Año 2º – Director: Dr. José Manuel de Pablos Coello, catedrático de Periodismo
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[Noviembre de 1998]

Movimiento estudiantil mexicano de 1968: ¿qué pasó en Yucatán, ¿cómo lo interpretó la prensa?

(9.132 palabras - 18 páginas)

Lic. Pedro Echeverría V. ©

Profesor de la Universidad Autónoma de Yucatán (Mérida, México)

Introducción. 1. De las causas del movimiento. 2. Cronología del movimiento según periódicos. 3. Personajes del movimiento por Carlos Monsiváis. 4. Yucatán en 1968. 5. Movilización estudiantil en Mérida. 6. Consecuencias y resultados del 68. 7. ¿Cómo estamos a dos o tres décadas de aquellas batallas? 8. Los líderes estudiantiles de ayer y de hoy. Obras básicas de consulta 

INTRODUCCION

De los sucesos estudiantiles de 1968 en México se han escrito decenas de miles de páginas en libros, revistas y periódicos. Quizá sólo la extensión de los textos publicados acerca de la revolución mexicana puedan superarlo. A pesar de que el movimiento de 1968 se localizó en la ciudad de México, y débilmente en dos o tres ciudades más, por la trascendencia de sus consecuencias sociopolíticas se ha icho que representó un «parteaguas» en la historia reciente de nuestro país.

En Yucatán, con la excepción de un breve mitin, un izamiento de bandera y una pequeña manifestación que partió del edificio central de la universidad, no se registró ninguna actividad independiente que hubiera publicado algún periódico local. Estos sí publicaron algunos desplegados de empresarios y de políticos apoyando al gobierno de Díaz Ordaz y repudiando el movimiento estudiantil. Aquella manifestación caminó por la calle 60 y por el aristocrático paseo de Montejo y contó con la participación de unos 800 estudiantes -presididos por su rector-; tuvo el objetivo de protestar contra la ocupación de la UNAM por el ejército federal al mando del gobierno.

Con el fin de saber cómo se vio el movimiento estudiantil en Yucatán y cuál fue el comportamiento del estudiantado yucateco, así como la participación de otros sectores, durante el período que va del 22 de julio al 5 de octubre de 1968, he revisado los únicos tres periódicos que entonces se publicaban: Diario de Yucatán, fundado en 1925; Novedades de Yucatán, que surgió en 1965, y Diario del Sureste, que nació en 1931, investigando lo relacionado con noticias, artículos de opinión y editoriales.

Los periódicos yucatecos antes citados, siguiendo a la gran prensa que se publicaba en la ciudad de México, reflejaron invariablemente una posición contraria y de condena al movimiento estudiantil, así como de apoyo a las declaraciones que el gobierno, los empresarios, el clero y los políticos priístas y panistas hicieron contra los líderes estudiantiles. La acusación permanente contra el movimiento fue: 1. que estaba al servicio del comunismo internacional; 2. que se veía infiltrado por la CIA; 3. que era controlado por agitadores profesionales; 4. que quería boicotear las olimpiadas, y 5. que buscaba la destrucción del país.

El movimiento estudiantil, como todos los movimientos independientes de los trabajadores: las luchas campesinas de Emiliano Zapata y Francisco Villa durante la revolución; las luchas obreras de los años veinte, cincuenta o setenta; las batallas de los profesores en 1956-58 y 1989; la de los médicos en 1965-66; la de los estudiantes en la década de los sesenta y la de los indígenas chiapanecos en los noventa, fue vilipendiado, calumniado y tergiversado por sus poderosos enemigos, con el fin de debilitarlo y destruirlo.

Los periódicos de Yucatán -si honestamente se hubieran planteado ser imparciales- pudieron enviar corresponsales a la ciudad de México con el fin de recibir directamente la información de las partes en pugna, tal como lo hicieron los únicos dos periódicos: el Excelsior y El Día y la revista Por qué?-, sin embargo prefirieron nutrirse de los boletines oficiales y de las fuentes que hacían campaña contra el movimiento estudiantil y que apoyaban abiertamente al gobierno. Pero no sólo eso, dieron además cabida a articulistas que pedían la represión contra el movimiento para así lograr una «patria ordenada y generosa» al servicio del capital.

Treinta años después de 1968, el movimiento estudiantil ha sido reconocido como una de las batallas más importantes contra el autoritarismo, contra la dictadura, por el establecimiento de la democracia y la justicia social, a pesar de que después de tres décadas de aquel movimiento la situación económica y política de la mayoría de la población casi no ha cambiado, entre los sectores medios que acuden a las escuelas, a las oficinas, incluso en los sindicatos y partidos, los relaciones de poder son mucho menos despóticas y autoritarias que antes de 1968.

l. Causas del movimiento

Gobernaba el país una elite que desde siempre estuvo al servicio de los grandes capitalistas dueños de fábricas, de bancos, de negocios financieros, de grandes comercios y de gigantescas extensiones de tierras. El presidente de la república en turno era Gustavo Díaz Ordaz; el secretario de gobernación Luis Echeverría Alvarez; el jefe del departamento del DF, Alfonso Corona del Rosal; el jefe del ejército federal era Marcelino García Barragán, y los partidos políticos integrados al poder por vía legislativa eran el PRI, el PAN, el PPS y el PARM. La izquierda radical se componía con maoístas, espartaquistas, trotskistas, guevaristas; la izquierda paraoficial era el Partido Comunista.

Internamente, en el país se vivía el agotamiento del modelo de «desarrollo estabilizador» que, al iniciarse en 1954, había creado riquezas que, en vez de distribuirse con justicia, sólo habían beneficiado a un pequeño sector de grandes empresarios. Tanto en el gobierno de Ruiz Cortines como el de López Mateos y el de Díaz Ordaz, se había logrado consolidar una gran burguesía burocrática y financiera que, asociada al capital norteamericano, dominaba la economía y la política nacional. Los campesinos, los obreros, los empleados, los estudiantes, además de pobres y marginados, no encontraban perspectivas interesantes de vida. Pero el consumismo y la enajenación en las clases medias se hacía mayor.

Se encontraban en la cárcel acusados de «disolución social», según el artículo 145 del código penal, los ferrocarrileros encabezados por Demetrio Vallejo y Valentín Campa; algunos maestros de la sección IX; líderes de movimientos estudiantiles de Puebla, Michoacán y Guerrero; campesinos acusados de invasiones de tierras; decenas de políticos que fueron ligados con luchas armadas o acusados de terroristas; otros más que fueron líderes del movimiento médico. Se habían registrado también asesinatos como el del campesino Rubén Jaramillo, del estudiante Enrique Cabrera, y muchos más.

Externamente ejercieron influencia en el movimiento estudiantil: la revolución cubana que había triunfado en 1959, el maoísmo que se había consolidado en China, la lucha de los negros contra el racismo yanqui, el desarrollo de la filosofía existencialista y todo el movimiento contracultural de la época: Beattles, hipies, beatniks, psicodelia; el asesinato del Che Guevara en la selva boliviana; pero, sobre todo, las grandes manifestaciones en el mundo en contra la guerra que los EE.UU. hacían con bombas químicas masacrando al heroico pueblo de Vietnam y persiguiendo a su líder, Ho Chi Ming. 

2. Cronología del movimiento según periódicos (*)

[(*): Ver revista nexos de septiembre de 1998] 

JULIO 1968.

22. Se registran broncas en la plaza de la Ciudadela entre pandillas de la Vocacional 2 y la Preparatoria Isaac Ochoterena. Se anuncia que los enfrentamientos continuarán al día siguiente. La más dañada resulta ser la Prepa.

23. Los de la Voca 2 y 5 se dirigen a la Prepa y su ataque no tiene respuesta. Al regresar se registran choques con la fuerza pública y aparecen las pedradas, los gases lacrimógenos y los garrotes. Se enfrentan entre sí unos tres mil estudiantes y 200 granaderos. La Federación Nacional de Estudiantes Técnicos (FNET) convoca a una manifestación de protesta. 

26.Hay dos marchas: la estudiantil convocada por la FNET y la que fue convocada por agrupaciones de izquierda para festejar el quince aniversario del asalto al cuartel Moncada en Cuba. Al terminar la primera muchos estudiantes se dirigen al Zócalo y son reprimidos, pero luego se reconcentran en el Hemiciclo a Juárez con los integrantes de la segunda marcha y de nuevo atacan los granaderos con gases y aparecen como respuesta las pedradas. 

27. Siguen las amenazas de la policía contra los estudiantes. Se allana el local del Partido Comunista. Hay paros en planteles del IPN y de la UNAM en protesta por las agresiones de la policía. 

28. Los porros (o golpeadores) de la FNET agreden a los estudiantes que custodiaban la zona de la Prepa de San Ildefonso. Se demanda la desaparición de la FNET, la indemnización a heridos y familiares de los muertos, el cese de la policía preventiva, la excarcelación de los detenidos, la desaparición de las fuerzas represivas y la derogación del articulo 145 (disolución social). La FNET y la Procuraduría responsabilizan de los desórdenes a los comunistas y a la izquierda radical. 

29. Dos policías son apresados durante varias horas por estudiantes de la Prepa 7. El transporte públicose suspende en el primer cuadro. En la noche se registran choques violentos en la zona de San Ildefonso. La Prepa 1 y las Vocas 2. 4 y 7 se solidarizan con el paro. 

30. Militares destruyen de un bazucaso la puerta colonial de la Prepa de San Ildefonso y entran al edificio con bayoneta calada. Soldados de primera línea intervienen en el Poli y en la UNAM. Todos los planteles de ambas instituciones suspenden clases. 

31. El rector Barros Sierra protesta por ocupación de planteles. El comité de huelga del Poli desconoce a la FNET por estar al servicio del gobierno y por traicionar al estudiantado.

AGOSTO 1968

1. El rector encabeza una manifestación de unas 80.000 personas por el sur de la ciudad y una gran concentración en la explanada de rectoría. Son desocupados los planteles educativos. 

3. La FNET sigue acusando a los líderes del movimiento de comunistas y provocadores. Lo mismo hace Fidel Velázquez, los empresarios y el gobierno. Dicen que los estudiantes tratan de obstaculizar los Juegos Olímpicos.

4. Primer documento conjunto de UNAM, IPN, Chapingo y otras escuelas, conteniendo el pliego petitorio: 1. Libertad a los presos políticos; 2. Destitución de los generales Luis Cueto Ramírez, Raúl Mendiolea y teniente coronel Armando Frías; 3. Extinción del Cuerpo de Granaderos; 4. Derogación del artículo 145 y 145 bis del Código Penal (delito de disolución social); 5. Deslinde de responsabilidades de los actos de represión; 6. Libertad a los presos políticos. 

5. Manifestación de 100.000 personas de Zacatenco al Poli de Santo Tomás. Se da un plazo de 72 horas para la solución de las demandas, en caso contrario se irá a la huelga nacional. Se plantea la unidad con la clase obrera y otras fuerzas del pueblo y se intensifica el volanteo. 

6. La FNET acusa a los líderes del comité de huelga del politécnico de estar penetrados por la CIA y el comunismo. El director del IPN invita a los «verdaderos maestros y estudiantes a normalizar la situación».

8. Se constituye el Consejo Nacional de Huelga (CNH) con miembros. rurales, Chapingo, el Colegio de México, de la UNAM, el IPN, las Universidad Iberoamericana, Universidad La Salle y las universidades de provincias Se plantea el desconocimiento de la FNET, se propone abrir perspectivas de libertad sindical, gestionar la semana de 40 horas, establecer control de precios y salarios a través de comités populares y supervisar el reparto agrario através de comités campesinos.

13. Se efectúa una manifestación de 200.000 personas del casco de Santo Tomás al Zócalo. Se demanda la solución del pliego petitorio y se repudia a la FNET. Se acuerda ampliar el movirniento a las fábricas y a las colonias populares. Se lanzan brigadas a Cuautitián, Tlalnepantla y zonas ferrocarrileras. 

15. El Muro, organización gansteril de derecha, lanza consignas anticomunistas contra el movimiento. A pesar de ello el Consejo Universitario apoya las demandas estudiantiles. Se organizan festivales de música en la UNAM y brigadas a las zonas populares.

16. Intensas actividades en brigadas en distintos puntos de la ciudad. Se denuncia al gobierno y al charrismo sindical. La asamblea de artistas e intelectuales se integra al movimiento. El Muro sigue pidiendo la represión «contra los comunistas».

18.Los estudiantes piden un diálogo público con diputados y se intensifica el brigadeo en repartición de volantes con el fin de contrarrestar a la prensa vendida que engaña y calumnia.

20. Ningún diputado acude al debate. Los ternas propuestos eran: ¿hubo o no brutalidad por parte de los cuerpos policíacos contra los estudiantes, maestros y ciudadanos? ¿hubo o no violación a la Constitución? ¿son justas y operantes las demandas del movimiento? ¿qué solución plantean ustedes (diputados y senadores) al presente conflicto, de manera que fueran operantes para su rápida solución?

22. El secretario de gobernación, Luis Echeverría, informa de que «el gobierno está dispuesto a examinar, en unión de los sectores interesados, por conducto de funcionarios competentes en respectivas esferas, los puntos de vista de los auténticos maestros y estudiantes». Propone un diálogo sereno. Los estudiantes piden fijar la fecha, hora y el lugar, con la única condición de que el diálogo sea público.

23. Comunica la secretaria de gobernación que acepta el diálogo público y el CNH exige que esta aceptación sea difundida. Se anuncia que el 27 habrá una manifestación que culminará en un mitin en el Zócalo y que algunos estudiantes se quedarán en el lugar. 

26. El CNH informa que se han iniciado contactos con la secretaría de gobernación para organizar el diálogo. También se han organizado comisiones para plantear las demandas al gobierno. Se plantea que se establecerán en el Zócalo guardias permanentes «hasta que se resuelva el conflicto». Se dice que en 18 estados se apoya al movimiento. 

27. Según el periódico El Día, más de 400.000 personas asisten a la manifestación en demanda del pliego petitorio. En el centro del Zócalo es izada la bandera rojinegra «que sólo fue arriada hasta que la mayor parte de los reunidos abandona el lugar. Se dice en el mitin que el diálogo debe efectuarse el 1 de septiembre en el Zócalo.

28. A la una de la madrugada fuerzas del ejército, policía y bomberos desalojan a las guardias del movimiento que permanecían en el Zócalo. Tres mil estudiantes fueron replegados por el ejército que los persiguió y golpeó a culatazos. A partir de ese momento las autoridades responderían con represión a todo intento estudiantil. 

29. El gobierno organiza en el Zócalo -con miles de burócratas acarriados- una ceremonia oficial de «desagravio a la bandera», ceremonia que también termina en protestas y represión. Ese día los granaderos impiden un mitin en la plaza de las Tres Culturas.

31. El CNH protesta contra la represión desatada y pide que cese el virtual estado de sitio en la ciudad, reafirma que no se trata de boicotear los Juegos Olímpicos y señala que no se permitirán intermediarios en las conversaciones con las autoridades. La Voca 7 y la Prevocacional 4, en la Unidad Tlatelolco, son agredidas por civiles paramilitares. 

SEPTIEMBRE 1968

1. En el IV informe de gobierno Díaz Ordaz denuncia un intento de boicotear los Juegos Olímpicos, señala que no ha habido violación a la autonomía universitaria y advierte que puede disponer de la totalidad de la fuerza armada y que llegará hasta donde está obligado a llegar. 

2. El CNH indica que no dialogará con la presión de los tanques y bayonetas y pide que se retiren de las calles las fuerzas armadas.

3. El CNH, en. un manifiesto, responde al Informe: «No estudiamos con el propósito de acumular conocimientos estáticos. Nuestra causa como estudiantes es la del conocimiento militante, el conocimiento crítico que impugna, refuta, transforma y revoluciona la realidad».

8. El CNH pide al ejecutivo que defina si acepta o no el diálogo y que deje las soluciones parciales, burocráticas y legalistas. Se niega la libertad a Vallejo, Campa y a otros. Se reúnen abogados a discutir el 45 y 45 bis del código penal.

9. El rector de la UNAM manifiesta que «las demandas han sido satisfechas en lo esencial por el ciudadano presidente de la República en su último informe» y pide que se restablezca la normalidad. 

10. El CN H rechaza la posición del rector condicionada por presiones y decide seguir en huelga hasta que sea resuelto el pliego petitorio. Cinco senadores piden que se disponga del ejército, la aviación y la marina «en defensa de la seguridad interna y externa cuando sea preciso»,

12. Hay helicópteros que sobrevuelan la ciudad y difunden volantes a nombre de Uniones y Sociedades de Padres de Familia de la UNAM y el IPN, donde se asienta que la manifestación convocada para el día siguiente será violentada por el ejército. 

13 Gran manifestación de silencio. Se calcula que 250.000 personas acuden al Zócalo. Mientras tanto, 123 vehículos estacionados en las inmediaciones del Museo de Antropología, de donde partió la manifestación, fueron destrozados por un grupo armado con metralletas y varillas. Nueve autos desaparecen.

15. Los estudiantes en lucha celebran el grito de independencia en la UNAM, en Zacatenco, el casco de Santo Tomás y en la Voca7. En el Zócalo, en plena ceremonia del grito, Díaz Ordaz recibe los primeros silbidos y abucheos.

17. Agresiones de grupos de choque y porros contra las preparatorias 2 y 7, las facultades y escuelas de economía, derecho, medicina. Un estudiante recibe un balazo en una pierna.

18. El ejército ocupa la Ciudad Universitaria. Desaloja estudiantes, funcionarios y empleados de la institución. El despliegue utiliza unos 10.000 soldados. Moviliza tanques ligeros, carros de asalto, transportes militares y jeeps. La secretaría de gobernación asevera que «los locales habían sido ocupados ilegalmente» por personas antisociales y posiblemente delictuosos».

19. El ejército informa de 1.500 detenidos. Los comités de lucha se concentran en Zacatenco. Las fuerzas policíacas disuelven reuniones y tienen enfrentamientos con los estudiantes. Marcelino García Barragán, el secretario de Defensa, afirma que el Batallón Olimpia dará seguridad a las instalaciones olímpicas y que actuó a solicitud de la secretaría de gobernación. El rector exhorta a los universitarios a «que asuman donde quiera que se encuentren la defensa moral de la UNAM y a que no abandonen sus responsabilidades». El PRI apoya la invasión y expresa solidaridad y confianza al gobierno. Los empresarios de la CONCANACO apoyan también lo que calificaron como «acción de orden».

21. Apoyados por los vecinos, los estudiantes de la vocacional 7, en Tlatelolco, se enfrentan de las 7 de la noche a las 2 de la mañana con la policía. Hay incendios, vehículos volcados, heridos, desmoralización y titubeos del ejército ante la resistencia. El CNH asienta: «Frente a un poder público cada vez más reaccionario y desprestigiado se levanta una lucha cada vez más popular y decidida». 

23. El rector presenta su renuncia irrevocable «por habérsenos impedido realizar, al menos en parte, las funciones esenciales de la universidad, y porque es insostenible mi posición como rector ante el enfrentamiento agresivo y abierto de un grupo gubernamental». En el casco de Santo Tomás se desarrolla una cruenta batalla campal entre estudiantes y policías. 

24. Continúa la violencia en el casco de Santo Tomás. Hacia las tres de la mañana el ejército ocupa la zona. También toma la Unidad Profesional Zacatenco, ésta durante unas horas. Nuevos encuentros en la Ciudadela y en vocacionales. El jefe de la policía, Luis Cueto, asienta que «los elementos de la jefatura de la policía están ya armados y tienen instrucciones de actuar donde sea necesario. Más de 7.000 profesores amenazan con renunciar si se acepta la renuncia del rector

25. La junta de gobierno no acepta la renuncia del rector. Círculos policíacos afirman que se impedirán todos los mítines. Se apedrean embajadas mexicanos en Santo Domingo, Panamá, Perú, Chile y Francia. En Helsinki se pide que el equipo de ese país no asista a las olimpiadas.27. Unas 5.000 personas asisten a un mitin en Tlatelolco. La secretaría de Defensa afirma que se desocupará la Ciudad Universitaria «cuando las autoridades legítimas lo soliciten». El CNH demanda la salida inmediata de las fuerzas policíacas y militares de los planteles politécnicos y universitarios, la libertad de todos los detenidos y el cese absoluto de la represión.

30. El ejército desocupa Ciudad Universitaria; hay destrozos en las instalaciones. Ante la campaña desatada el CNH reitera que no se propone boicotear los Juegos Olímpicos.

OCTUBRE 1968

1. El CNH anuncia un mitin para el día siguiente en la plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco, y de ahí una manifestación al casco de Santo Tomás para solicitar la desocupación de los planteles.

 2. Jóvenes, adultos, mujeres, ancianos y niños son masacrados por la fuerza pública. Unos 1.500 soldados los balacean con pistolas, metralletas y rifles de alto poder en la plaza de las Tres Culturas. La emboscada se ha dispuesto de antemano para no permitir la salida de ningún asistente (se calcula que acuden entre 5.000 y 15.000 personas). Después de una señal de guerra -luces de bengala que suelta un helicóptero en el lugar preciso del blanco- el lugar es rodeado por el ejército, que en coordinación con el Batallón Olimpia desata una cruenta balacera contra la multitud. Centenares de muertos y heridos. Unos 2.000 detenidos son vejados y golpeados a culatazos. No se permite la salida de nadie durante toda esa noche, si no es mediante identificación satisfactoria al ejército. Se impide la labor de la Cruz Roja y Cruz Verde. García Barragán declara: «El comandante responsable soy yo». En la presidencia se afirma que «la intervención acabó con el foco de agitación que ha provocado el problema» y que «se garantiza la tranquilidad durante los Juegos Olímpicos».

3. El senado de la república publica un documento donde considera que la actuación del Ejecutivo Federal se ha apegado a la Constitución política del país y a las leyes vigentes. Hay indignación, estupor y condena por la matanza fuera de los círculos oficiales y en muchos países del mundo. La ciudad es vigilada estrictamente. El jefe de la policía culpa a los padres de familia de las recientes tragedias. La policía catea los edificios cercanos a la plaza de las Tres Culturas en busca de estudiantes. Se calcula que hay 1.500 detenidos en el campo militar número uno 

3. PERSONAJES DEL MOVIMIENTO POR CARLOS MONSIVAIS 

l. El brigadista

-¿Que cómo le hacíamos? Llegamos al mercado, invitas al pueblo a la gran manifestación, le informas de la represión y la intolerancia de las autoridades y del gran proyecto de educación para el pueblo. La primera vez que fui sentí frío cuando me dicen ¡Orale, te toca!... En eso habíamos quedado, pero era el mercado de Mixcoac y se me fue la voz. ¡Orale, contrólate¡ Ni modo. Pensé rápido, voy a contar lo que sé y me consta, no porque lo haya visto todo sino porque me consta. Ya animado, miro a las señoras y los señores y los chavos y los niños, híjole, demasiados rostros, ni modo de verlos uno a uno, y el conjunto pues sí intimida... Mis cuates me animaron y me subí al cajón a decirles lo que pasaba, ésta es la hora de la justicia y la verdad y el pueblo hará valer sus derechos constitucionales... No sé por qué pero sólo ahora entiendo lo de los derechos constitucionales. Antes me parecían asuntos lejanísimos, nunca había tenido en mis manos un ejemplar de la famosa carta magna y lo único que sabía de la Constitución es el chistecito ése de que la hicieron para violarla.

Repartimos informativos (volanteamos) y apelamos a la generosidad (boteamos), y nos dieron dinero, más del esperado, y a la mayoría le caímos bien los estudiantes, nomás uno que otro señor y una que otra señora se ponen paternales y maternales, y nos mandan a estudiar y a dejarnos de alborotos y yo-a-tu-edad y sus pendejadas, y en la voz se les nota la bronca que traen con ellos mismos porque a esta edad ya se casaron con la cocina, o ya se hicieron del empleíto del que no se van a zafar, pero la consigna es no rebatirles, sí señora, sí señor, todos somos libres para opinar, ¿no quiere contribuir?, tiene usted razón, hay que estudiar y por eso seguimos con la huelga... ¿Para qué enojarse? Pobres. si nuestra venganza es su propio aspecto, tan tieso y amargo... No entiendo a esa chava de la brigada de Ciencias que se pelea con los regañones

y les exige razones y los manda muy lejos con sus sermones, porque usted no tiene argumentos, señor usted puro malos recuerdos de su adolescencia, y la chava se irrita y se indignan con ella gritan que el sitio de la mujer, y ella los envía al mismísimo carajo, tan lejos o tan cerca como esté. A lo mejor tiene razón, hay cada imbécil como los de la manifestación del primero agosto, la del rector, la del rector Barros Sierra, desde sus balcones hicieron regañaban y gritaban: ¡güevones, comunistas!, y algunos les hicieron sus cosas en el mismo tono y los de la comisión de vigilancia no localizaron a los regañadores y se pusieron enfrente y pedían no contestar a las provocaciones, aunque por eso estamos aquí veces tragarse el insulto tamos aquí, para no soportar a quienes siempre nos han tratado a mentadas y puntapiés.

En el mercado no te enfrentas a enemigos temibles sino a la curiosidad ajena, que es una pinche cárcel. Al meterme a la brigada les previne que no hablaba ni en la regadera, pero ni modo me tocó elturno y al fin que nadie me conoce, y alcé la voz, reclamé el interés de los presentes perdí el control de sus palabras, las, frases se me insurreccionaron y me di cuenta que quién sabe qué estaba diciendo, algo novedoso para mí mismo, nunca antes supe de mi facilidad para reproducir discursos que no escuché de modo consciente, y allí me tienes arengando a los compañeros populares, el gobierno reprime y nos mata a los estudiantes por defender los derechos de los humildes que son los tuyos. Pueblo, apóyanos porque tu causa es la nuestra, asiste a la gran manifestación, entérate, difunde nuestro Pliego petitorio, marcha al lado de tus hijos... acabé con la boca seca reprimida y aliviado sin siquiera preguntar «¿qué tal estuve?, porque convinimos en eliminar esa pregunta para evitar respuestas sinceras. De acuerdo, no me metí en esto para brillar, sino para cumplir con el Movimiento, salir con la brigada votantear, treparme a los camiones, meterme a, informar en billares Y estaciones de autobuses, entrar a los restaurant burgueses para echarles a perder la digestión a los cabrones, ir ciudad a las secundarias a contarte a los chavos lo mucho que los odia el gobierno, vencer el susto, aguantarme el sudor, conocer la ciudad a ritmo de vértigo, salir huyendo de todas partes, invocar la sorna cuando alguien dice o escribe del régimen de libertades

Pues estas son mis nuevas creencias y mis nuevos olvidos, jamás presentí el impacto que en mí tendrían esos cuates tan aburridos que trazan coordenadas a propósito de la economía capitalista en el virreinato. Resulta que los tomé muy en serio, y que un montón de sus frases permanece intacta en mi memoria.

Será lo que sea, pero este pinche gobierno no se va a salir con la suya. 

Il. El político profesional

-Esos pinches estudiantes no saben de qué carajos hablan. Yo sí sé, he vivido este país, lo conozco, tengo la obligación de conocerlo. No es fácil entender a México, sus reglas y excepciones (aunque la primera regla es que no hay excepciones). Para enterarse de lo que es México se necesita tiempo y algo más. No cualquier pendejo intelige... Por eso me joden éstos. ¿Se dieron cuenta de a quién sirven? ¿Calcularon el costo de sus acciones? ¡Y de sus palabras, carajo!... Que el sistema esto, que el sistema lo otro... ¿Y quién le dio trabajo a sus pinches padres para que los mandaran a estudiar? ¿La divina providencia? ¿La ONU?. No hijos de la chingada, el sistema, ese mero... Y no se olviden que lo principal, el nombre de nuestro vecino (Guatemala no llega a vecino, es hermano separado). Si estos chamaquitos no estudiaron geografía, ¿a qué fueron a la escuela? No, mano, la están pendejeando con sus ataques a las instituciones y sus insultos a señor presidente. Mira, cuando entré a la política, aprendí lo esencial, que está a la vista: en este país hay tres situaciones intocables. Los semáforos, para que no choquemos; la virgen de Guadalupe, por si de veras hay más allá, y el presidente de la república, que nos recuerda lo básico: mientras hay jerarquía tendremos nuestro lugarcito. Sin jerarquía, no habrá espacio para nosotros ni yendo a bailar a Chalma.

A estos cabrones los manipula el Partido Comunista o la CIA o Cuba o quién sabe quién. El gobierno ha sido paciente, muy paciente. Te juro que me hierve la sangre con su falta de respeto y sus sandeces. ¿Qué les consta a estos cretinos de lo que es gobernar, de lo que es hacer política?. Hacer política es resignarse a entrarle a la mierda, que allí nades y flotes y que casi te cubra hasta las orejas, pero sí ves lo que pasa y por eso sacas este desmadre a flote. Hacer política no es andarse con mamadas de pliegos petitorios, ni correr a lo loco por las calles ofendiendo a los adultos. Los políticos le toman el pulso a la nación, y son los únicos conscientes del poder de nuestros enemigos de siempre y nuestra fuerza indomable: la paciencia histórica. Un político no duda: poco a poco la vamos haciendo, pero con nuestro ritmo.

Con porras y mantas y pinches exclamaciones copiadas de los franceses o de los gringos no se llega a ningún lado. Estos jodidos andan pidiendo mano dura y la van a conseguir porque aquí no andamos con jaladas y nos vale madre el contrabando de héroes y las boinitas milagrosas. Ya se desfogaron, váyanse a sus casas. Si siguen jodiendo, lo que sigue es lo que marca la ley: una punta de chingadazos; y si nos dicen que la ley no marca eso, otra punta de chingadazos. Bajo presión no se concede. Nomás falta que unos pobres cabrones tarugos nos enseñen a gobernar (Tomado de Equis, Cultura y Sociedad. Septiembre 1998)

4. YUCATAN EN 1968

En 1968 gobernaba el estado de Yucatán Luis Torres Mesías; en la presidencia municipal de Mérida estaba el panista Víctor Correa Rachó. Un senador por Yucatán era Carlos Loret de Mola y una diputación federal la ocupaba Víctor Manzanilla Schaffen La empresa Cordemex la dirigía Miguel Olea Enríquez y el Banco Agrario estaba a cargo de Rodolfo Khune Gutiérrez. A la cabeza de la Liga de Comunidades Agrarias (CNC) estaba Víctor Cervera Pacheco y la Federación de Trabajadores de Yucatán (FTY), a unas semanas de fundada, era presidida por Gonzalo Navarro Báez. El arzobispo era Fernando Ruiz Solórzano y el presidente nacional de la juventud católica era Carlos Castillo Peraza El dirigente de la FEU era Luis Jorge Cárdenas López y el de la FEY José Sesín Graniel.

Los obreros cordeleros, los más combativos en el estado después de una larga huelga de 48 días, que concluyó el 30 de junio, salieron derrotados por Cordemex. Los panistas estuvieron entretenidos el mes de septiembre en la expulsión del diputado local Julio Moreno y del regidor Trueba Barrera. La izquierda en Yucatán no tenía la menor presencia.

En cuanto a desplegados, un señor Gustavo Arce Pérez publica el 18 de agosto una plana en el Novedades de Yucatán en contra del movimiento estudiantil; dos días después, en dos páginas de ese mismo diario, firmado por Horacio Quiñones, se publican fotos y textos ofensivos al movimiento, acusándolo de estar penetrado por la CIA.

En el Diario de Yucatán, el 9 de septiembre se publica un desplegado firmado por Rafael Cervera, de la Cámara de Comercio de Mérida; por Enrique Trava, de la CNIT (Yucatán) y por Alberto Sauri, del Centro Patronal. En él felicitan a Díaz Ordaz por su informe y se manifiestan en contra del movimiento estudiantil. Ese mismo día Raúl Ancona y Ancona publica un artículo en el que se manifiesta contra los «disturbios» estudiantiles.

5. MOVILIZACION ESTUDIANTIL EN MERIDA EN 1968

Es importante recordar que en 1968, a raíz de la invasión y toma de las instalaciones de Ciudad Universitaria por el ejército mexicano, y de la gigantesca manifestación de protesta encabezada por el rector Barros Sierra, que se realizó en la ciudad de México, en la Universidad de Yucatán creció también el descontento. Desde el 19 de septiembre, a raíz de que se publicaron las noticias de la ocupación de CU, comenzaron las concentraciones. Desafortunadamente éstas sólo duraron hasta el 26 porque no había núcleos que le dieran continuidad.

Se recuerda que el sólo anuncio que el rector, el Lic. Francisco Repetto Milán, intervendría en el movimiento, arrancó gran entusiasmo y una cantidad de aplausos entre los profesores y estudiantes presentes. En aquella ocasión en rector señaló: «Estamos aquí reunidos para lamentar, apenados, el que se haya cumplido el dicho de que los soldados latinoamericanos son los más correctos del mundo, porque siempre están dentro de las universidades».

El rector propuso los siguientes puntos:

1. Declarar enérgica protesta por la vulnerabilidad de la Universidad Autónoma de México que hiere a todo universitario.

2. Comunicar al Sr. presidente de la República y autoridades la solidaridad y simpatía a los estudiantes de la UNAM y a su rector Barros Sierra.

3. Hoy a las diez de la mañana se llevará a cabo en la universidad una ceremonia que consistirá en izar la bandera nacional a media asta, en señal de duelo y protesta.

La asamblea de más de 1.500 universitarios se reunió en el auditorio «Cepeda Peraza» de la UadY al grito: «La universidad está de duelo». Los oradores fueron: Rafael Castilla Peniche (hoy, lo mejor del PAN), Agustín Menéndez Rodríguez (abogado radicado en el DF), Allen Urbina Aznar y Jorge Fernández Souza (hoy, funcionario del gobierno de Cárdenas en el DF). Se dijo: «No haremos huelga pero manifestaremos abiertamente nuestro repudio.

El día 20, con el patio central del edificio universitario absolutamente lleno, incluyendo los balcones de las otras dos plantas, se realizó el izamiento de la bandera. Fueron varios los oradores los que exhortaron a la juventud a solidarse. La prensa nacional y las cadenas de radio, de manera permanente, arremetían contra el movimiento estudiantil de la ciudad de México y buscaban cualquier pretexto para tratar de desprestigiarlo.

El jueves 26 de septiembre, por iniciativa de la FEU, se realizó una marcha silenciosa contra aquella ocupación militar de CU y la represión estudiantil en la ciudad de México. Caminaron unos 800 estudiantes presididos por el rector Repetto Milán. Salieron del edificio central a las 5 de la tarde y caminaron sobre la calle 60 hasta llegar al Monumento a la Patria, en el Paseo Montejo. Concluyó el acto una hora después con el canto del himno nacional.

Quedó el edificio universitario totalmente cubierto de propaganda que representaba a «gorilas», «borregos», «perros», «fusiles», «cascos» y «tanques». Una vez en la marcha, los manifestantes sacaron a relucir unas 20 pancartas con textos como estos: «Prensa corrupta, cuándo hablará con la verdad». «Patria: cuántos crímenes se cometen en tu nombre». «El derecho a la libertad no se mendiga, se toma».

Mientras en Yucatán continuaba la «paz y el orden», en el D.F., en Puebla, en Michoacán, Guerrero, Sinaloa y otros estados, los estudiantes y profesores estuvieron luchando por una universidad democrática y más ligada a los problemas que vivía la sociedad en su conjunto. Esos problemas fueron acumulándose hasta llegar al estallido de 1968. En tanto en Yucatán todo continuó bajo control y los funcionarios del gobierno siguieron entrando a la universidad sin protesta alguna. En esta institución, el gobierno y la iniciativa privada de la entidad, en firme unidad, se aprovecharon de los profesionistas preparados con el presupuesto que toda la población pagó. ¡Qué vamos a hacer, así estaban las cosas!

El Diario de Yucatán, como un repudio a la manifestación universitaria realizada en defensa de la autonomía, publicó lo siguiente:

VERSOS DE PLAZA MAYOR

MASCARADA

 

Yo soy universitario,

pero no borrego manso.

Estudiar es mi ideario,

de la agitación me canso

y no creo en la postura

de la falsa dentadura.

 

Aquí vengo por consejo.

Dígame usted Paganini

¿hay autonomía o mini

en este recinto viejo?

(si por inoportuno peco

soy joven y yucateco)

 

Futuro doctor y amigo:

un diagnóstico certero

revela que por dinero

se es autónomo de abrigo.

Y otras cosas que no digo

pero no de corazón...

¡Oh metálica ilusión

 

que ata y desata manos!

mini autónomos enanos

exhiben su condición.

 

No ha llegado el carnaval

y ya tenemos desfiles.

Ayer vimos sus perfiles

monosabios con aval.

Y los de la capital

los ataron de las manos

con argumentos cubanos.

 

Marioneta colosal

de una protesta anodina

con una ofrenda floral.

......................

La risible mascarada

fue una gran inocentada.

 

Angel Pueblo Paganini.

(27 de septiembre de 1968)

 

6. CONSECUENCIAS Y RESULTADOS DEL 68

A pesar de la brutal represión, del encarcelamiento de líderes, así como de los estudiantes muertos -tanto en Tlatelolco como a lo largo del movimiento de 1968- en los siguientes meses el gobierno tuvo que dar marcha atrás en sus despóticos métodos, para poder lograr restaurar la confianza y su poder. Diez días después de la masacre del 2 de octubre se inauguraron los Juegos Olímpicos en medio de muchas protestas nacionales e internacionales. El gobierno y los medios de comunicación, que se dedicaron a calumniar y tergiversar el movimiento estudiantil, continuaron su campaña para justificar la represión.

En 1969, como se acostumbraba entonces, el presidente Díaz Ordaz designó a Luis Echeverría Alvarez (LEA) como candidato del PRI y su seguro sucesor. Este, a pesar de ser un tecnócrata que se había desarrollado a la sombra de altos funcionarios y que, como secretario de gobernación, se veía lógicamente implicado en la feroz represión, desde los primeros discursos de su campaña como candidato del PRI, reconoció la justeza del movimiento estudiantil, lo equivocado de la represión y que su gobierno sería de «apertura democrática». La realidad es que nadie creyó aquel discurso, aunque sí se supo que Díaz Ordaz estuvo a punto de retirarlo como candidato oficial.

Los intelectuales Paz, Fuentes, Benítez, Monsiváis, etc., y, en general, los universitarios, rompieron con Díaz Ordaz; por ello, para recuperar a los intelectuales, a los universitarios, en general, a las clases medias, Echeverría instrumentó su discurso del «nacionalismo revolucionario», su llamado a apoyar al «tercer mundo», su divisa de «apertura democrática» y su «arriba y adelante». Pero lo más importante fue su denuncia en el sentido de que el modelo económico de «desarrollo estabilizador» había reconcentrado la riqueza del país entre unas cuantas familias y que su gobierno impondría el modelo de «desarrollo compartido» que beneficiaría a las mayorías.

La educación fue la más beneficiada por las luchas de 1968. Echeverría multiplicó el presupuesto y creó gran cantidad de escuelas: el Colegio de Ciencias y Humanidades, la Universidad Autónoma Metropolitana, el Colegio de Bachilleres, las Unidades de Estudios Superiores, las Telesecundarias, etc. Los discursos de LEA sonaron y asustaron mucho a los empresarios; con ello pretendió frenar cientos de huelgas obreras, movilizaciones estudiantiles y campesinas, pero sobre todo, a la guerrilla urbana que encabezó la Liga 23 de Septiembre y la guerrilla rural de Genaro Vázquez y de Lucio Cabañas en el estado de Guerrero.

Las libertades conquistadas en la década de los sesenta ahora tienen una gran trascendencia: se debilitó y comenzó a desaparecer el autoritarismo y/o despotismo de los padres sobre los hijos, del marido sobre su mujer, del profesor sobre los estudiantes, del jefe sobre sus empleados, del empresario sobre sus obreros, del dirigente político o sindical sobre sus subordinados. Se hizo presente la lucha de la mujer por el libre uso de su cuerpo; se planteó la despenalización del aborto; se manifestó el derecho de los niños; la lucha de los homosexuales por salir del closet y todas las batallas a favor de las mayorías y minorías. 

7. ¿CÓMO ESTAMOS A DOS 0 TRES DECADAS DE AQUELLAS BATALLAS?

De 1980 a 1989, según un estudio de los investigadores Gil Antón y Fernández Márquez, publicado en la revista «Universidad Futura», las entidades con mayor número de estudiantes de enseñanza superior entonces, basados en datos de la ANUIES, fueron: el D.F. con 247.000, Jalisco con 96.000, el estado. de México con 90.000, Puebla con 84.000 y Nuevo León con 72.000. Yucatán reportó en 1989 11.000 estudiantes. En cuanto al crecimiento Tlaxcala pasó de 1.451 en 1980 a 6.872 en 1989; Guerrero de 6.161 a 19.908; Campeche de 1.409 a 4.429 y Sonora de 11.611 a 35.990. Yucatán pasó de 7.252 a 11.174. Se puede ver que las universidades de Tlaxcala y Campeche tuvieron su primer crecimiento; en cambio la de Guerrero y Sonora, alcanzaron importante presencia. El crecimiento de nuestra institución durante esa década fue muy conservador.

En cuanto al crecimiento de la matrícula en ese mismo nivel durante esos 10 años, 1981 y 1982 fueron los más altos (superior al 7 %); posteriormente va cayendo hasta llegar a 0,14 % en 1987, para recuperarse en 1988 y tener una nueva baja en el siguiente año. En lo que se refiere a la evolución de la matrícula en áreas de conocimiento de 1980 a 1989, se ve claramente el dominio e incremento de las ciencias administrativas (46.4%), ingeniero y técnicas (30.6%) sobre la educación y las humanidades (3.2) y las ciencias naturales y exactas (2.5). Los datos anteriores pueden darnos una idea de las tendencias educativas y la composición del sector estudiantil.

Los aproximadamente quince mil estudiantes con que cuenta la UadY hoy, distribuidos en 17 escuelas y facultades, se podría decir que no pertenecen a organización estudiantil alguna para la defensa de sus intereses dentro y fuera de la Universidad. En algunas de las escuelas suelen aparecer pequeños grupos de cinco o diez jóvenes que se organizan para hacer un periódico mural, sacar una pequeña revista, como núcleo impulsor de algún candidato a la Sociedad de Alumnos o para representante al Consejo. Para la gran base estudiantil no existe la más mínima preocupación, ni siquiera la idea de conformar algún núcleo que le permita discutir colectivamente asuntos que le competen como universitarios.

El estudiante de la UadY se entretiene en otros asuntos. No parece interesarle la discusión de nada. Si, por ejemplo, el autor de un libro tiene razón o no, si el planteamiento de una película o de un conferencista fue interesante o intrascendente, si los programas que llevan y sus profesores son los más adecuados, si el servicio de transporte es caro, el tráfico más complicado o su colegiatura es baja o impagable, etc. Lo que parece importarle tiene más que ver con el individualismo: aprobar la asignatura a como dé lugar, cumplir la tarea al gusto del profesor, someterse, aunque duela, a las disposiciones reglamentarias. ¿Será realista, acomodaticio, inteligente, muy práctico o despreocupado, ese comportamiento?

Desde hace varias décadas existe la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU) y hace algunos lustros surgió el llamado Frente Estudiantil Universitario; ambos con la idea de agrupar al mayor número de representantes estudiantiles electos en cada dependencia universitaria. En ningún momento de la vida de esos organismos se manifestó de manera coherente alguna posición ideológica, alguna fundamentación política o económica, que hablara del papel del estudiante o de la universidad en la sociedad; pero al mismo tiempo, en casi ningún momento, los directivos de esos organismos han dejado de solicitar y recibir «ayudas» de las autoridades universitarias, de los funcionarios gubernamentales y de uno que otro empresario o comerciante. Al parecer sólo logran el cargo para asegurar esas jugosas «ayudas o «gallazos».

Nunca se enriquecieron los líderes con lo que recibían, pero sí la pasaban bien; los dadores de esas «regalías» garantizaban con ello mucho control, mucho apoyo y una permanente garantía para usar esos organismos para otros asuntos; incluso en muchas entidades fueron contratados por las autoridades y por políticos, como grupos de choque, así surgió el llamado «porrismo» agresivo y violento. Pero también esas organizaciones sirvieron como entrenamiento y escalón para la obtención de cargos gubernamentales; quizá el 90% de los personajes que han ocupado cargos de gobierno en Yucatán, antes fueron prominentes directivos de la FEU, la FEY y más recientemente del Frente. En el DF y algunas entidades donde hubo definiciones ideológicas fundamentadas, los antes líderes estudiantiles conforman hoy la oposición política, se han dedicado a la docencia, a la investigación, al periodismo o a la simple meditación.

En varias universidades del país: la de Puebla, la de Guerrero, la de Sinaloa, la de Oaxaca, pero particularmente en las del D.F. (UNAM, UAM), buen número de estudiantes se organizan, debaten de manera amplia y profunda los problemas de la universidad, de la educación y los asuntos del país; redactan documentos de análisis y de crítica, realizan congresos en los que presentan ponencias, se solidarizan activamente con las luchas de los trabajadores y, en varias ocasiones, se manifiestan en las calles para protestar contra las políticas gubernamentales equivocadas. Es difícil medir, pero sí se puede comprender mediante el análisis y la reflexión, los grandes alcances del gran movimiento estudiantil de 1968 en muchos campos y en todos los niveles educativos.

A muchas autoridades universitarias, así como a las del país, no les interesa, al parecer, impulsar la participación independiente y elevar el nivel de comprensión de quienes conforman la comunidad. La visión de muchos de los que se mantienen en el poder es muy limitada y oportunista; sólo les preocupa conservarse en él a como dé lugar. ¿Es posible creer acaso que el presidente, el PRI, el presidencialismo mexicano, va a permitir que alguien le dispute el poder?. Al parecer, para ese poder, pensar es un peligro y actuar en consecuencia lo es más. Pero en la universidad no debe tener cabida ese conservacionismo puesto que ella debe ser cambio, búsqueda, análisis y crítica; única forma de avanzar.

En el D.F. y en otras universidades de los estados, desde aquellos meses de 1968, fueron sepultadas las llamadas «sociedades de alumnos» y en su lugar se organizaron los «comités de lucha» que más adelante se constituirían en consejos, cogobiernos o autogobiernos. Esas «sociedades de alumnos» eran directivas con cargos jerárquicos en la que el presidente u otro directivo asumían la representatividad absoluta para negociar, recibir «ayudas» y gestionar asuntos. A los funcionarios les gustaba que así fuera porque les era muy fácil entenderse con uno o con dos de los directivos. Por el contrario los «comités de lucha» tenían que tener delegados por salón y para cada gestión tenían que intervenir todos y estaba prohibido que alguien negociara a espaldas de los acuerdos de base. Llegaron a desvirtuarse por el asambleísmo y los controles de partidos, pero fueron el germen de gobiernos escolares más o menos democráticos y también los enterradores del brutal despotismo en escuelas y universidades.

A principios de la década de los setenta, en la ciudad de México, en las facultades de Arquitectura, de Economía y en los planteles del CCH de la UNAM, así como en la Escuela Nacional de Antropología; más adelante en las universidades de Puebla, Guerrero, Sinaloa, etc., se establecieron autogobiernos o cogobiernos que lograron avances importantes en el proceso de democratización de esas universidades. La respuesta de¡ gobierno federal fue violenta, sobre todo en el renglón de¡ presupuesto, pero con esas luchas se logró una enorme concienciación entre el estudiantado y la población. Queda aún cierta conciencia de aquellas batallas, algunas estructuras educativas y una manifiesta transformación de los académicos.

Los estudiantes siguen siendo el sector más importante, la base y la causa de los centros educativos. Si bien los académicos conforman el cuerpo pensante y maduro, son los estudiantes quienes por su juventud, su impulso transformador y su emotivo espíritu, los más abocados a romper con todo lo que huela a inmovilidad y estancamiento en la universidad. Lo que necesitan hoy es sacudirse del conformismo que los tiene aprisionados.

Con razón el filósofo José Ingenieros decía que los jóvenes no necesitan programas que marquen un término, sino ideales que señalen el camino. La meta importa menos que el rumbo. Quien pone bien la proa no necesita saber hasta dónde va, sino hacia dónde. Los pueblos, como los hombres, navegan sin llegar nunca; cuando cierran el velamen, es la quietud, la muerte. Los senderos de perfección no tienen fin. Belleza, Verdad, Justicia, quien sienta avidez de perseguirlas no se detenga ante fórmulas reputadas intangibles. Frente a los viejos que recitan credos retrospectivos, entonan los jóvenes himnos constructivos. Es de pueblos exhaustos contemplar el ayer en vez de preparar el mañana.

(Ingenieros, 1982).

8. LOS LIDERES ESTUDIANTILES DE AYER Y DE HOY

El liderazgo estudiantil universitario en Yucatán se encuentra hoy en el mismo nivel en que lo dejaron el Davy López Díaz, Jesús Viana Andueza, Antonio Vargas Ayuso, Víctor Cervera Pacheco y algunos más, en los años cincuenta y principios de los sesenta: búsqueda de cargos para aprovecharse en el momento de ellos; carencia total de preparación política e ideológica, oposición a la participación política de las bases; encuadre dentro de las estructuras del gobierno y del PRI; fuerza de choque ante el surgimiento de voces y acciones independientes.

Las únicas manifestaciones políticas que recuerdo en aquellas épocas, en las que se movilizaron a los estudiantes para ajustar cuentas entre priístas, fueron las de 1952 contra la imposición de Marentes Miranda en gobernatura; la de 1966 encabezada por Cervera Pacheco que contribuyó a la desestabilización del gobierno de Torres Mesías y la de 1973 contra el gobernador Loret de Mola para que Chi Góngora recuperara la presidencia municipal de Mérida. La movilización que se desató en 1974, a raíz del asesinato del abogado Calderón Lara, no fue esencialmente estudiantil sino una justa lucha popular; aunque no faltaron estudiantes que se solidarizaron con aquellas batallas.

En otros estados y universidades, tales como la UNAM, las universidades de Chapingo, Puebla, Michoacán, Guerrero, Sinaloa, Oaxaca y, más recientemente, en la UAM y el CCH, los estudiantes enfrentan ideas, posiciones políticas, defienden proyectos, programas, materias, orientación del presupuesto; por el contrario, en nuestra pobre universidad, los estudiantes se pelean por ver quién controla a más presidentes y consejeros de facultad, quién logra arrancar más dinero para diversiones, quién recibe más útiles deportivos y «ayudas» que no informa y quién logra más fuerza ante los profesores para obtener calificaciones aprobatorias. La realidad es que en 35 años no he conocido a líder estudiantil alguno con ideas académicas o políticas, ni alguna publicación estudiantil reflexivas y analíticas.

En Yucatán, a quienes les gustaba la política en aquellos fines de los cincuenta, exceptuando a Granja Ricalde, Gáber Arjona, Martínez Menéndez y algunos más, escogían la escuela de Derecho; esa carrera era la única alternativa para aquellos que habían estado en contacto con funcionarios de gobierno y con el priísmo. En el PRI todos los presidentes de la república, desde Alemán, y la mayoría de los integrantes de sus gabinetes, habían sido abogados; también el PAN -nacionalmente- era dirigido esencialmente por egresados de la carrera de Derecho. Sólo varios lustros más adelante surgieron en la UadY carreras sociales como Economía y Antropología. Con la imposición de la tecnocracia y la productividad va a ser difícil que surjan en Yucatán las carreras de Filosofía, Ciencias Políticas o Literatura, porque no producen dinero.

Lo anterior me hace recordar que en la UNAM las batallas estudiantiles que se dieron en 1966 y después en 1968, fueron encabezadas por los líderes de las facultades de Ciencias Políticas, de Filosofía y Letras, de Ciencias y de Economía. Recuerdo que alguna vez entre «chacota» y verdad un líder de la Facultad de Derecho de la UNAM nos dijo: «No vayan a dejar el movimiento estudiantil en nuestras manos porque lo vendemos». Ese era el prestigio de esa facultad en aquellos años en que destacaron Castro Bustos, Sánchez Duarte, Rojas Bernal, Espiridión Payán y muchos otros conocidísimos líderes del momento que han sido y siguen siendo altos funcionarios del gobierno priísta.

La mayoría de los líderes que destacaron en los años antes mencionados en las Facultades de Ciencias Políticas, Filosofía, Ciencias y Economía de la UNAM, se convirtieron luego en investigadores, profesores, escritores, literatos, periodistas y líderes de oposición de izquierda; aunque muchos también, de manera inteligente y un tanto vergonzante, han aceptado cargos públicos; por el contrario, son muy pocos los abogados que se hicieron intelectuales y que permanecen en la oposición política. Nada más habría que revisar revistas como Proceso, Vuelta, Nexos, el periódico La Jornada, etc., para contabilizar y conocer por dónde andan aquellos líderes estudiantiles de los sesenta.

En Yucatán el sector estudiantil menos atrasado políticamente, por obvias razones, es el de la Facultad de Ciencias Antropológicas, aunque también comienzan a surgir en algunas escuelas núcleos estudiantiles interesados en el cine club, en las conferencias, en los círculos de estudio, están más interesados en acontecimientos de carácter académico y de política social. Quizá son los únicos que no se aprovechan de los subsidios y prebendas que reparten funcionarios de gobiernos y de la UadY para seguir corrompiendo. Aunque también es justo recordar que los estudiantes de la Facultad de Medicina, por un lado, los de Química, por otro, hace algunos años plantearon demandas académicas y paralizaron sus facultades para lograr el cumplimiento de sus demandas que, al parecer, lograron a medias.

Tanto a la UadY como a la sociedad yucateca le conviene que los estudiantes salgan de sus carreras con una preparación integral. Que conozcan bien la técnica de su profesión, pero más importante es aún que posean un conocimiento profundo del contexto socioeconómico en que se desenvuelven y la necesidad de que comprendan que por encima de cualquier profesión está la humanización de la sociedad en que viven y de las relaciones que establecen. De lo contrario se seguirán formando profesionistas que les importa un bledo lo que pasa a su alrededor al estar sólo preocupados por sus intereses particulares.

OBRAS BASICAS DE CONSULTA

-González de Alba, Luis. Los días y los años. Era. 1973

- Monsiváis, Carlos. Días de guardar. Era. 1976

- Poniatowka, Elena. La noche de Tiatelolco. Era. 1975

- Ramírez, Ramón. El movimiento estudiantil. Era. 1977

- Revueltas, José. México 68. Era. 1976

- Zermeño, Sergio. México: una democracia utópica. Siglo XXI. 1977

PELICULAS: Rojo amanecer, El grito, Canoa y El bulto

REVISTAS: ¿Por qué?, Proceso, Nexos-

PERIODICOS: Excélsior, El Día, Diario de Yucatán, Novedades de Yucatán, Diario del Sureste y La Jornada

OTROS TRABAJOS DEL AUTOR

La Universidad de Yucatán. Ed. Autogestión. Yucatán 1994

Educación Pública: México y Yucatán. Universidad Autónoma de Yucatán. 1993

Los cordeleros 1933-1983. Ed. SCY-UDY. Yucatán 1984 (primera edición 1981)

La política en Yucatán en el siglo XX. Maldonado Editores. Yucatán 1985

Reseña histórica de las haciendas henequeneras. UADY-Escala Bogotá 199 

Los ferrocarrileros: un siglo de historia. FAUADY 1998 (en edición 

Varios folletos sobre partidos políticos, albañiles, movimiento obrero. 


FORMA DE CITAR ESTE TRABAJO EN BIBLIOGRAFÍAS:

Echeverría V., Pedro (1999): Movimiento estudiantil mexicano de 1968: ¿qué pasó en Yucatán, ¿cómo lo interpretó la prensa? - Revista Latina de Comunicación Social, 13. Recuperado el x de xxxx de 200x de:
http://www.ull.es/publicaciones/latina/a1999c/
147pedromx.htm