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Revista Latina de Comunicaci�n Social 13 � enero de 1999 |
Edita: LAboratorio de Tecnolog�as de la Informaci�n y Nuevos An�lisis de Comunicaci�n Social |
[Noviembre de 1998] Movimiento estudiantil mexicano de 1968: �qu� pas� en Yucat�n, �c�mo lo interpret� la prensa? (9.132 palabras - 18 p�ginas) Lic. Pedro Echeverr�a V. � Profesor de la Universidad Aut�noma de Yucat�n (M�rida, M�xico) Introducci�n. 1. De las causas del movimiento. 2. Cronolog�a del movimiento seg�n peri�dicos. 3. Personajes del movimiento por Carlos Monsiv�is. 4. Yucat�n en 1968. 5. Movilizaci�n estudiantil en M�rida. 6. Consecuencias y resultados del 68. 7. �C�mo estamos a dos o tres d�cadas de aquellas batallas? 8. Los l�deres estudiantiles de ayer y de hoy. Obras b�sicas de consulta INTRODUCCION De los sucesos estudiantiles de 1968 en M�xico se han escrito decenas de miles de p�ginas en libros, revistas y peri�dicos. Quiz� s�lo la extensi�n de los textos publicados acerca de la revoluci�n mexicana puedan superarlo. A pesar de que el movimiento de 1968 se localiz� en la ciudad de M�xico, y d�bilmente en dos o tres ciudades m�s, por la trascendencia de sus consecuencias sociopol�ticas se ha icho que represent� un �parteaguas� en la historia reciente de nuestro pa�s. En Yucat�n, con la excepci�n de un breve mitin, un izamiento de bandera y una peque�a manifestaci�n que parti� del edificio central de la universidad, no se registr� ninguna actividad independiente que hubiera publicado alg�n peri�dico local. Estos s� publicaron algunos desplegados de empresarios y de pol�ticos apoyando al gobierno de D�az Ordaz y repudiando el movimiento estudiantil. Aquella manifestaci�n camin� por la calle 60 y por el aristocr�tico paseo de Montejo y cont� con la participaci�n de unos 800 estudiantes -presididos por su rector-; tuvo el objetivo de protestar contra la ocupaci�n de la UNAM por el ej�rcito federal al mando del gobierno. Con el fin de saber c�mo se vio el movimiento estudiantil en Yucat�n y cu�l fue el comportamiento del estudiantado yucateco, as� como la participaci�n de otros sectores, durante el per�odo que va del 22 de julio al 5 de octubre de 1968, he revisado los �nicos tres peri�dicos que entonces se publicaban: Diario de Yucat�n, fundado en 1925; Novedades de Yucat�n, que surgi� en 1965, y Diario del Sureste, que naci� en 1931, investigando lo relacionado con noticias, art�culos de opini�n y editoriales. Los peri�dicos yucatecos antes citados, siguiendo a la gran prensa que se publicaba en la ciudad de M�xico, reflejaron invariablemente una posici�n contraria y de condena al movimiento estudiantil, as� como de apoyo a las declaraciones que el gobierno, los empresarios, el clero y los pol�ticos pri�stas y panistas hicieron contra los l�deres estudiantiles. La acusaci�n permanente contra el movimiento fue: 1. que estaba al servicio del comunismo internacional; 2. que se ve�a infiltrado por la CIA; 3. que era controlado por agitadores profesionales; 4. que quer�a boicotear las olimpiadas, y 5. que buscaba la destrucci�n del pa�s. El movimiento estudiantil, como todos los movimientos independientes de los trabajadores: las luchas campesinas de Emiliano Zapata y Francisco Villa durante la revoluci�n; las luchas obreras de los a�os veinte, cincuenta o setenta; las batallas de los profesores en 1956-58 y 1989; la de los m�dicos en 1965-66; la de los estudiantes en la d�cada de los sesenta y la de los ind�genas chiapanecos en los noventa, fue vilipendiado, calumniado y tergiversado por sus poderosos enemigos, con el fin de debilitarlo y destruirlo. Los peri�dicos de Yucat�n -si honestamente se hubieran planteado ser imparciales- pudieron enviar corresponsales a la ciudad de M�xico con el fin de recibir directamente la informaci�n de las partes en pugna, tal como lo hicieron los �nicos dos peri�dicos: el Excelsior y El D�a y la revista Por qu�?-, sin embargo prefirieron nutrirse de los boletines oficiales y de las fuentes que hac�an campa�a contra el movimiento estudiantil y que apoyaban abiertamente al gobierno. Pero no s�lo eso, dieron adem�s cabida a articulistas que ped�an la represi�n contra el movimiento para as� lograr una �patria ordenada y generosa� al servicio del capital. Treinta a�os despu�s de 1968, el movimiento estudiantil ha sido reconocido como una de las batallas m�s importantes contra el autoritarismo, contra la dictadura, por el establecimiento de la democracia y la justicia social, a pesar de que despu�s de tres d�cadas de aquel movimiento la situaci�n econ�mica y pol�tica de la mayor�a de la poblaci�n casi no ha cambiado, entre los sectores medios que acuden a las escuelas, a las oficinas, incluso en los sindicatos y partidos, los relaciones de poder son mucho menos desp�ticas y autoritarias que antes de 1968. l. Causas del movimiento Gobernaba el pa�s una elite que desde siempre estuvo al servicio de los grandes capitalistas due�os de f�bricas, de bancos, de negocios financieros, de grandes comercios y de gigantescas extensiones de tierras. El presidente de la rep�blica en turno era Gustavo D�az Ordaz; el secretario de gobernaci�n Luis Echeverr�a Alvarez; el jefe del departamento del DF, Alfonso Corona del Rosal; el jefe del ej�rcito federal era Marcelino Garc�a Barrag�n, y los partidos pol�ticos integrados al poder por v�a legislativa eran el PRI, el PAN, el PPS y el PARM. La izquierda radical se compon�a con mao�stas, espartaquistas, trotskistas, guevaristas; la izquierda paraoficial era el Partido Comunista. Internamente, en el pa�s se viv�a el agotamiento del modelo de �desarrollo estabilizador� que, al iniciarse en 1954, hab�a creado riquezas que, en vez de distribuirse con justicia, s�lo hab�an beneficiado a un peque�o sector de grandes empresarios. Tanto en el gobierno de Ruiz Cortines como el de L�pez Mateos y el de D�az Ordaz, se hab�a logrado consolidar una gran burgues�a burocr�tica y financiera que, asociada al capital norteamericano, dominaba la econom�a y la pol�tica nacional. Los campesinos, los obreros, los empleados, los estudiantes, adem�s de pobres y marginados, no encontraban perspectivas interesantes de vida. Pero el consumismo y la enajenaci�n en las clases medias se hac�a mayor. Se encontraban en la c�rcel acusados de �disoluci�n social�, seg�n el art�culo 145 del c�digo penal, los ferrocarrileros encabezados por Demetrio Vallejo y Valent�n Campa; algunos maestros de la secci�n IX; l�deres de movimientos estudiantiles de Puebla, Michoac�n y Guerrero; campesinos acusados de invasiones de tierras; decenas de pol�ticos que fueron ligados con luchas armadas o acusados de terroristas; otros m�s que fueron l�deres del movimiento m�dico. Se hab�an registrado tambi�n asesinatos como el del campesino Rub�n Jaramillo, del estudiante Enrique Cabrera, y muchos m�s. Externamente ejercieron influencia en el movimiento estudiantil: la revoluci�n cubana que hab�a triunfado en 1959, el mao�smo que se hab�a consolidado en China, la lucha de los negros contra el racismo yanqui, el desarrollo de la filosof�a existencialista y todo el movimiento contracultural de la �poca: Beattles, hipies, beatniks, psicodelia; el asesinato del Che Guevara en la selva boliviana; pero, sobre todo, las grandes manifestaciones en el mundo en contra la guerra que los EE.UU. hac�an con bombas qu�micas masacrando al heroico pueblo de Vietnam y persiguiendo a su l�der, Ho Chi Ming. 2. Cronolog�a del movimiento seg�n peri�dicos (*) [(*): Ver revista nexos de septiembre de 1998] JULIO 1968. 22. Se registran broncas en la plaza de la Ciudadela entre pandillas de la Vocacional 2 y la Preparatoria Isaac Ochoterena. Se anuncia que los enfrentamientos continuar�n al d�a siguiente. La m�s da�ada resulta ser la Prepa. 23. Los de la Voca 2 y 5 se dirigen a la Prepa y su ataque no tiene respuesta. Al regresar se registran choques con la fuerza p�blica y aparecen las pedradas, los gases lacrim�genos y los garrotes. Se enfrentan entre s� unos tres mil estudiantes y 200 granaderos. La Federaci�n Nacional de Estudiantes T�cnicos (FNET) convoca a una manifestaci�n de protesta. 26.Hay dos marchas: la estudiantil convocada por la FNET y la que fue convocada por agrupaciones de izquierda para festejar el quince aniversario del asalto al cuartel Moncada en Cuba. Al terminar la primera muchos estudiantes se dirigen al Z�calo y son reprimidos, pero luego se reconcentran en el Hemiciclo a Ju�rez con los integrantes de la segunda marcha y de nuevo atacan los granaderos con gases y aparecen como respuesta las pedradas. 27. Siguen las amenazas de la polic�a contra los estudiantes. Se allana el local del Partido Comunista. Hay paros en planteles del IPN y de la UNAM en protesta por las agresiones de la polic�a. 28. Los porros (o golpeadores) de la FNET agreden a los estudiantes que custodiaban la zona de la Prepa de San Ildefonso. Se demanda la desaparici�n de la FNET, la indemnizaci�n a heridos y familiares de los muertos, el cese de la polic�a preventiva, la excarcelaci�n de los detenidos, la desaparici�n de las fuerzas represivas y la derogaci�n del articulo 145 (disoluci�n social). La FNET y la Procuradur�a responsabilizan de los des�rdenes a los comunistas y a la izquierda radical. 29. Dos polic�as son apresados durante varias horas por estudiantes de la Prepa 7. El transporte p�blicose suspende en el primer cuadro. En la noche se registran choques violentos en la zona de San Ildefonso. La Prepa 1 y las Vocas 2. 4 y 7 se solidarizan con el paro. 30. Militares destruyen de un bazucaso la puerta colonial de la Prepa de San Ildefonso y entran al edificio con bayoneta calada. Soldados de primera l�nea intervienen en el Poli y en la UNAM. Todos los planteles de ambas instituciones suspenden clases. 31. El rector Barros Sierra protesta por ocupaci�n de planteles. El comit� de huelga del Poli desconoce a la FNET por estar al servicio del gobierno y por traicionar al estudiantado. AGOSTO 1968 1. El rector encabeza una manifestaci�n de unas 80.000 personas por el sur de la ciudad y una gran concentraci�n en la explanada de rector�a. Son desocupados los planteles educativos. 3. La FNET sigue acusando a los l�deres del movimiento de comunistas y provocadores. Lo mismo hace Fidel Vel�zquez, los empresarios y el gobierno. Dicen que los estudiantes tratan de obstaculizar los Juegos Ol�mpicos. 4. Primer documento conjunto de UNAM, IPN, Chapingo y otras escuelas, conteniendo el pliego petitorio: 1. Libertad a los presos pol�ticos; 2. Destituci�n de los generales Luis Cueto Ram�rez, Ra�l Mendiolea y teniente coronel Armando Fr�as; 3. Extinci�n del Cuerpo de Granaderos; 4. Derogaci�n del art�culo 145 y 145 bis del C�digo Penal (delito de disoluci�n social); 5. Deslinde de responsabilidades de los actos de represi�n; 6. Libertad a los presos pol�ticos. 5. Manifestaci�n de 100.000 personas de Zacatenco al Poli de Santo Tom�s. Se da un plazo de 72 horas para la soluci�n de las demandas, en caso contrario se ir� a la huelga nacional. Se plantea la unidad con la clase obrera y otras fuerzas del pueblo y se intensifica el volanteo. 6. La FNET acusa a los l�deres del comit� de huelga del polit�cnico de estar penetrados por la CIA y el comunismo. El director del IPN invita a los �verdaderos maestros y estudiantes a normalizar la situaci�n�. 8. Se constituye el Consejo Nacional de Huelga (CNH) con miembros. rurales, Chapingo, el Colegio de M�xico, de la UNAM, el IPN, las Universidad Iberoamericana, Universidad La Salle y las universidades de provincias Se plantea el desconocimiento de la FNET, se propone abrir perspectivas de libertad sindical, gestionar la semana de 40 horas, establecer control de precios y salarios a trav�s de comit�s populares y supervisar el reparto agrario atrav�s de comit�s campesinos. 13. Se efect�a una manifestaci�n de 200.000 personas del casco de Santo Tom�s al Z�calo. Se demanda la soluci�n del pliego petitorio y se repudia a la FNET. Se acuerda ampliar el movirniento a las f�bricas y a las colonias populares. Se lanzan brigadas a Cuautiti�n, Tlalnepantla y zonas ferrocarrileras. 15. El Muro, organizaci�n gansteril de derecha, lanza consignas anticomunistas contra el movimiento. A pesar de ello el Consejo Universitario apoya las demandas estudiantiles. Se organizan festivales de m�sica en la UNAM y brigadas a las zonas populares. 16. Intensas actividades en brigadas en distintos puntos de la ciudad. Se denuncia al gobierno y al charrismo sindical. La asamblea de artistas e intelectuales se integra al movimiento. El Muro sigue pidiendo la represi�n �contra los comunistas�. 18.Los estudiantes piden un di�logo p�blico con diputados y se intensifica el brigadeo en repartici�n de volantes con el fin de contrarrestar a la prensa vendida que enga�a y calumnia. 20. Ning�n diputado acude al debate. Los ternas propuestos eran: �hubo o no brutalidad por parte de los cuerpos polic�acos contra los estudiantes, maestros y ciudadanos? �hubo o no violaci�n a la Constituci�n? �son justas y operantes las demandas del movimiento? �qu� soluci�n plantean ustedes (diputados y senadores) al presente conflicto, de manera que fueran operantes para su r�pida soluci�n? 22. El secretario de gobernaci�n, Luis Echeverr�a, informa de que �el gobierno est� dispuesto a examinar, en uni�n de los sectores interesados, por conducto de funcionarios competentes en respectivas esferas, los puntos de vista de los aut�nticos maestros y estudiantes�. Propone un di�logo sereno. Los estudiantes piden fijar la fecha, hora y el lugar, con la �nica condici�n de que el di�logo sea p�blico. 23. Comunica la secretaria de gobernaci�n que acepta el di�logo p�blico y el CNH exige que esta aceptaci�n sea difundida. Se anuncia que el 27 habr� una manifestaci�n que culminar� en un mitin en el Z�calo y que algunos estudiantes se quedar�n en el lugar. 26. El CNH informa que se han iniciado contactos con la secretar�a de gobernaci�n para organizar el di�logo. Tambi�n se han organizado comisiones para plantear las demandas al gobierno. Se plantea que se establecer�n en el Z�calo guardias permanentes �hasta que se resuelva el conflicto�. Se dice que en 18 estados se apoya al movimiento. 27. Seg�n el peri�dico El D�a, m�s de 400.000 personas asisten a la manifestaci�n en demanda del pliego petitorio. En el centro del Z�calo es izada la bandera rojinegra �que s�lo fue arriada hasta que la mayor parte de los reunidos abandona el lugar. Se dice en el mitin que el di�logo debe efectuarse el 1 de septiembre en el Z�calo. 28. A la una de la madrugada fuerzas del ej�rcito, polic�a y bomberos desalojan a las guardias del movimiento que permanec�an en el Z�calo. Tres mil estudiantes fueron replegados por el ej�rcito que los persigui� y golpe� a culatazos. A partir de ese momento las autoridades responder�an con represi�n a todo intento estudiantil. 29. El gobierno organiza en el Z�calo -con miles de bur�cratas acarriados- una ceremonia oficial de �desagravio a la bandera�, ceremonia que tambi�n termina en protestas y represi�n. Ese d�a los granaderos impiden un mitin en la plaza de las Tres Culturas. 31. El CNH protesta contra la represi�n desatada y pide que cese el virtual estado de sitio en la ciudad, reafirma que no se trata de boicotear los Juegos Ol�mpicos y se�ala que no se permitir�n intermediarios en las conversaciones con las autoridades. La Voca 7 y la Prevocacional 4, en la Unidad Tlatelolco, son agredidas por civiles paramilitares. SEPTIEMBRE 1968 1. En el IV informe de gobierno D�az Ordaz denuncia un intento de boicotear los Juegos Ol�mpicos, se�ala que no ha habido violaci�n a la autonom�a universitaria y advierte que puede disponer de la totalidad de la fuerza armada y que llegar� hasta donde est� obligado a llegar. 2. El CNH indica que no dialogar� con la presi�n de los tanques y bayonetas y pide que se retiren de las calles las fuerzas armadas. 3. El CNH, en. un manifiesto, responde al Informe: �No estudiamos con el prop�sito de acumular conocimientos est�ticos. Nuestra causa como estudiantes es la del conocimiento militante, el conocimiento cr�tico que impugna, refuta, transforma y revoluciona la realidad�. 8. El CNH pide al ejecutivo que defina si acepta o no el di�logo y que deje las soluciones parciales, burocr�ticas y legalistas. Se niega la libertad a Vallejo, Campa y a otros. Se re�nen abogados a discutir el 45 y 45 bis del c�digo penal. 9. El rector de la UNAM manifiesta que �las demandas han sido satisfechas en lo esencial por el ciudadano presidente de la Rep�blica en su �ltimo informe� y pide que se restablezca la normalidad. 10. El CN H rechaza la posici�n del rector condicionada por presiones y decide seguir en huelga hasta que sea resuelto el pliego petitorio. Cinco senadores piden que se disponga del ej�rcito, la aviaci�n y la marina �en defensa de la seguridad interna y externa cuando sea preciso�, 12. Hay helic�pteros que sobrevuelan la ciudad y difunden volantes a nombre de Uniones y Sociedades de Padres de Familia de la UNAM y el IPN, donde se asienta que la manifestaci�n convocada para el d�a siguiente ser� violentada por el ej�rcito. 13 Gran manifestaci�n de silencio. Se calcula que 250.000 personas acuden al Z�calo. Mientras tanto, 123 veh�culos estacionados en las inmediaciones del Museo de Antropolog�a, de donde parti� la manifestaci�n, fueron destrozados por un grupo armado con metralletas y varillas. Nueve autos desaparecen. 15. Los estudiantes en lucha celebran el grito de independencia en la UNAM, en Zacatenco, el casco de Santo Tom�s y en la Voca7. En el Z�calo, en plena ceremonia del grito, D�az Ordaz recibe los primeros silbidos y abucheos. 17. Agresiones de grupos de choque y porros contra las preparatorias 2 y 7, las facultades y escuelas de econom�a, derecho, medicina. Un estudiante recibe un balazo en una pierna. 18. El ej�rcito ocupa la Ciudad Universitaria. Desaloja estudiantes, funcionarios y empleados de la instituci�n. El despliegue utiliza unos 10.000 soldados. Moviliza tanques ligeros, carros de asalto, transportes militares y jeeps. La secretar�a de gobernaci�n asevera que �los locales hab�an sido ocupados ilegalmente� por personas antisociales y posiblemente delictuosos�. 19. El ej�rcito informa de 1.500 detenidos. Los comit�s de lucha se concentran en Zacatenco. Las fuerzas polic�acas disuelven reuniones y tienen enfrentamientos con los estudiantes. Marcelino Garc�a Barrag�n, el secretario de Defensa, afirma que el Batall�n Olimpia dar� seguridad a las instalaciones ol�mpicas y que actu� a solicitud de la secretar�a de gobernaci�n. El rector exhorta a los universitarios a �que asuman donde quiera que se encuentren la defensa moral de la UNAM y a que no abandonen sus responsabilidades�. El PRI apoya la invasi�n y expresa solidaridad y confianza al gobierno. Los empresarios de la CONCANACO apoyan tambi�n lo que calificaron como �acci�n de orden�. 21. Apoyados por los vecinos, los estudiantes de la vocacional 7, en Tlatelolco, se enfrentan de las 7 de la noche a las 2 de la ma�ana con la polic�a. Hay incendios, veh�culos volcados, heridos, desmoralizaci�n y titubeos del ej�rcito ante la resistencia. El CNH asienta: �Frente a un poder p�blico cada vez m�s reaccionario y desprestigiado se levanta una lucha cada vez m�s popular y decidida�. 23. El rector presenta su renuncia irrevocable �por hab�rsenos impedido realizar, al menos en parte, las funciones esenciales de la universidad, y porque es insostenible mi posici�n como rector ante el enfrentamiento agresivo y abierto de un grupo gubernamental�. En el casco de Santo Tom�s se desarrolla una cruenta batalla campal entre estudiantes y polic�as. 24. Contin�a la violencia en el casco de Santo Tom�s. Hacia las tres de la ma�ana el ej�rcito ocupa la zona. Tambi�n toma la Unidad Profesional Zacatenco, �sta durante unas horas. Nuevos encuentros en la Ciudadela y en vocacionales. El jefe de la polic�a, Luis Cueto, asienta que �los elementos de la jefatura de la polic�a est�n ya armados y tienen instrucciones de actuar donde sea necesario. M�s de 7.000 profesores amenazan con renunciar si se acepta la renuncia del rector 25. La junta de gobierno no acepta la renuncia del rector. C�rculos polic�acos afirman que se impedir�n todos los m�tines. Se apedrean embajadas mexicanos en Santo Domingo, Panam�, Per�, Chile y Francia. En Helsinki se pide que el equipo de ese pa�s no asista a las olimpiadas.27. Unas 5.000 personas asisten a un mitin en Tlatelolco. La secretar�a de Defensa afirma que se desocupar� la Ciudad Universitaria �cuando las autoridades leg�timas lo soliciten�. El CNH demanda la salida inmediata de las fuerzas polic�acas y militares de los planteles polit�cnicos y universitarios, la libertad de todos los detenidos y el cese absoluto de la represi�n. 30. El ej�rcito desocupa Ciudad Universitaria; hay destrozos en las instalaciones. Ante la campa�a desatada el CNH reitera que no se propone boicotear los Juegos Ol�mpicos. OCTUBRE 1968 1. El CNH anuncia un mitin para el d�a siguiente en la plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco, y de ah� una manifestaci�n al casco de Santo Tom�s para solicitar la desocupaci�n de los planteles. 2. J�venes, adultos, mujeres, ancianos y ni�os son masacrados por la fuerza p�blica. Unos 1.500 soldados los balacean con pistolas, metralletas y rifles de alto poder en la plaza de las Tres Culturas. La emboscada se ha dispuesto de antemano para no permitir la salida de ning�n asistente (se calcula que acuden entre 5.000 y 15.000 personas). Despu�s de una se�al de guerra -luces de bengala que suelta un helic�ptero en el lugar preciso del blanco- el lugar es rodeado por el ej�rcito, que en coordinaci�n con el Batall�n Olimpia desata una cruenta balacera contra la multitud. Centenares de muertos y heridos. Unos 2.000 detenidos son vejados y golpeados a culatazos. No se permite la salida de nadie durante toda esa noche, si no es mediante identificaci�n satisfactoria al ej�rcito. Se impide la labor de la Cruz Roja y Cruz Verde. Garc�a Barrag�n declara: �El comandante responsable soy yo�. En la presidencia se afirma que �la intervenci�n acab� con el foco de agitaci�n que ha provocado el problema� y que �se garantiza la tranquilidad durante los Juegos Ol�mpicos�. 3. El senado de la rep�blica publica un documento donde considera que la actuaci�n del Ejecutivo Federal se ha apegado a la Constituci�n pol�tica del pa�s y a las leyes vigentes. Hay indignaci�n, estupor y condena por la matanza fuera de los c�rculos oficiales y en muchos pa�ses del mundo. La ciudad es vigilada estrictamente. El jefe de la polic�a culpa a los padres de familia de las recientes tragedias. La polic�a catea los edificios cercanos a la plaza de las Tres Culturas en busca de estudiantes. Se calcula que hay 1.500 detenidos en el campo militar n�mero uno 3. PERSONAJES DEL MOVIMIENTO POR CARLOS MONSIVAIS l. El brigadista -�Que c�mo le hac�amos? Llegamos al mercado, invitas al pueblo a la gran manifestaci�n, le informas de la represi�n y la intolerancia de las autoridades y del gran proyecto de educaci�n para el pueblo. La primera vez que fui sent� fr�o cuando me dicen �Orale, te toca!... En eso hab�amos quedado, pero era el mercado de Mixcoac y se me fue la voz. �Orale, contr�late� Ni modo. Pens� r�pido, voy a contar lo que s� y me consta, no porque lo haya visto todo sino porque me consta. Ya animado, miro a las se�oras y los se�ores y los chavos y los ni�os, h�jole, demasiados rostros, ni modo de verlos uno a uno, y el conjunto pues s� intimida... Mis cuates me animaron y me sub� al caj�n a decirles lo que pasaba, �sta es la hora de la justicia y la verdad y el pueblo har� valer sus derechos constitucionales... No s� por qu� pero s�lo ahora entiendo lo de los derechos constitucionales. Antes me parec�an asuntos lejan�simos, nunca hab�a tenido en mis manos un ejemplar de la famosa carta magna y lo �nico que sab�a de la Constituci�n es el chistecito �se de que la hicieron para violarla. Repartimos informativos (volanteamos) y apelamos a la generosidad (boteamos), y nos dieron dinero, m�s del esperado, y a la mayor�a le ca�mos bien los estudiantes, nom�s uno que otro se�or y una que otra se�ora se ponen paternales y maternales, y nos mandan a estudiar y a dejarnos de alborotos y yo-a-tu-edad y sus pendejadas, y en la voz se les nota la bronca que traen con ellos mismos porque a esta edad ya se casaron con la cocina, o ya se hicieron del emple�to del que no se van a zafar, pero la consigna es no rebatirles, s� se�ora, s� se�or, todos somos libres para opinar, �no quiere contribuir?, tiene usted raz�n, hay que estudiar y por eso seguimos con la huelga... �Para qu� enojarse? Pobres. si nuestra venganza es su propio aspecto, tan tieso y amargo... No entiendo a esa chava de la brigada de Ciencias que se pelea con los rega�ones y les exige razones y los manda muy lejos con sus sermones, porque usted no tiene argumentos, se�or usted puro malos recuerdos de su adolescencia, y la chava se irrita y se indignan con ella gritan que el sitio de la mujer, y ella los env�a al mism�simo carajo, tan lejos o tan cerca como est�. A lo mejor tiene raz�n, hay cada imb�cil como los de la manifestaci�n del primero agosto, la del rector, la del rector Barros Sierra, desde sus balcones hicieron rega�aban y gritaban: �g�evones, comunistas!, y algunos les hicieron sus cosas en el mismo tono y los de la comisi�n de vigilancia no localizaron a los rega�adores y se pusieron enfrente y ped�an no contestar a las provocaciones, aunque por eso estamos aqu� veces tragarse el insulto tamos aqu�, para no soportar a quienes siempre nos han tratado a mentadas y puntapi�s. En el mercado no te enfrentas a enemigos temibles sino a la curiosidad ajena, que es una pinche c�rcel. Al meterme a la brigada les previne que no hablaba ni en la regadera, pero ni modo me toc� elturno y al fin que nadie me conoce, y alc� la voz, reclam� el inter�s de los presentes perd� el control de sus palabras, las, frases se me insurreccionaron y me di cuenta que qui�n sabe qu� estaba diciendo, algo novedoso para m� mismo, nunca antes supe de mi facilidad para reproducir discursos que no escuch� de modo consciente, y all� me tienes arengando a los compa�eros populares, el gobierno reprime y nos mata a los estudiantes por defender los derechos de los humildes que son los tuyos. Pueblo, ap�yanos porque tu causa es la nuestra, asiste a la gran manifestaci�n, ent�rate, difunde nuestro Pliego petitorio, marcha al lado de tus hijos... acab� con la boca seca reprimida y aliviado sin siquiera preguntar ��qu� tal estuve?, porque convinimos en eliminar esa pregunta para evitar respuestas sinceras. De acuerdo, no me met� en esto para brillar, sino para cumplir con el Movimiento, salir con la brigada votantear, treparme a los camiones, meterme a, informar en billares Y estaciones de autobuses, entrar a los restaurant burgueses para echarles a perder la digesti�n a los cabrones, ir ciudad a las secundarias a contarte a los chavos lo mucho que los odia el gobierno, vencer el susto, aguantarme el sudor, conocer la ciudad a ritmo de v�rtigo, salir huyendo de todas partes, invocar la sorna cuando alguien dice o escribe del r�gimen de libertades Pues estas son mis nuevas creencias y mis nuevos olvidos, jam�s present� el impacto que en m� tendr�an esos cuates tan aburridos que trazan coordenadas a prop�sito de la econom�a capitalista en el virreinato. Resulta que los tom� muy en serio, y que un mont�n de sus frases permanece intacta en mi memoria. Ser� lo que sea, pero este pinche gobierno no se va a salir con la suya. Il. El pol�tico profesional -Esos pinches estudiantes no saben de qu� carajos hablan. Yo s� s�, he vivido este pa�s, lo conozco, tengo la obligaci�n de conocerlo. No es f�cil entender a M�xico, sus reglas y excepciones (aunque la primera regla es que no hay excepciones). Para enterarse de lo que es M�xico se necesita tiempo y algo m�s. No cualquier pendejo intelige... Por eso me joden �stos. �Se dieron cuenta de a qui�n sirven? �Calcularon el costo de sus acciones? �Y de sus palabras, carajo!... Que el sistema esto, que el sistema lo otro... �Y qui�n le dio trabajo a sus pinches padres para que los mandaran a estudiar? �La divina providencia? �La ONU?. No hijos de la chingada, el sistema, ese mero... Y no se olviden que lo principal, el nombre de nuestro vecino (Guatemala no llega a vecino, es hermano separado). Si estos chamaquitos no estudiaron geograf�a, �a qu� fueron a la escuela? No, mano, la est�n pendejeando con sus ataques a las instituciones y sus insultos a se�or presidente. Mira, cuando entr� a la pol�tica, aprend� lo esencial, que est� a la vista: en este pa�s hay tres situaciones intocables. Los sem�foros, para que no choquemos; la virgen de Guadalupe, por si de veras hay m�s all�, y el presidente de la rep�blica, que nos recuerda lo b�sico: mientras hay jerarqu�a tendremos nuestro lugarcito. Sin jerarqu�a, no habr� espacio para nosotros ni yendo a bailar a Chalma. A estos cabrones los manipula el Partido Comunista o la CIA o Cuba o qui�n sabe qui�n. El gobierno ha sido paciente, muy paciente. Te juro que me hierve la sangre con su falta de respeto y sus sandeces. �Qu� les consta a estos cretinos de lo que es gobernar, de lo que es hacer pol�tica?. Hacer pol�tica es resignarse a entrarle a la mierda, que all� nades y flotes y que casi te cubra hasta las orejas, pero s� ves lo que pasa y por eso sacas este desmadre a flote. Hacer pol�tica no es andarse con mamadas de pliegos petitorios, ni correr a lo loco por las calles ofendiendo a los adultos. Los pol�ticos le toman el pulso a la naci�n, y son los �nicos conscientes del poder de nuestros enemigos de siempre y nuestra fuerza indomable: la paciencia hist�rica. Un pol�tico no duda: poco a poco la vamos haciendo, pero con nuestro ritmo. Con porras y mantas y pinches exclamaciones copiadas de los franceses o de los gringos no se llega a ning�n lado. Estos jodidos andan pidiendo mano dura y la van a conseguir porque aqu� no andamos con jaladas y nos vale madre el contrabando de h�roes y las boinitas milagrosas. Ya se desfogaron, v�yanse a sus casas. Si siguen jodiendo, lo que sigue es lo que marca la ley: una punta de chingadazos; y si nos dicen que la ley no marca eso, otra punta de chingadazos. Bajo presi�n no se concede. Nom�s falta que unos pobres cabrones tarugos nos ense�en a gobernar (Tomado de Equis, Cultura y Sociedad. Septiembre 1998) 4. YUCATAN EN 1968 En 1968 gobernaba el estado de Yucat�n Luis Torres Mes�as; en la presidencia municipal de M�rida estaba el panista V�ctor Correa Rach�. Un senador por Yucat�n era Carlos Loret de Mola y una diputaci�n federal la ocupaba V�ctor Manzanilla Schaffen La empresa Cordemex la dirig�a Miguel Olea Enr�quez y el Banco Agrario estaba a cargo de Rodolfo Khune Guti�rrez. A la cabeza de la Liga de Comunidades Agrarias (CNC) estaba V�ctor Cervera Pacheco y la Federaci�n de Trabajadores de Yucat�n (FTY), a unas semanas de fundada, era presidida por Gonzalo Navarro B�ez. El arzobispo era Fernando Ruiz Sol�rzano y el presidente nacional de la juventud cat�lica era Carlos Castillo Peraza El dirigente de la FEU era Luis Jorge C�rdenas L�pez y el de la FEY Jos� Ses�n Graniel. Los obreros cordeleros, los m�s combativos en el estado despu�s de una larga huelga de 48 d�as, que concluy� el 30 de junio, salieron derrotados por Cordemex. Los panistas estuvieron entretenidos el mes de septiembre en la expulsi�n del diputado local Julio Moreno y del regidor Trueba Barrera. La izquierda en Yucat�n no ten�a la menor presencia. En cuanto a desplegados, un se�or Gustavo Arce P�rez publica el 18 de agosto una plana en el Novedades de Yucat�n en contra del movimiento estudiantil; dos d�as despu�s, en dos p�ginas de ese mismo diario, firmado por Horacio Qui�ones, se publican fotos y textos ofensivos al movimiento, acus�ndolo de estar penetrado por la CIA. En el Diario de Yucat�n, el 9 de septiembre se publica un desplegado firmado por Rafael Cervera, de la C�mara de Comercio de M�rida; por Enrique Trava, de la CNIT (Yucat�n) y por Alberto Sauri, del Centro Patronal. En �l felicitan a D�az Ordaz por su informe y se manifiestan en contra del movimiento estudiantil. Ese mismo d�a Ra�l Ancona y Ancona publica un art�culo en el que se manifiesta contra los �disturbios� estudiantiles. 5. MOVILIZACION ESTUDIANTIL EN MERIDA EN 1968 Es importante recordar que en 1968, a ra�z de la invasi�n y toma de las instalaciones de Ciudad Universitaria por el ej�rcito mexicano, y de la gigantesca manifestaci�n de protesta encabezada por el rector Barros Sierra, que se realiz� en la ciudad de M�xico, en la Universidad de Yucat�n creci� tambi�n el descontento. Desde el 19 de septiembre, a ra�z de que se publicaron las noticias de la ocupaci�n de CU, comenzaron las concentraciones. Desafortunadamente �stas s�lo duraron hasta el 26 porque no hab�a n�cleos que le dieran continuidad. Se recuerda que el s�lo anuncio que el rector, el Lic. Francisco Repetto Mil�n, intervendr�a en el movimiento, arranc� gran entusiasmo y una cantidad de aplausos entre los profesores y estudiantes presentes. En aquella ocasi�n en rector se�al�: �Estamos aqu� reunidos para lamentar, apenados, el que se haya cumplido el dicho de que los soldados latinoamericanos son los m�s correctos del mundo, porque siempre est�n dentro de las universidades�. El rector propuso los siguientes puntos: 1. Declarar en�rgica protesta por la vulnerabilidad de la Universidad Aut�noma de M�xico que hiere a todo universitario. 2. Comunicar al Sr. presidente de la Rep�blica y autoridades la solidaridad y simpat�a a los estudiantes de la UNAM y a su rector Barros Sierra. 3. Hoy a las diez de la ma�ana se llevar� a cabo en la universidad una ceremonia que consistir� en izar la bandera nacional a media asta, en se�al de duelo y protesta. La asamblea de m�s de 1.500 universitarios se reuni� en el auditorio �Cepeda Peraza� de la UadY al grito: �La universidad est� de duelo�. Los oradores fueron: Rafael Castilla Peniche (hoy, lo mejor del PAN), Agust�n Men�ndez Rodr�guez (abogado radicado en el DF), Allen Urbina Aznar y Jorge Fern�ndez Souza (hoy, funcionario del gobierno de C�rdenas en el DF). Se dijo: �No haremos huelga pero manifestaremos abiertamente nuestro repudio. El d�a 20, con el patio central del edificio universitario absolutamente lleno, incluyendo los balcones de las otras dos plantas, se realiz� el izamiento de la bandera. Fueron varios los oradores los que exhortaron a la juventud a solidarse. La prensa nacional y las cadenas de radio, de manera permanente, arremet�an contra el movimiento estudiantil de la ciudad de M�xico y buscaban cualquier pretexto para tratar de desprestigiarlo. El jueves 26 de septiembre, por iniciativa de la FEU, se realiz� una marcha silenciosa contra aquella ocupaci�n militar de CU y la represi�n estudiantil en la ciudad de M�xico. Caminaron unos 800 estudiantes presididos por el rector Repetto Mil�n. Salieron del edificio central a las 5 de la tarde y caminaron sobre la calle 60 hasta llegar al Monumento a la Patria, en el Paseo Montejo. Concluy� el acto una hora despu�s con el canto del himno nacional. Qued� el edificio universitario totalmente cubierto de propaganda que representaba a �gorilas�, �borregos�, �perros�, �fusiles�, �cascos� y �tanques�. Una vez en la marcha, los manifestantes sacaron a relucir unas 20 pancartas con textos como estos: �Prensa corrupta, cu�ndo hablar� con la verdad�. �Patria: cu�ntos cr�menes se cometen en tu nombre�. �El derecho a la libertad no se mendiga, se toma�. Mientras en Yucat�n continuaba la �paz y el orden�, en el D.F., en Puebla, en Michoac�n, Guerrero, Sinaloa y otros estados, los estudiantes y profesores estuvieron luchando por una universidad democr�tica y m�s ligada a los problemas que viv�a la sociedad en su conjunto. Esos problemas fueron acumul�ndose hasta llegar al estallido de 1968. En tanto en Yucat�n todo continu� bajo control y los funcionarios del gobierno siguieron entrando a la universidad sin protesta alguna. En esta instituci�n, el gobierno y la iniciativa privada de la entidad, en firme unidad, se aprovecharon de los profesionistas preparados con el presupuesto que toda la poblaci�n pag�. �Qu� vamos a hacer, as� estaban las cosas! El Diario de Yucat�n, como un repudio a la manifestaci�n universitaria realizada en defensa de la autonom�a, public� lo siguiente: VERSOS DE PLAZA MAYOR MASCARADA
6. CONSECUENCIAS Y RESULTADOS DEL 68 A pesar de la brutal represi�n, del encarcelamiento de l�deres, as� como de los estudiantes muertos -tanto en Tlatelolco como a lo largo del movimiento de 1968- en los siguientes meses el gobierno tuvo que dar marcha atr�s en sus desp�ticos m�todos, para poder lograr restaurar la confianza y su poder. Diez d�as despu�s de la masacre del 2 de octubre se inauguraron los Juegos Ol�mpicos en medio de muchas protestas nacionales e internacionales. El gobierno y los medios de comunicaci�n, que se dedicaron a calumniar y tergiversar el movimiento estudiantil, continuaron su campa�a para justificar la represi�n. En 1969, como se acostumbraba entonces, el presidente D�az Ordaz design� a Luis Echeverr�a Alvarez (LEA) como candidato del PRI y su seguro sucesor. Este, a pesar de ser un tecn�crata que se hab�a desarrollado a la sombra de altos funcionarios y que, como secretario de gobernaci�n, se ve�a l�gicamente implicado en la feroz represi�n, desde los primeros discursos de su campa�a como candidato del PRI, reconoci� la justeza del movimiento estudiantil, lo equivocado de la represi�n y que su gobierno ser�a de �apertura democr�tica�. La realidad es que nadie crey� aquel discurso, aunque s� se supo que D�az Ordaz estuvo a punto de retirarlo como candidato oficial. Los intelectuales Paz, Fuentes, Ben�tez, Monsiv�is, etc., y, en general, los universitarios, rompieron con D�az Ordaz; por ello, para recuperar a los intelectuales, a los universitarios, en general, a las clases medias, Echeverr�a instrument� su discurso del �nacionalismo revolucionario�, su llamado a apoyar al �tercer mundo�, su divisa de �apertura democr�tica� y su �arriba y adelante�. Pero lo m�s importante fue su denuncia en el sentido de que el modelo econ�mico de �desarrollo estabilizador� hab�a reconcentrado la riqueza del pa�s entre unas cuantas familias y que su gobierno impondr�a el modelo de �desarrollo compartido� que beneficiar�a a las mayor�as. La educaci�n fue la m�s beneficiada por las luchas de 1968. Echeverr�a multiplic� el presupuesto y cre� gran cantidad de escuelas: el Colegio de Ciencias y Humanidades, la Universidad Aut�noma Metropolitana, el Colegio de Bachilleres, las Unidades de Estudios Superiores, las Telesecundarias, etc. Los discursos de LEA sonaron y asustaron mucho a los empresarios; con ello pretendi� frenar cientos de huelgas obreras, movilizaciones estudiantiles y campesinas, pero sobre todo, a la guerrilla urbana que encabez� la Liga 23 de Septiembre y la guerrilla rural de Genaro V�zquez y de Lucio Caba�as en el estado de Guerrero. Las libertades conquistadas en la d�cada de los sesenta ahora tienen una gran trascendencia: se debilit� y comenz� a desaparecer el autoritarismo y/o despotismo de los padres sobre los hijos, del marido sobre su mujer, del profesor sobre los estudiantes, del jefe sobre sus empleados, del empresario sobre sus obreros, del dirigente pol�tico o sindical sobre sus subordinados. Se hizo presente la lucha de la mujer por el libre uso de su cuerpo; se plante� la despenalizaci�n del aborto; se manifest� el derecho de los ni�os; la lucha de los homosexuales por salir del closet y todas las batallas a favor de las mayor�as y minor�as. 7. �C�MO ESTAMOS A DOS 0 TRES DECADAS DE AQUELLAS BATALLAS? De 1980 a 1989, seg�n un estudio de los investigadores Gil Ant�n y Fern�ndez M�rquez, publicado en la revista �Universidad Futura�, las entidades con mayor n�mero de estudiantes de ense�anza superior entonces, basados en datos de la ANUIES, fueron: el D.F. con 247.000, Jalisco con 96.000, el estado. de M�xico con 90.000, Puebla con 84.000 y Nuevo Le�n con 72.000. Yucat�n report� en 1989 11.000 estudiantes. En cuanto al crecimiento Tlaxcala pas� de 1.451 en 1980 a 6.872 en 1989; Guerrero de 6.161 a 19.908; Campeche de 1.409 a 4.429 y Sonora de 11.611 a 35.990. Yucat�n pas� de 7.252 a 11.174. Se puede ver que las universidades de Tlaxcala y Campeche tuvieron su primer crecimiento; en cambio la de Guerrero y Sonora, alcanzaron importante presencia. El crecimiento de nuestra instituci�n durante esa d�cada fue muy conservador. En cuanto al crecimiento de la matr�cula en ese mismo nivel durante esos 10 a�os, 1981 y 1982 fueron los m�s altos (superior al 7 %); posteriormente va cayendo hasta llegar a 0,14 % en 1987, para recuperarse en 1988 y tener una nueva baja en el siguiente a�o. En lo que se refiere a la evoluci�n de la matr�cula en �reas de conocimiento de 1980 a 1989, se ve claramente el dominio e incremento de las ciencias administrativas (46.4%), ingeniero y t�cnicas (30.6%) sobre la educaci�n y las humanidades (3.2) y las ciencias naturales y exactas (2.5). Los datos anteriores pueden darnos una idea de las tendencias educativas y la composici�n del sector estudiantil. Los aproximadamente quince mil estudiantes con que cuenta la UadY hoy, distribuidos en 17 escuelas y facultades, se podr�a decir que no pertenecen a organizaci�n estudiantil alguna para la defensa de sus intereses dentro y fuera de la Universidad. En algunas de las escuelas suelen aparecer peque�os grupos de cinco o diez j�venes que se organizan para hacer un peri�dico mural, sacar una peque�a revista, como n�cleo impulsor de alg�n candidato a la Sociedad de Alumnos o para representante al Consejo. Para la gran base estudiantil no existe la m�s m�nima preocupaci�n, ni siquiera la idea de conformar alg�n n�cleo que le permita discutir colectivamente asuntos que le competen como universitarios. El estudiante de la UadY se entretiene en otros asuntos. No parece interesarle la discusi�n de nada. Si, por ejemplo, el autor de un libro tiene raz�n o no, si el planteamiento de una pel�cula o de un conferencista fue interesante o intrascendente, si los programas que llevan y sus profesores son los m�s adecuados, si el servicio de transporte es caro, el tr�fico m�s complicado o su colegiatura es baja o impagable, etc. Lo que parece importarle tiene m�s que ver con el individualismo: aprobar la asignatura a como d� lugar, cumplir la tarea al gusto del profesor, someterse, aunque duela, a las disposiciones reglamentarias. �Ser� realista, acomodaticio, inteligente, muy pr�ctico o despreocupado, ese comportamiento? Desde hace varias d�cadas existe la Federaci�n de Estudiantes Universitarios (FEU) y hace algunos lustros surgi� el llamado Frente Estudiantil Universitario; ambos con la idea de agrupar al mayor n�mero de representantes estudiantiles electos en cada dependencia universitaria. En ning�n momento de la vida de esos organismos se manifest� de manera coherente alguna posici�n ideol�gica, alguna fundamentaci�n pol�tica o econ�mica, que hablara del papel del estudiante o de la universidad en la sociedad; pero al mismo tiempo, en casi ning�n momento, los directivos de esos organismos han dejado de solicitar y recibir �ayudas� de las autoridades universitarias, de los funcionarios gubernamentales y de uno que otro empresario o comerciante. Al parecer s�lo logran el cargo para asegurar esas jugosas �ayudas o �gallazos�. Nunca se enriquecieron los l�deres con lo que recib�an, pero s� la pasaban bien; los dadores de esas �regal�as� garantizaban con ello mucho control, mucho apoyo y una permanente garant�a para usar esos organismos para otros asuntos; incluso en muchas entidades fueron contratados por las autoridades y por pol�ticos, como grupos de choque, as� surgi� el llamado �porrismo� agresivo y violento. Pero tambi�n esas organizaciones sirvieron como entrenamiento y escal�n para la obtenci�n de cargos gubernamentales; quiz� el 90% de los personajes que han ocupado cargos de gobierno en Yucat�n, antes fueron prominentes directivos de la FEU, la FEY y m�s recientemente del Frente. En el DF y algunas entidades donde hubo definiciones ideol�gicas fundamentadas, los antes l�deres estudiantiles conforman hoy la oposici�n pol�tica, se han dedicado a la docencia, a la investigaci�n, al periodismo o a la simple meditaci�n. En varias universidades del pa�s: la de Puebla, la de Guerrero, la de Sinaloa, la de Oaxaca, pero particularmente en las del D.F. (UNAM, UAM), buen n�mero de estudiantes se organizan, debaten de manera amplia y profunda los problemas de la universidad, de la educaci�n y los asuntos del pa�s; redactan documentos de an�lisis y de cr�tica, realizan congresos en los que presentan ponencias, se solidarizan activamente con las luchas de los trabajadores y, en varias ocasiones, se manifiestan en las calles para protestar contra las pol�ticas gubernamentales equivocadas. Es dif�cil medir, pero s� se puede comprender mediante el an�lisis y la reflexi�n, los grandes alcances del gran movimiento estudiantil de 1968 en muchos campos y en todos los niveles educativos. A muchas autoridades universitarias, as� como a las del pa�s, no les interesa, al parecer, impulsar la participaci�n independiente y elevar el nivel de comprensi�n de quienes conforman la comunidad. La visi�n de muchos de los que se mantienen en el poder es muy limitada y oportunista; s�lo les preocupa conservarse en �l a como d� lugar. �Es posible creer acaso que el presidente, el PRI, el presidencialismo mexicano, va a permitir que alguien le dispute el poder?. Al parecer, para ese poder, pensar es un peligro y actuar en consecuencia lo es m�s. Pero en la universidad no debe tener cabida ese conservacionismo puesto que ella debe ser cambio, b�squeda, an�lisis y cr�tica; �nica forma de avanzar. En el D.F. y en otras universidades de los estados, desde aquellos meses de 1968, fueron sepultadas las llamadas �sociedades de alumnos� y en su lugar se organizaron los �comit�s de lucha� que m�s adelante se constituir�an en consejos, cogobiernos o autogobiernos. Esas �sociedades de alumnos� eran directivas con cargos jer�rquicos en la que el presidente u otro directivo asum�an la representatividad absoluta para negociar, recibir �ayudas� y gestionar asuntos. A los funcionarios les gustaba que as� fuera porque les era muy f�cil entenderse con uno o con dos de los directivos. Por el contrario los �comit�s de lucha� ten�an que tener delegados por sal�n y para cada gesti�n ten�an que intervenir todos y estaba prohibido que alguien negociara a espaldas de los acuerdos de base. Llegaron a desvirtuarse por el asamble�smo y los controles de partidos, pero fueron el germen de gobiernos escolares m�s o menos democr�ticos y tambi�n los enterradores del brutal despotismo en escuelas y universidades. A principios de la d�cada de los setenta, en la ciudad de M�xico, en las facultades de Arquitectura, de Econom�a y en los planteles del CCH de la UNAM, as� como en la Escuela Nacional de Antropolog�a; m�s adelante en las universidades de Puebla, Guerrero, Sinaloa, etc., se establecieron autogobiernos o cogobiernos que lograron avances importantes en el proceso de democratizaci�n de esas universidades. La respuesta de� gobierno federal fue violenta, sobre todo en el rengl�n de� presupuesto, pero con esas luchas se logr� una enorme concienciaci�n entre el estudiantado y la poblaci�n. Queda a�n cierta conciencia de aquellas batallas, algunas estructuras educativas y una manifiesta transformaci�n de los acad�micos. Los estudiantes siguen siendo el sector m�s importante, la base y la causa de los centros educativos. Si bien los acad�micos conforman el cuerpo pensante y maduro, son los estudiantes quienes por su juventud, su impulso transformador y su emotivo esp�ritu, los m�s abocados a romper con todo lo que huela a inmovilidad y estancamiento en la universidad. Lo que necesitan hoy es sacudirse del conformismo que los tiene aprisionados. Con raz�n el fil�sofo Jos� Ingenieros dec�a que los j�venes no necesitan programas que marquen un t�rmino, sino ideales que se�alen el camino. La meta importa menos que el rumbo. Quien pone bien la proa no necesita saber hasta d�nde va, sino hacia d�nde. Los pueblos, como los hombres, navegan sin llegar nunca; cuando cierran el velamen, es la quietud, la muerte. Los senderos de perfecci�n no tienen fin. Belleza, Verdad, Justicia, quien sienta avidez de perseguirlas no se detenga ante f�rmulas reputadas intangibles. Frente a los viejos que recitan credos retrospectivos, entonan los j�venes himnos constructivos. Es de pueblos exhaustos contemplar el ayer en vez de preparar el ma�ana. (Ingenieros, 1982). 8. LOS LIDERES ESTUDIANTILES DE AYER Y DE HOY El liderazgo estudiantil universitario en Yucat�n se encuentra hoy en el mismo nivel en que lo dejaron el Davy L�pez D�az, Jes�s Viana Andueza, Antonio Vargas Ayuso, V�ctor Cervera Pacheco y algunos m�s, en los a�os cincuenta y principios de los sesenta: b�squeda de cargos para aprovecharse en el momento de ellos; carencia total de preparaci�n pol�tica e ideol�gica, oposici�n a la participaci�n pol�tica de las bases; encuadre dentro de las estructuras del gobierno y del PRI; fuerza de choque ante el surgimiento de voces y acciones independientes. Las �nicas manifestaciones pol�ticas que recuerdo en aquellas �pocas, en las que se movilizaron a los estudiantes para ajustar cuentas entre pri�stas, fueron las de 1952 contra la imposici�n de Marentes Miranda en gobernatura; la de 1966 encabezada por Cervera Pacheco que contribuy� a la desestabilizaci�n del gobierno de Torres Mes�as y la de 1973 contra el gobernador Loret de Mola para que Chi G�ngora recuperara la presidencia municipal de M�rida. La movilizaci�n que se desat� en 1974, a ra�z del asesinato del abogado Calder�n Lara, no fue esencialmente estudiantil sino una justa lucha popular; aunque no faltaron estudiantes que se solidarizaron con aquellas batallas. En otros estados y universidades, tales como la UNAM, las universidades de Chapingo, Puebla, Michoac�n, Guerrero, Sinaloa, Oaxaca y, m�s recientemente, en la UAM y el CCH, los estudiantes enfrentan ideas, posiciones pol�ticas, defienden proyectos, programas, materias, orientaci�n del presupuesto; por el contrario, en nuestra pobre universidad, los estudiantes se pelean por ver qui�n controla a m�s presidentes y consejeros de facultad, qui�n logra arrancar m�s dinero para diversiones, qui�n recibe m�s �tiles deportivos y �ayudas� que no informa y qui�n logra m�s fuerza ante los profesores para obtener calificaciones aprobatorias. La realidad es que en 35 a�os no he conocido a l�der estudiantil alguno con ideas acad�micas o pol�ticas, ni alguna publicaci�n estudiantil reflexivas y anal�ticas. En Yucat�n, a quienes les gustaba la pol�tica en aquellos fines de los cincuenta, exceptuando a Granja Ricalde, G�ber Arjona, Mart�nez Men�ndez y algunos m�s, escog�an la escuela de Derecho; esa carrera era la �nica alternativa para aquellos que hab�an estado en contacto con funcionarios de gobierno y con el pri�smo. En el PRI todos los presidentes de la rep�blica, desde Alem�n, y la mayor�a de los integrantes de sus gabinetes, hab�an sido abogados; tambi�n el PAN -nacionalmente- era dirigido esencialmente por egresados de la carrera de Derecho. S�lo varios lustros m�s adelante surgieron en la UadY carreras sociales como Econom�a y Antropolog�a. Con la imposici�n de la tecnocracia y la productividad va a ser dif�cil que surjan en Yucat�n las carreras de Filosof�a, Ciencias Pol�ticas o Literatura, porque no producen dinero. Lo anterior me hace recordar que en la UNAM las batallas estudiantiles que se dieron en 1966 y despu�s en 1968, fueron encabezadas por los l�deres de las facultades de Ciencias Pol�ticas, de Filosof�a y Letras, de Ciencias y de Econom�a. Recuerdo que alguna vez entre �chacota� y verdad un l�der de la Facultad de Derecho de la UNAM nos dijo: �No vayan a dejar el movimiento estudiantil en nuestras manos porque lo vendemos�. Ese era el prestigio de esa facultad en aquellos a�os en que destacaron Castro Bustos, S�nchez Duarte, Rojas Bernal, Espiridi�n Pay�n y muchos otros conocid�simos l�deres del momento que han sido y siguen siendo altos funcionarios del gobierno pri�sta. La mayor�a de los l�deres que destacaron en los a�os antes mencionados en las Facultades de Ciencias Pol�ticas, Filosof�a, Ciencias y Econom�a de la UNAM, se convirtieron luego en investigadores, profesores, escritores, literatos, periodistas y l�deres de oposici�n de izquierda; aunque muchos tambi�n, de manera inteligente y un tanto vergonzante, han aceptado cargos p�blicos; por el contrario, son muy pocos los abogados que se hicieron intelectuales y que permanecen en la oposici�n pol�tica. Nada m�s habr�a que revisar revistas como Proceso, Vuelta, Nexos, el peri�dico La Jornada, etc., para contabilizar y conocer por d�nde andan aquellos l�deres estudiantiles de los sesenta. En Yucat�n el sector estudiantil menos atrasado pol�ticamente, por obvias razones, es el de la Facultad de Ciencias Antropol�gicas, aunque tambi�n comienzan a surgir en algunas escuelas n�cleos estudiantiles interesados en el cine club, en las conferencias, en los c�rculos de estudio, est�n m�s interesados en acontecimientos de car�cter acad�mico y de pol�tica social. Quiz� son los �nicos que no se aprovechan de los subsidios y prebendas que reparten funcionarios de gobiernos y de la UadY para seguir corrompiendo. Aunque tambi�n es justo recordar que los estudiantes de la Facultad de Medicina, por un lado, los de Qu�mica, por otro, hace algunos a�os plantearon demandas acad�micas y paralizaron sus facultades para lograr el cumplimiento de sus demandas que, al parecer, lograron a medias. Tanto a la UadY como a la sociedad yucateca le conviene que los estudiantes salgan de sus carreras con una preparaci�n integral. Que conozcan bien la t�cnica de su profesi�n, pero m�s importante es a�n que posean un conocimiento profundo del contexto socioecon�mico en que se desenvuelven y la necesidad de que comprendan que por encima de cualquier profesi�n est� la humanizaci�n de la sociedad en que viven y de las relaciones que establecen. De lo contrario se seguir�n formando profesionistas que les importa un bledo lo que pasa a su alrededor al estar s�lo preocupados por sus intereses particulares. OBRAS BASICAS DE CONSULTA -Gonz�lez de Alba, Luis. Los d�as y los a�os. Era. 1973 - Monsiv�is, Carlos. D�as de guardar. Era. 1976 - Poniatowka, Elena. La noche de Tiatelolco. Era. 1975 - Ram�rez, Ram�n. El movimiento estudiantil. Era. 1977 - Revueltas, Jos�. M�xico 68. Era. 1976 - Zerme�o, Sergio. M�xico: una democracia ut�pica. Siglo XXI. 1977 PELICULAS: Rojo amanecer, El grito, Canoa y El bulto REVISTAS: �Por qu�?, Proceso, Nexos- PERIODICOS: Exc�lsior, El D�a, Diario de Yucat�n, Novedades de Yucat�n, Diario del Sureste y La Jornada OTROS TRABAJOS DEL AUTOR La Universidad de Yucat�n. Ed. Autogesti�n. Yucat�n 1994 Educaci�n P�blica: M�xico y Yucat�n. Universidad Aut�noma de Yucat�n. 1993 Los cordeleros 1933-1983. Ed. SCY-UDY. Yucat�n 1984 (primera edici�n 1981) La pol�tica en Yucat�n en el siglo XX. Maldonado Editores. Yucat�n 1985 Rese�a hist�rica de las haciendas henequeneras. UADY-Escala Bogot� 199 Los ferrocarrileros: un siglo de historia. FAUADY 1998 (en edici�n Varios folletos sobre partidos pol�ticos, alba�iles, movimiento obrero. |
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