Discursos en Facebook y Twitter sobre el uso educativo de móviles en el aula.


Universidad Rey Juan Carlos, España
Universidad de Girona, España
Universidad de Castilla-La Mancha, España

Resumen

Introducción: Los mensajes sobre el uso pedagógico de los móviles en el aula generan debate en las redes sociales y logran crear opinión en la ciudadanía. Los objetivos de este trabajo son: analizar las características de los discursos que se difunden en Facebook y Twitter sobre el uso educativo de los móviles en el aula, según si los argumentos que defienden se basan en la promoción, la prohibición o la indeterminación, e identificar los perfiles de sus principales agentes emisores, así como el tipo de contenido argumental de los mensajes que tienen mayor impacto. Metodología: Se plantea un estudio descriptivo transversal. Se analizan 142 mensajes en español o inglés, sin excluir su procedencia geo- gráfica, desde una aproximación mixta empleando el criterio de engagement para clasificar su relevan- cia. Resultados: Los resultados muestran que la argumentación predominante es la de la promoción del uso educativo de móviles en el aula siendo los profesionales de la educación quienes mayorita- riamente la publican. Los argumentos de prohibición son emitidos principalmente por los medios de comunicación y los perfiles institucionales, siendo estos mensajes los que tienen mayor repercusión. Discusión: Teniendo en cuenta que el liderazgo informal generado en las redes sociales puede provo- car cambios en la agenda social y/o política, se destaca la relación hallada entre el tipo de usuario y el tipo de mensaje emitido. Conclusiones: Entre otras, se observa que las críticas y recelos al uso de los móviles en el aula se deben a la confusión generalizada entre móviles y redes sociales.

PALABRAS CLAVE: Educación; móvil; centros educativos; aula; discurso; Facebook; Twitter.

Speeches on Facebook and Twitter about the educational use of smartphones in the classroom

Introduction: Messages about the pedagogical use of smartphones in the classroom generate debate in social networks and bring about opinion among citizens. This paper aims to analyze the characte- ristics of the messages, that are disseminated on Facebook and Twitter about the educational use of smartphones in the classroom according to whether the arguments they defend are based on promotion, prohibition, or indeterminacy; and to identify the profiles of their main issuers, as well as the type of argumentative content of the messages that have the greatest impact. Methodology: A descriptive study was carried out. 142 messages in Spanish or English are analyzed, without excluding their geo- graphical origin, from a mixed approach using the engagement criterion to classify their relevance. Re- sults: The results show that the predominant argumentation is the promotion of the educational use of smartphones in the classroom, being education professionals the predominant publishers. Arguments for prohibition are mainly issued by the media and institutional profiles, and these messages have the greatest impact. Discussion: knowing how the informal leadership generated in social networks can lead to a change in the social and/or political agenda, the relationship found between the type of user and the type of message they emit, confirm the relevance of the present study. Conclusions: Ultimate- ly, we find that the criticisms and misgivings about the use of smartphones in the classroom are due to the widespread confusion between the use of smartphones and the use of social networks.

KEYWORDS: Education; mobile phone; schools; classroom; speech; Facebook; Twitter.

La presente investigación se enmarca en el proyecto «Jóvenes y móviles en el aula. Discursos y dinámicas de prohibición, promoción e indeterminación» PID2019-108041RB-100, financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación del Gobierno de España/Agencia Estatal de Investiga- ción/10.13039/501100011033. 2020-2023.

Keywords

Education, mobile phone, schools, classroom, speech, Facebook, Twitter

Cómo citar este artículo / Referencia normalizada

Mellado-Moreno, P. C., Patiño-Masó, J., Ramos-Pardo, F. J., Estebanell-Minguell, M. (2022). Discursos en Facebook y Twitter sobre el uso educativo de móviles en el aula. Revista Latina de Comunicación Social, 80, 225-240. https://www.doi.org/10.4185/RLCS-2022-1541

CONTENIDO

Introducción 2 Objetivos 3 Metodología 3 1 Engagement 4 Resultados 5 Discusión/Conclusio-

Introducción

El gran despliegue tecnológico y la revolución comunicativa vivida a principios del siglo XXI con la irrupción de Internet como red global de comunicaciones y la paulatina sustitución de los medios de comunicación tradicionales como fuentes de información y de interacción social, no se entendería sin la invención y popularización de los móviles en la última década (Sancho-Gil, Rivera-Vargas, & Miño-Puigcercos, 2019). El término móvil agrupa a todo tipo de dispositivos tales como tabletas, smartwatches, e-books, teléfonos móviles y smartphones (Ramírez-Montoya & García-Peñalvo, 2017). El impacto generado por dichos dispo- sitivos en los jóvenes en edad escolar no es ajeno a este auténtico fenómeno de comunicación y/o de relación social dado que su popularidad, facilidad de acceso y conectividad han favorecido que este sector de población los haya incorporado en su socialización y/o entretenimiento habitual (Medrano, López, & Díaz, 2017).

Según el Instituto Nacional de Estadística (2020), en España, el 22,1% de los niños y niñas de 10 años tenían un teléfono móvil, mientras que, en la franja de los 15 años, la disponibilidad llegaba al 95,7%. En los últimos 3 meses del mismo año, el 99,7 % de los jóvenes de entre 16 y 20 años había utilizado el teléfono móvil por motivos particulares o no educativos. Por otro lado, el uso educativo en las aulas ha sido hasta la fecha poco estudiado. Es necesario investigar más sobre este tema (Kates, Wu, & Coryn, 2018) de modo que los resultados puedan guiar las políticas educativas.

Hasta ahora, el contenido de los discursos emitidos por diversos agentes sociales (educadores, fami- lias, políticos, empresas, administraciones y centros educativos, etc.) han aglutinado distintos tipos de mensajes que, en muchas ocasiones, transcurren en paralelo. Existen estudios que evidencian discursos que alertan de los peligros y/o dificultades del uso de los móviles en el contexto escolar. Estos se ba- san principalmente en el temor a la utilización individual y de difícil control de estos dispositivos, la dependencia que son capaces de generar, la dificultad que pueden añadir a los procesos educativos por falta de atención o por la realización fraudulenta de pruebas de evaluación y/o a en el menoscabo del esfuerzo docente (Martín-Martín, Asensio-Muñoz, & Bueno-Álvarez, 2021; Selwyn, Nemorin, Bulfin, & Johnson, 2017). Cada vez es más notoria la preocu- pación que existe por la incidencia de conductas de acoso digital entre los adolescentes, y el papel que juegan las redes sociales en este fenómeno, servicios a los que se accede mayoritariamente a través de los móviles (Sabater y López-Hernánez, 2015). En general, los estudios situados en esta línea tienden a ver a los jóvenes como poco preparados para hacer un uso crítico y autónomo de los móviles. Otra consideración a tener en cuenta es la que defienden varios autores y organismos oficiales ( ; United Nations International Children’s Emergency Fund, 2020) (Montenegro, Raya, & Navaridas, 2020), que advierten de la exis- tencia de barreras importantes (como pueden ser, las diferencias en el acceso y el uso de los recursos tecnológicos de las familias y/o el alumnado) que impiden la respuesta de los alumnos a las exigen- cias y demandas educativas que plantea el uso de los móviles en el contexto escolar. Algunos trabajos observan la falta de competencia digital en la comunidad educativa para vincular dichos dispositivos con el trabajo en el aula y utilizarlos apropiadamente como una herramienta didáctica que facilite el aprendizaje en cualquier momento y lugar (Koroleva, 2016; Navarro-Pablo, López, & García-Jiménez, 2019).

Algunos autores emiten otro tipo de mensajes relacionados con el desarrollo de la alfabetización me- diática que, desde hace años, se reclama para la ciudadanía de nuestra época ( ; Buckingham y Willett, 2006) (Buckingham, 2003) y que se ha visto ampliada por la necesidad de identificar y describir las competencias culturales y las habilidades sociales que se precisan para poder participar plenamente en los nuevos entornos digitales (Jenkins, 2008; Jenkins, Mizuko, & Boyd, 2016; Scolari, Masanet, Guerrero-Pico, & Establés, 2018), defienden la introducción del móvil en las aulas para el uso didáctico, destacando sus ventajas de acceso e intercam- bio de información, su fluidez y efectividad en la comunicación, así como la capacidad de motivación del alumnado, acorde a una escuela y sociedad del siglo XXI donde los móviles están omnipresentes, y que se aleja de considerar a los jóvenes como seres acríticos incapaces de discriminar lo valioso de los medios digitales (Gajdics y Jagodics, 2021; ) (Koroleva, 2016; Suárez, 2018; Urien, Erro-Garcés, & Osca, 2019).

Asimismo, el debate sobre qué hacer con los móviles en los centros educativos ha estado presente en el discurso político sobre la educación en los últimos años. En el ámbito internacional, Francia puso en marcha el año 2018 una prohibición completa de los móviles en la educación primaria y secunda- ria. En Australia, el estado de Victoria también ha prohibido su uso en primaria y secundaria, y, en la provincia de Ontario, Canadá, también se ha prohibido recientemente, reservando una excepción para usos educativos, médicos o de educación especial (Rushowy, 2019).

En España, las comunidades autónomas de Madrid, Castilla-La Mancha y Galicia han apostado por la prohibición, otras comunidades han suavizado sus posicionamientos, como la Comunidad Valenciana y Aragón (Agencia EFE, 2020). En Cataluña, en el año 2019, el plan mobils.edu ha impulsado el uso de la tecnología digital en los centros y, especialmente, los dispositivos móviles, como herramienta educativa estratégica para el desarrollo curricular (Generalitat de Catalunya, 2019).

El 93% de la población internauta española de entre 16 y 65 años (31,7 millones) es usuaria de Inter- net y el 87% utiliza las redes sociales (Spain, 2020). El uso de estas redes se ha ido integrando, a nivel mundial, en la vida de las personas llegando a formar parte de su rutina. Las redes sociales han sido definidas como comunidades de individuos que comparten intereses, actividades, experiencias y/o amistad. Su objetivo principal es el de poner en contacto a las personas (Rambaran, Dijkstra, Munniksma, & Cillessen, 2015). A través de los dispositivos móviles, estas redes permiten expandir la comunicación y las relaciones so- ciales virtuales, especialmente entre los jóvenes (Roberts, Pullig, & Manolis, 2015) además de difundir los mensajes que en ellas se publican. No todas las redes sociales son iguales y la clasificación más común define 4 tipos principales: las de relaciones (cuya finalidad es la de conectar personas, siendo Facebook la más representativa en esta categoría, aunque también se incluyan en este grupo Instagram, Linkedin, Twitter y Google+, entre otras), las de entretenimiento (su objetivo principal es el de consumir conte- nido y ocupar el tiempo de ocio, YouTube es su ejemplo más representativo y la mayor plataforma de distribución de vídeos del mundo, también están Pinterest, Instagram, Snapchat y TikTok), las profe- sionales (orientadas a crear relaciones profesionales entre los usuarios, Linkedin es la más conocida y utilizada, comparten su objetivo otras como Bebee, Bayt, Xing y Viadeo) y las de nicho (dirigidas a un público específico con un interés concreto en común siendo TripAdvisor, DevianArt y Goodreads algunos ejemplos) (RD Station, 2021).

A pesar de que en España el uso de Facebook ha sufrido un cierto descenso en los últimos años (pasó de 24 millones de seguidores en 2016 a 22 millones en 2020), esta red social sigue siendo la más ex- tendida entre la población, tal y como indican las cifras de usuarios de las 4 redes sociales de mayor popularidad en 2020: Facebook (22 millones), Instagram (20 millones), Linkedin (14 millones) y Twi- tter (4,1 millones), lo que hace muy significativa su capacidad de influir en la opinión de la ciudadanía.

Por otra parte, la comunicación que se produce entre los usuarios de Twitter también se considera de especial relevancia. Cabe señalar que Instagram es una de las redes que está experimentando un mayor crecimiento en los últimos tiempos (9,6 millones de usuarios en 2016 frente a 20 millones de seguido- res en 2020) (The Social Media Family, 2021), pero los mensajes que circulan a través de esta red son básicamente de tipo visual, lo cual no permite el análisis de discursos argumentativos.

Objetivos

Los objetivos generales del presente trabajo han sido dos:

1. Analizar las características de los discursos que se difunden en Facebook y Twitter sobre el uso educativo de los móviles en las aulas, según los argumentos que se posicionan a favor (positivos o de promoción), en contra (negativos o de prohibición) o son indefinidos (neutros o de indeterminación). 2.Identificar los perfiles de los principales agentes emisores de dichos discursos y el tipo de conteni- do argumental de los mensajes que tienen mayor impacto en ambas redes sociales.

Metodología

La presente investigación se enmarca en un proyecto más amplio sobre los discursos de distintos agen- tes sociales y educativos acerca del uso pedagógico de los móviles en las aulas de educación secunda- ria en España. El diseño del estudio es descriptivo transversal. Se analizó el contenido de los discursos emitidos tanto en inglés como en español en dos redes sociales, Facebook y Twitter, sobre esta práctica educativa para diferenciar los elementos principales que forman parte del debate social con respecto al tema. El análisis se realizó sin excluir ningún ámbito geográfico ya que los discursos presentes en redes sociales pueden influirse y retroalimentarse de manera global.

Se clasificaron las publicaciones escogidas según si el tipo de mensaje difundido era positivo (promo- ción), negativo (prohibición) o neutro (indeterminado).

La selección de estas dos redes sociales, además de otras razones (popularidad, capacidad de influencia y publicación de mensajes escritos), obedeció al público que participaba en cada una de ellas, donde se podía encontrar un debate más popular protagonizado por la sociedad en general (Facebook), frente a un debate más técnico orientado a la creación de opinión y discusión entre profesionales (Twitter). El abordaje metodológico se realizó desde una perspectiva mixta, combinando datos de carácter cuali- tativo (se clasificaron los mensajes según si éstos utilizaban argumentos que defendían la prohibición, la promoción o la indeterminación) y cuantitativo (en el caso de Facebook se contabilizaron el número de reacciones y comentarios generados, así como la cantidad de veces que los mensajes fueron com- partidos en esta red social. En cuanto a los mensajes publicados en Twitter se contaron el número de “me gusta”, las veces que fueron citados los tweets y los retweets). La búsqueda de datos se realizó a través del buscador Google, dado que no se buscó una campaña o hashtag específico (etiqueta que sirve para aglutinar publicaciones de grupos profesionales, asociaciones, etc.) (Rodríguez-Suárez, Morán-Neches, & Herrero-Olaizola, 2021), introduciendo el texto site: facebook.com o site: twitter.com para limitar los resultados de la búsqueda a las publicaciones de cada red social, a los cuales se les añadió las siguientes palabras clave: educación, teléfono móvil, smartphone, aula, clase, escuela, mobile devices, classroom, school. Se realizaron un total de 14 búsquedas, revisando las primeras 100 publicaciones de cada una de ellas, por lo que se partió de una muestra inicial de 1.400 mensajes emitidos desde cualquier parte del mundo en lengua inglesa o española.

A esta muestra se le aplicaron los siguientes criterios de exclusión: mensajes que no tenían relación con el uso de teléfonos móviles en el aula, que hacían referencia al uso de estos dispositivos fuera del centro educativo, que se referían a tener hábitos de su uso relacionados con la higiene o la salud pero no con la educación, publicaciones de videos con reacciones por el uso indebido del móvil en el aula; anuncios publicitarios del uso del móvil; duplicidades o repeticiones de mensaje; engagement inferior a 100.

Una vez aplicados los criterios de exclusión, la muestra se redujo a 92 publicaciones (cuyo mensaje tenía relación directa con el tema de estudio y un engagement superior a 100). Para conocer con mayor detalle los elementos que formaban parte de los discursos de promoción, prohibición e indetermina- ción del uso de los móviles en el aula entre la comunidad internauta, se consideraron, además, los 50 mensajes con mayor número de reacciones, elevando la muestra a un total de 142 mensajes (n=142).

Los datos recabados abarcan desde el 1 de enero de 2017 al 1 de julio de 2021, coincidiendo con la fase inicial del proyecto en el que se enmarca este estudio. El análisis estadístico fue realizado con el software SPSS statistics v.26. Se realizó la prueba no paramétrica de Chi-cuadrado de Pearson para comprobar si los distintos tipos de mensaje se ajustaban a una distribución uniforme entre los distintos tipos de usuarios o entre el idioma en que éstos eran publicados.

Engagement

En este estudio se ha considerado que en las redes sociales el término engagement puede ser traduci- do como la capacidad de un perfil o de un mensaje de generar relaciones, debates o difusión de ideas a través de la red. Existen distintas maneras de calcular el engagement para identificar los perfiles o mensajes de mayor impacto, empleando distintas fórmulas según el objetivo de la investigación.

Partiendo de los estudios previos deOviedo-García, Muñoz-Expósito, Castellanos-Verdugo, and Sancho-Mejías (2014) y de Bitiktas y Tuna (2020), las in- vestigaciones que analizan perfiles de redes sociales tienen en consideración variables como el número de seguidores, el número de publicaciones, el número de reacciones (“me gusta”), el número de répli- cas (tweets citados, comentarios) y el número de veces que el mensaje es reproducido por otro perfil (compartido o retweet). Para esta investigación, no se ha considerado relevante la variable número de seguidores, dado que el interés no se limita al alcance que un mensaje tiene entre los seguidores/as del emisor, sino al que tiene en la red social. Tampoco se ha considerado la variable número de publicacio- nes, que también arroja información sobre la popularidad y capacidad de penetración en la red de un perfil, no de un mensaje aislado.

En las investigaciones de MMiquel-Segarra, López-Meri, and Viounnikoff-Benet (2020) y de Pezzuti, Leonhardt, and Warren (2021), la fórmula de enga- gement tiene en consideración el número de reacciones, réplicas y reproducciones del mensaje, pero lo abordan de manera diferente, siendo en el primer caso una suma aritmética de las variables y en el segundo una suma ponderada. En esta investigación, se ha optado por una fórmula que considera estas mismas variables, pero desde un modelo mixto, estableciendo una suma aritmética de interacciones y réplicas, y otorgando a las reproducciones del mensaje un efecto multiplicador en el impacto que tiene sobre la difusión de un mensaje en las redes sociales.

Así, se optó por establecer la siguiente fórmula para el cálculo del engagement (ε) de cada mensaje. Se utilizó para Facebook (Fε) = (Reacciones + Comentarios) x Compartido, y para Twitter (Tε) = “Me gusta” x (Tweets citados x Retweet).

Optar por estas fórmulas de engagement permitió poder hacer una aproximación más precisa sobre el alcance de los mensajes analizados y su capacidad de influir en la opinión pública. Sin embargo, limitó al estudio poder profundizar sobre la naturaleza del impacto de dichos mensajes.

Resultados

Los datos hallados mostraron cierto equilibrio en la frecuencia con la que se difunden en Facebook y Twitter los tipos de discurso analizados con respecto al uso educativo de los móviles en el aula. Se identificaron, en primer lugar, los mensajes asociados a la promoción (39,1%), seguidos de los mensa- jes de prohibición (32,6%) y los que se situaban en una posición indeterminada (28,3%).

En términos de perfil de usuario (cualquier agente social y educativo de cualquier país y/o ámbito geográfico), se categorizaron las cuentas emisoras de los mensajes en: profesionales de la educación (38,0%), que incluía a docentes de todas las etapas educativas; prensa (19,6%), que englobaba las cuentas en redes sociales de diarios y publicaciones de prensa tradicionales; institucional (16,3%), compuesto por personalidades políticas y administraciones públicas; colectivo (13,0%), que consistía en cuentas o páginas de grupos o asociaciones sin ánimo de lucro; individual (7,6%), que agrupaba a personas sin filiación conocida; centros educativos (3,3%) que abarcaba tanto los de educación pri- maria, como secundaria y universidad; y empresas, que contemplaba tanto empresas privadas como públicas relacionadas con la educación (2,2%).

La distribución de los tres tipos de discurso estudiados (promoción, prohibición e indeterminación) entre los perfiles de usuarios identificados se mostró desigual. La prueba de Chi-cuadrado de Pearson sugirió la existencia de una alta probabilidad de dependencia entre las variables tipo de discurso y per- fil de usuario (p = 0,007). No fue así en el caso del idioma en el que los mensajes habían sido escritos (p = 0,115).

En la Figura 1 se pueden observar las diferencias en la distribución de los diferentes tipos de discurso según el perfil de usuario. Destaca de manera especial las diferencias en los perfiles de profesionales de la educación, entre quienes predominaba el discurso asociado a la promoción del uso educativo de los móviles en el aula (57,1%) frente a su prohibición (25,7%), y los perfiles pertenecientes a la prensa, en los cuales predominaba el discurso de la prohibición (50,0%), siendo prácticamente marginal las pu- blicaciones de impacto que tenían un discurso asociable a la promoción de estas herramientas (5,6%).

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Figure 1: Distribución de frecuencia de los tipos de discurso según el tipo de usuario

Fuente: Elaboración propia

En contraste al hecho de que la mayoría de los mensajes procedían de profesionales de la educación y que dentro de este colectivo predominó el discurso asociado a la promoción, se observó que esa no era la tipología de mensaje con mayor engagement en las redes sociales. Los datos reflejados en la Tabla 1 indican que no se encontró ningún mensaje de promoción del uso de los móviles en los centros educa- tivos entre los 10 mensajes con mayor engagement, había que bajar hasta el puesto 12 de la tabla para encontrar el primero. La mayoría de estos mensajes con mayor engagement se encontraban asociados a la prohibición (80%) y eran difundidos por prensa (40%). Los elementos que forman parte del discurso de la prohibición con mayor engagement nacían en torno al debate sobre la aprobación de reglamentos en determinadas administraciones educativas, nacionales e internacionales, que tienen como fin elimi- nar la presencia de los móviles en los centros educativos.

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Figure 2: Tabla 1. Clasificación de los mensajes analizados según .

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Figure 3: Tabla 1. cont. Clasificación de los mensajes analizados según .

Fuente: Elaboración propia

El núcleo de este discurso consistía en considerar la prohibición de los móviles como una medida con- tra el acoso escolar (Figura 2), eliminando su presencia tanto en tiempo de recreo como en tiempo de trabajo en el aula.

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Figure 4: Mensajes en prensa y de personalidades políticas con mayor engagement

Fuente: Elaboración propia

Esta idea de la prohibición como medida contra el acoso escolar ha tenido eco a nivel institucional y se ha visto reforzada por un argumento de carácter más pedagógico: la concentración. En este caso, se observó que los dos mensajes con mayor engagement a nivel institucional, emitidos por diputados de distintos partidos políticos españoles, compartían una posición similar sobre la presencia de móviles en el aula, aunque por motivos diferentes.

En cuanto a la comunidad internauta que interactuaba con las publicaciones de mayor engagement (Figura 3), los argumentos para la prohibición de los móviles giraron en torno a cinco ideas: el móvil como elemento distractor, como elemento que interfiere en la creatividad del alumnado, la idea de que la educación sobre su uso debe ser tarea de las familias, que el alumnado debe ser educado en la disci- plina del respeto a una norma coercitiva y que no todas las familias tienen los recursos necesarios para garantizar un dispositivo por estudiante.

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Figure 5: Mensajes de prohibición entre internautas con mayor engagement

Fuente: Elaboración propia

En cuanto a los mensajes favorables al uso de los móviles en las escuelas, se observó un mayor enga- gement en los mensajes institucionales de carácter formativo y dirigidos a docentes. En el resto de los mensajes con mayor impacto asociados a la promoción, se encontraron argumentos que trataban de discutir los discursos favorables a la prohibición (Figura 4). Estos argumentos cuestionaban la eficacia de la medida al ser los móviles un dispositivo ampliamente extendido y defendían la posibilidad de que la escuela eduque en un uso correcto de los móviles.

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Figure 6: Mensajes de promoción no institucional con mayor engagement

Fuente: Elaboración propia

Otro de los argumentos sobre la promoción del uso de los móviles en el aula generador de un elevado engagement fue la funcionalidad técnica con fines educativos de estas herramientas. Estos mensajes señalaban el potencial que tiene el móvil, debido a las múltiples funciones de las que disponen y a que pueden ser empleados en un entorno de aprendizaje cooperativo. En cuanto a los mensajes adscritos a la promoción del uso de los teléfonos móviles entre la comunidad internauta, los mensajes con mayor engagement reiteraban los argumentos sobre la necesidad de educar en la escuela, apuntaban hacia otros problemas educativos como la enseñanza online durante la pandemia, y se subrayaba la presencia habitual del «bullying» en las escuelas antes de la aparición de los teléfonos móviles.

Por último, los mensajes categorizados como indeterminados se limitaban a trasladar el debate a la comunidad internauta, sin posicionarse de manera clara. Es por ello que no se encontraron comentarios que puedan ser considerados indeterminados, siendo los de mayor engagement los comentarios pola- rizados que tomaban posición por una u otra opción de manera inequívoca.

Discusión y Conclusiones

Si bien existen estudios que detallan los argumentos a favor (Barfi et al., 2021; Brownyn y Thompson, 2019; López, 2018) (Barfi, Bervell, & Arkoful, 2021; López, 2018), en contra (Gajdics y Jagodics, 2021) o que explican ambas posiciones sin decan- tarse por una u otra (Beeri y Horowitz, 2020), son prácticamente inexistentes las investigaciones que analizan los discursos que, respecto al uso educativo de los móviles en el aula, tienen lugar en las redes sociales. De acuerdo con Carpenter y Harvey (2019), las redes sociales digitales crean oportunidades para compartir experiencias, ideas, concepciones y reflexiones entre distintos individuos y/o colecti- vos. A su vez, favorecen la aparición de nuevas formas de participación social, así como el estable- cimiento de liderazgos informales. Algunos operan como verdaderos líderes de opinión (influencers) ya que no solo redistribuyen información, sino que la generan (crean contenido o difunden noticias de primera mano según sea su posición en la red en la que actúan) ( ; Walter y Brüggemann, 2020) (Marcelo & P, 2021). Este tipo de liderazgo puede incluso provocar cambios en la agenda social y política actual y/o futura (Rodríguez-Suárez et al., 2021). De ahí la importancia de la investigación que presenta este artículo.

De acuerdo con otros autores (Abúndez et al., 2015; Luo et al., 2020; Pecourt y Villart 2018; Waghid y Waghid, 2016) (Abúndez, Fernández, Meza, & Álamo, 2015; Luo, Freeman, & Stefaniak, 2020; Waghid & Waghid, 2016), las redes sociales Facebook y Twitter son las más utilizadas por los internautas. Estos espacios de encuentro virtual propician el establecimiento de comunicación y de debate social. Ambas redes presentan una gran flexibilidad y brindan la oportunidad de acceder al estudio de distintos perfi- les de internautas sin requerir un contacto presencial por parte de los investigadores. Mientras que la red social Twitter ha sido utilizada preferentemente para el acceso/seguimiento de cuentas concretas y de hashtags utilizados como insignias, Facebook resulta idóneo para analizar perfiles personales, de grupos familiares y/o de amigos, entre otros (Rodríguez-Suárez et al., 2021).

Los resultados obtenidos sugieren que los discursos que se difunden con mayor frecuencia en Face- book y Twitter relacionados con el uso de los móviles en el ámbito educativo, son aquellos que con- tienen mensajes que los promueven, seguidos por los que los prohíben y por los que no se posicionan en ningún sentido.

En la misma línea que otros autores ( ; Grupta y Irwin, 2016) (Derounian, 2020), se observa que las características de los mensajes de promoción se refieren principalmente a la funcionalidad técnica de los móviles y a su potencial didáctico en el aula. Se incluyen, entre otros, el aprendizaje del uso adecuado de estos dispositivos y la navegación por Internet, la rápida accesibilidad a los contenidos, el poder intercambiar y compartir conocimiento, la potenciación del trabajo en grupo y el aprendizaje cooperativo, la facilidad para establecer comunicación y la oportunidad para socializar y/o ampliar las relaciones interpersonales. También cabría considerar el rol que puede tener el aprendizaje de un uso adecuado de los móviles para la promoción de la alfabetización mediática. En un contexto en el que las noticias sesgadas o falsas penetran con rapidez y condicionan a la sociedad, la pedagogía tiene el reto de transmitir hábitos y valores destinados al desarrollo de una evaluación crítica de la fiabilidad y credibilidad de las fuentes de información digitales (Buckingham, 2019).

Asimismo, y en consonancia con los resultados de otro trabajo (Koroleva, 2016), se hallan algunos discursos de promoción que rebaten tanto los argumentos relacionados con el posible esfuerzo que supone la formación del profesorado en este tema como aquellos que se refieren a la falta de consenso entre países, administraciones y/o centros educativos, frente a una realidad en la que los alumnos son totalmente autónomos en el uso de los móviles utilizándolos de forma activa, no solo para comunicarse y entretenerse, sino también para buscar información relacionada con contenidos educativos.

Los argumentos encontrados en los mensajes de prohibición analizados aluden a la distracción, la falta de concentración, la influencia negativa sobre la creatividad y el rendimiento académico, el ciberacoso, la predisposición a la adicción a las pantallas y/o a las redes sociales. Estos resultados son concordan- tes con los de otras investigaciones que recogen las percepciones negativas del profesorado (Bellur, Nowak, & Hull, 2015; Gao, Yan, Zhao, Pan, & Mo, 2014), así como los hábitos de consumo e interacción con la información digital en la que lo menores exponen su privacidad (Hernández-Serrano, Renés-Arellano, Campos, & González-Larrea, 2021).

Por otro lado, el análisis del perfil de los principales agentes emisores de mensajes en Facebook y Twitter identifica siete grupos principales de usuarios. El primero de ellos está formado por docentes de cualquier ámbito educativo, seguido por la prensa tradicional, las instituciones (administraciones, políticos, gobierno y/o centros oficiales), las asociaciones sin ánimo de lucro, las personas a título in- dividual, las empresas públicas o privadas y los centros educativos.

A este respecto, cabe destacar la relación hallada entre el tipo de usuario y el tipo de mensaje que éste emite para confirmar la relevancia del estudio a la hora de analizar de manera conjunta tanto el mensaje como el emisor. La mayoría de los mensajes analizados son emitidos por perfiles de profesionales de la educación en los que predominan los discursos de promoción, aunque éstos no son los que generan mayor debate o engagement. Los argumentos a favor en estos discursos apuestan por la apertura al cambio y por conectar la realidad de los jóvenes con los contenidos concretos que se trabajan en el aula, aprovechando la potencialidad de acceso a la información que brindan los móviles para integrar- los como herramientas educativas. Estos resultados son concordantes, en parte, con los de otra inves- tigación reciente (Marcelo & P, 2021), que analiza los temas más difundidos a través de Twitter por influencers educativos españoles y en la que se destacan el intercambio y la difusión de materiales o recursos digitales, así como las acciones de formación sobre metodologías docentes innovadoras que requieren el uso de móviles en el aula.

Sin embargo, los mensajes con mayor impacto hallados en Facebook y Twitter son aquellos que se posicionan en contra del uso pedagógico de los móviles en el aula. La mayor parte de los comentarios asociados a la prohibición se generan en publicaciones de medios periodísticos y/o de perfiles institu- cionales. En este caso predominan argumentos con capacidad para crear polémica o en torno a temas controvertidos y de actualidad como, por ejemplo, el ciberacoso al alumnado, la regulación por parte de algunas administraciones educativas de la prohibición del uso de los móviles en el aula y en espacios educativos o el efecto negativo que pueden tener estos dispositivos sobre el rendimiento académico.

Otros mensajes negativos parten de centros educativos cuyos argumentos son principalmente de ca- rácter pedagógico: distracción, falta de concentración, etc. La génesis de dicha concepción del móvil como distractor puede ser debida a las investigaciones que confirman dicho efecto pero que, en cual- quier caso, son referidas específicamente al hecho de permanecer conectados a una red social que, mediante sus notificaciones, interrumpen una actividad intelectual que requiere concentración (Abad, Baque, Hermosa, & Mendoza, 2016), y cuyas evidencias en este sentido son trasladadas a hipotéticas interferencias en el traba- jo intelectual del aula, existiendo una confusión generalizada entre el uso del teléfono móvil y el uso de redes sociales a través de él. Los mensajes negativos que emite el resto de comunidad internauta (personas a título individual, asociaciones o empresas) aluden al ciberacoso, la necesidad de educar al alumnado en el uso responsable de las redes sociales o a la falta de recursos en algunas familias para dotar a sus hijos/as de dichos dispositivos, entre otros.

Los mensajes que no optan por la prohibición o por la promoción no provocan un elevado impacto en las redes, siendo este un tema polarizante en la comunidad internauta en el que las posiciones definidas generan mayor engagement. Estos mensajes de indeterminación proceden en su mayoría de asociacio- nes, organismos oficiales o familias que señalan el dilema y cuestiones de tipo preventivo que conviene tener presente.

En conclusión, el estudio propone aprovechar el potencial de Facebook y Twitter para reflejar la plu-

ralidad de posicionamientos y argumentos que forman parte del debate social adulto en ambas redes, respecto al uso educativo de los móviles en el aula. No obstante, convendría realizar un análisis más exhaustivo en el que se incluyeran otras redes sociales. Asimismo, sería pertinente integrar estrategias metodológicas que contemplaran la entrevista en profundidad para poder llevar a cabo un análisis del discurso pormenorizado de los distintos perfiles de usuarios e incorporar la voz de los jóvenes.

En la muestra analizada, destaca que, en numerosas ocasiones, se confunde el uso de las redes sociales con el uso de los móviles, haciendo referencia a ambos conceptos como si estuvieran inexorablemente asociados. Así, la crítica a las redes sociales se hace extensiva al uso de los dispositivos móviles en el aula.

Aunque tanto en Facebook como en Twitter se observa una mayor tendencia al discurso a favor del uso del móvil, siendo el colectivo de docentes el que en su gran mayoría difunde este tipo de mensa- jes positivos, los argumentos a favor de la promoción no suelen ser los que generan mayor debate o engagement en estas redes sociales. Por el contrario, el tipo de discurso que se posiciona en contra de un uso pedagógico de estos dispositivos es el que obtiene mayor engagement, siendo habitualmente un discurso moralista emitido por los perfiles ligados a la prensa y a las instituciones.

Finalmente, se han encontrado algunas limitaciones en esta investigación. La gran cantidad de infor- mación que transita por las redes sociales estudiadas dificulta poder realizar una búsqueda exhaustiva y pormenorizada del tema tratado. Aunque se podrían haber utilizado otros criterios para el análisis de los discursos y sus emisores, no se han tenido en cuenta el número de seguidores, ni el número de publicaciones de los perfiles de usuarios examinados, con el propósito de centrar el análisis en la ca- pacidad del mensaje para crear y/o generar debate. Esta decisión, si bien permite concluir cuáles son los discursos de mayor éxito y en qué consisten, limita la capacidad de explicar por qué lo han tenido y qué parte de ese éxito es atribuible al mensaje y cuál al emisor por motivos de prestigio.

Por último, resultaría conveniente completar las conclusiones de este estudio con la voz de las princi- pales personas afectadas por las políticas sobre el uso de los móviles: los y las jóvenes. Si bien usan Fa- cebook y Twitter, en este trabajo no se ha podido recoger su opinión, ya que este colectivo publica otro tipo de contenidos en ambas redes. Además, al ser un estudio descriptivo transversal y no realizarse un seguimiento en el tiempo de los discursos emitidos por los diferentes perfiles, no pueden generalizarse los resultados obtenidos ni indicar si responden a tendencias coyunturales.