Mensajes de odio hacia la comunidad LGTBIQ+: análisis de los perfiles de Instagram de la prensa española durante la "Semana del Orgullo"


Universidad Rey Juan Carlos, España

Resumen

Introducción: Algunos expertos coinciden en el papel fundamental que tienen las redes sociales en el aumento de los delitos de odio en los últimos años, sobre todo entre la población más joven. Conscientes de dicha realidad, estas plataformas toman continuamente medidas para evitar que los discursos de odio se propaguen por la red. Sin embargo, también es necesaria la colaboración del resto de implicados en el proceso comunicativo. Uno de ellos son los medios de comunicación. La presente investigación se centró en analizar los comentarios realizados en las publicaciones de Instagram de los principales diarios españoles de tirada nacional (El País, El Mundo, ABC, La Vanguardia y 20Minutos) relacionadas con la conocida como “Semana del Orgullo”. Metodología: La metodología empleada fue el análisis de contenido cuantitativo y empírico de todos los comentarios que se hicieron en las publicaciones (N=20) de las cuentas de Instagram pertenecientes a dichos periódicos. Resultados: El corpus obtenido resultó ser de 6.013 comentarios: 41,8% clasificados como “otros”, 32,6% “a favor”, 16% “críticas”, 4,9% “burlas”, 3,1% “menosprecio”, 1,5% “insultos” y 0,1% “amenazas”. Discusión: Los resultados coinciden con otros trabajos en que los filtros establecidos por Instagram reducen los discursos de odio en esta red, a diferencia de otras como Twitter. Conclusiones: La mayoría de los mensajes respecto al colectivo LGTBIQ+ están a favor, y, aunque la mayor parte de los mensajes en contra pueden clasificarse como críticas, existe un pequeño porcentaje de mensajes que pueden ser considerados discursos de odio.

PALABRAS CLAVE: Mensajes de odio; Discurso de odio; LGTBIQ+; redes sociales; Instagram; Homofobia; Prensa española.

Hate messages towards the LGTBIQ + community: Instagram profiles of the Spanish press analysis during "Pride Week"

Introduction: Some experts agree on the fundamental role that social networks have in the increase in hate crimes in recent years, especially among the younger population. Aware of this reality, these platforms continuously take measures to prevent hate speech from spreading through the Internet. However, the collaboration of the rest of those involved in the communication process is also necessary. One of them is the media. This research focused on analyzing the comments made on the Instagram posts of the main Spanish newspapers of national circulation (El País, El Mundo, ABC, La Vanguardia and 20Minutos) related to what is known as “Pride Week”. Methodology: The methodology used was the quantitative and empirical content analysis of all the comments made in the publications (N = 20) of the Instagram accounts belonging to those newspapers. Results: The corpus obtained turned out to be 6,013 comments: 41.8% classified as "other", 32.6% "in favor", 16% “critics”, 4.9% "teasing", 3.1% "contempt", 1.5% "insults" and 0.1% "threats". Discussion: The results coincide with other studies in which the filters established by Instagram reduce hate speech on this network, unlike others such as Twitter. Conclusions: Most of the messages regarding the LGTBIQ + group are in favor, and, although most of the messages against can be classified as critics, there is a small percentage of messages that can be considered hate speech.

PALABRAS CLAVE: Mensajes de odio; Discurso de odio; LGTBIQ+; redes sociales; Instagram; Homofobia; Prensa española.

El presente texto se enmarca en el proyecto “Taxonomía, presencia e intensidad de las expresiones de odio en entornos digitales vinculados a los medios informativos profesionales españoles” (PID2020-114584GB-I00. Ministerio de Ciencia e Innovación).

Cómo citar este artículo / Referencia normalizada

Martínez Valerio, L. (2021). Mensajes de odio hacia la comunidad LGTBIQ+: análisis de los perfiles de Instagram de la prensa española durante la "Seamana del Orgullo". Revista Latina de Comunicación Social, 80, 363-388. https://www.doi.org/10.4185/RLCS-2022-1749

Keywords

Hate messages, Hate speech, LGTBIQ+, Social media, Instagram, Homophobia, Spanish press

CONTENIDO

Introducción 2 Objetivos 3 Metodología 4 Resultados 5 Discusión/Conclusiones 6 Bibliografía

CONTENT

Introduction 2 Objectives 3 Methodology 4 Results 5 Discussion/Conclusions / 6 Bibliography / 7 Curriculum Vitae / 8 Annexes

Introducción

El aumento de la visibilidad de discursos de odio y otras formas de comunicación ofensivas online están resultando ser un desafío para las sociedades conectadas. El hecho de que Internet esté siendo usado para difundir mensajes de odio y de violencia, se ha convertido en una preocupación social por la capacidad que se le atribuye a la red para dispersar, generar y potenciar los efectos de dichos mensajes (Ardèvol, 2016; Gualda, Borrero, & Carpio, 2015; Miró, 2016). La preocupación se ha visto incrementada tras la aparición de estudios que han constatado la relación entre lo que ocurre en el mundo online y el offline (Olmos, Rubio, Lastres, & Martín, 2020). De hecho, algunas investigaciones proponen predecir conductas sociales en función de los mensajes publicados en las redes sociales (Congosto y Aragón, 2012; ) (Congosto, 2014), tales como los discursos de odio.

Según Naciones Unidas, discurso de odio es “cualquier forma de comunicación de palabra, por escrito o a través del comportamiento, que sea un ataque o utilice lenguaje peyorativo o discriminatorio en relación con una persona o un grupo sobre la base de quiénes son o, en otras palabras, en razón de su religión, origen étnico, nacionalidad, raza, color, ascendencia, género u otro factor de identidad” (ONU, 2019). A lo largo del verano de 2021, tuvieron lugar en España, diversas agresiones verbales y físicas a miembros del colectivo LGTBIQ+, siendo la más destacada la muerte de Samuel Luiz tras haber recibido una paliza al grito de "maricón" a las puertas de una discoteca en La Coruña (La Vanguardia, 2021). Estos acontecimientos, junto con el hecho de que los reportes por incitación de odio en Facebook aumentaron un 174% en 2020 (Facebook, 2021), ahora han puesto a la homofobia en el foco de los discursos de odio.

En 2012, el Parlamento Europeo definió el término “homofobia” como “el miedo irracional y la aversión a la homosexualidad masculina y femenina, que se basa en prejuicios y es comparable al racismo,la xenofobia, el antisemitismo y el sexismo, y que se manifiesta en las esferas pública y privada de diferentes formas, tales como la incitación al odio y a la discriminación, la ridiculización y la violencia verbal, psicológica y física, así como la persecución y el asesinato, la discriminación en violación del principio de igualdad y limitaciones injustificadas e irrazonables de derechos, ocultas a menudo tras justificaciones de orden público, de libertad religiosa y del derecho a la objeción de conciencia” del Parlamento Europeo, de 24 de mayo de 2012, sobre la lucha contra la homofobia en Europa (2012/2657 (RSP)). Dichas manifestaciones se llevan a cabo hoy en día a través de redes sociales como Instagram (Megías, 2020).

En sus términos y condiciones, la red social asegura retirar “cualquier contenido que incluya amenazas creíbles o lenguaje que incite al odio, contenido dirigido a particulares con el fin de humillarlos o avergonzarlos, información personal utilizada para chantajear o acosar a alguien, y mensajes reiterados no deseados” (Instagram, 2021). Para la plataforma, “resulta inaceptable fomentar el uso de la violencia o atacar a alguien por razones de raza, etnia, origen nacional, sexo, identidad sexual, orientación sexual, creencias religiosas, discapacidad o enfermedad” (Instagram, 2021). A pesar de las limitaciones en las condiciones de uso de esta red social, el mecanismo no está bien explicado a los usuarios (Heins, 2014) o su puesta en marcha se lleva a cabo de manera un tanto disfuncional (Cabo y García, 2016).

Dado que las plataformas por sí mismas no tienen la capacidad de combatir en solitario este tipo de mensajes, se vuelve necesaria la colaboración del resto de implicados en el proceso comunicativo. Uno de ellos son los medios de comunicación (Flores, 2021). No sólo son los encargados de dar visibilidad a la realidad que sufre en ocasiones el colectivo LGTBIQ+, sino también de vigilar sus contenidos y lo que se dice en ellos tanto en sus páginas web como en sus perfiles de redes sociales. Si bien no pueden ser responsables de las opiniones vertidas por los lectores, sí han asumido el compromiso de intentar evitar que se difundan discursos de odio. Por lo tanto, el lenguaje ofensivo, insultante, hiriente, despectivo u obsceno dirigido a una persona o a un colectivo en redes sociales ha avivado el debate sobre la moderación del contenido. En situaciones de conflicto, como lo es la difusión de discursos de odio, el papel de los medios es clave e influirá en cómo concluya (Aguiló, 2020).

Al igual que en la mayoría de las esferas de la sociedad, las redes sociales han tenido un fuerte impacto sobre el periodismo (Viner, 2016). Tal y como señala Pérez-Soler (2017), estas plataformas sitúan al usuario en el centro de la estrategia empresarial, fomentando la participación. Esto supone por encima de un cambio tecnológico, un cambio de mentalidad. Este cambio supone, entre otros aspectos, que los hechos más proclives a ser comentados y compartidos en las redes son los que los periodistas optarán por convertir en noticias (Pérez-Soler, 2017) debido a que la divulgación del contenido es uno de los factores estratégicos de los medios de comunicación en la actualidad (González, 2020).

Periódicos, televisiones y radios se lanzaron a la creación de perfiles en redes sociales con el objetivo de ampliar y mejorar la distribución de sus contenidos. Más allá de llegar a la audiencia, también buscan que esta interactúe con dichos contenidos compartiéndolos y/o a través de comentarios (Arréguez y Merlo, 2020). Una de las redes más utilizadas con este objetivo es Instagram. Los medios la están aprovechando su capacidad para crear contenidos e interactuar con el público. Sin embargo, a pesar de que existen numerosas investigaciones sobre Facebook o Twitter, los trabajos sobre el uso de Instagram por parte de los medios de comunicación son escasos (Lirola et al., 2015).

Estado de la cuestión

A diferencia de otras redes sociales como Twitter y Facebook, no hay muchos estudios empíricos que examinen las noticias en Instagram. Esto podría deberse a la dificultad técnica de extraer datos de esta plataforma, y/o como consecuencia de la naturaleza de Instagram y el hecho de que todavía es vista como un lugar para el entretenimiento, principalmente dirigido a los jóvenes (Al-Rawi, Al-Musalli, & Fakida, 2021). La mayoría de los estudios realizados hasta ahora se ha centrado en la participación de los usuarios a través de encuestas, mientras que un número menor de estudios ha ofrecido un análisis de contenido textual de las noticias y los comentarios del público.

Las investigaciones sobre Instagram en los últimos años se han centrado principalmente en temas cla- ve (Figuereo, González, & Machín, 2021) como la educación (Carpenter, Morrison, Craft, & Lee, 2020; Ruiz-San-Miguel, Ruiz-Gómez, & Hinojosa-Becerra, 2020); el marketing (Góngora y Lavilla, 2020a; ; Djafarova y Bowes, 2021) (Casaló, Flavián, & Ibáñez-Sánchez, 2021; Velar-Lera, Herrera-Damas, & González-Aldea, 2020); la comunicación política (Parmelee y Roman, 2020; García et al., 2020; ) (Lindholm, Carlson, & Högväg, 2021); el análisis de influencers gastronómicos (Allué, 2013; González y Martínez, 2020; Herrero y Navarro-Beltrá, 2021; Marauri et al., 2021) (Allué, 2013; Herrero & Navarro-Beltrá, 2021), de moda (Ribeiro-Cardoso, Teixeira, & Santos, 2016) o deportistas ( ; Lobillo y Aja, 2020) (Segarra-Saavedra & Hidalgo-Marí, 2020); y, finalmente, problemas psicológicos como ansiedad ( ; Wallace y Buil, 2020) (Senín-Calderón, Perona-Garcelán, & Rodríguez-Testal, 2020), depresión (McCosker y Gerrard, 2020) o adicción (Chávez & Vallejos-Flores, 2021).

A pesar de no ser mayoría, desde el año 2019 ha comenzado a mostrarse interés por los mensajes de odio a través de Instagram. Algunos trabajos han estado enfocados en las elecciones generales de 2019 (Losada et al., 2021), otros en el lenguaje que se emplea en ellos, ya sea en portugués (Vargas, Carvalho, Góes, Benevenuto, & Pardo, 2021) o en italiano (Corazza, Menini, Cabrio, Tonelli, & Villata, 2019), para llevar a cabo humillación corporal o bodyshaming (Hamid, Ismail, & Shamsuddin, 2018) o para detectar ciberacoso (Cheng, Guo, Silva, Hall, & Liu, 2019). Asimismo, pueden encontrarse investigaciones sobre racismo (Rajan y Venkatraman, 2021; ) (Civila, Romero-Rodríguez, & Civila, 2020), mensajes de odio dirigidos a influencers (Martínez y Mayagoitia, 2021) y sobre cómo se comportan los adolescentes frente a ese tipo de comentarios (Astuti, 2019). El estudio concreto de discurso de odio contra la comunidad LGTBIQ+ no ha sido abordado en Instagram, aunque sí en otras redes sociales como Twitter (Sorigó, 2020), Facebook ( ; Dantas y Pereira, 2015) (Avellaneda, 2020; Vega, 2019) o en las redes sociales en general (Costa-Marques & García, 2018).

Desde el punto de vista de la comunicación, más allá de la política, se ha estudiado cómo se comunican los jóvenes a través de Instagram (Candale, 2017), las diferencias de género que existen en sus usos comunicativos (Cuenca, Espinosa, & Bonisoli, 2020), cómo ha modificado la comunicación visual (Sarmiento-Guede & Rodríguez-Terceño, 2019) o cómo es utilizada por parte de celebridades para crear su discurso mediático (Mattei, 2015). También se han analizado los perfiles en esta red de periódicos ( ; Góngora y Lavilla, 2020a; Góngora y Lavilla, 2020b) (Aguiló, 2020; González, 2020), programas de televisión (Torrego, Gutiérrez-Martín, & Hoechsmann, 2021), prensa deportiva (Rojas y Panal, 2017) y radios (De-Sola-Pueyo, Nogales-Bocio, & Segura-Anaya, 2021).

Algunos estudios han estado más centrados en las noticias que comparten los medios en esta red social. Borges-Rey (2015), Greer y Ferguson (2017) yHoliday, Anderson, Lewis, and Nielsen (2019) han hecho referencias en sus investigaciones a la teoría de los valores de las noticias, mientras que AlNashmi and E (2018) empleó el elemento de interés periodístico en su estudio cualitativo. En términos de participación de los usuarios,Larsson (2018) llevó a cabo un análisis comparativo del uso que hacían de Facebook y de Instagram los cuatro medios más importantes de Noruega y cómo interactuaban los usuarios con sus contenidos. Concluyó que los usuarios prefieren Facebook para interactuar, y que lo hacen a través de interacciones que demanden poco esfuerzo, lo cual se hizo más evidente en Instagram.

El componente visual de esta red social juega un papel fundamental a la hora de relacionarse con el contenido que publican los medios en ella. Según la investigación de Nee (2019), los adolescentes y jóvenes prefieren plataformas visuales como Instagram para consultar noticias. Coincide con los resultados ofrecidos por Arceneaux y Dinu (2018), que compararon la efectividad en términos de información entre jóvenes universitarios que usaban Twitter e Instagram, resultando más eficaz la segunda. El hecho de que su contenido visual sea más atractivo para las nuevas generaciones y sea una plataforma que permite la interacción, Thomson y Greenwood (2017) corroboraron que también es uno de los sitios de Internet preferidos por los jóvenes para informarse y entretenerse.

Por su parte, VVázquez-Herrero, Direito-Rebollal, and López-García (2019) para estudiar las publicaciones de 60 medios en el formato de Instagram Stories. Las imágenes son el contenido principal, casi la mitad de ellas editadas exprofeso antes de ser compartidas y la mayoría presentaban información limitada a modo de introducción a la noticia a la que conduce el enlace insertado. De hecho, Greer y Ferguson (2017) comprobaron que los contenidos que introducen noticias son los que más participación generan entre los usuarios, más que los contenidos de estilo de vida o incluso más que las promociones.

Los estudios anteriores han esbozado importantes líneas de investigación, pero sigue habiendo una brecha significativa en la literatura relacionada con el examen empírico de las noticias que los medios publican en Instagram y cómo la participación de los usuarios a través de comentarios puede estar contribuyendo a la disfusión de discurso de odio contra la comunidad LGTBIQ+.

Objetivos

Objetivo general:

Describir y cuantificar la presencia del discurso del odio dirigido a la comunidad LGTBIQ+ en los comentarios a las publicaciones en Instagram de los principales periódicos españoles de tirada nacional.

Objetivos específicos:

• Identificar posibles mensajes de odio en los comentarios de las publicaciones de los periódicos durante la “Semana del Orgullo Gay”.

• Clasificar dichos mensajes por la intensidad del odio contenido.

Se parte de la hipótesis de que el discurso de odio contra el colectivo LGTBIQ+ no es especialmente difundido a través de Instagram. A pesar de que es posible que existan comentarios negativos que pueden ser reconocidos como discurso de odio en sus diferentes manifestaciones, éste no es mayoritario.

Una de las razones podría ser, como se ha mencionado anteriormente, que la red social cuenta con unos filtros generales para evitar la propagación de discursos de odio, además de permitir que los usuarios, los periódicos analizados en este caso, establezcan sus propios filtros específicos. Por ejemplo, cualquier usuario puede establecer que en sus comentarios no aparezcan aquellos que contengan palabras como “maricón”, “puto”, “enfermo”, etc.

Metodología

La investigación descriptiva permite realizar una revisión crítica y analizar en profundidad la corriente de investigación con el objeto de reseñar las condiciones que originaron su aparición, así como también señalar los problemas conceptuales y las limitaciones metodológicas existentes (Tinto, 2013). Es el acaso de este artículo, que, a partir del análisis de contenido, pretende extraer interpretaciones de la realidad objeto de estudio.

El presente trabajo, de carácter exploratorio, analiza todos los comentarios realizados en el total de publicaciones de las cuentas de Instagram pertenecientes a los cinco principales diarios españoles de tirada nacional (El País, El Mundo, ABC, La Vanguardia y 20Minutos) relacionadas con la conocida como “Semana del Orgullo”. El periodo de estudio comprendió del 21 de junio al 4 de julio de 2021, dos semanas entre las que se enmarcan las celebraciones. Es a lo largo de este periodo durante el cual la prensa publica una mayor cantidad de contenido relacionado con el colectivo LGTBIQ+, el cual se estudia en esta investigación como receptor de discurso de odio.

La muestra final comprendió el análisis de los comentarios generados (N=6.013) a partir de un total de N=20 publicaciones (la totalidad de las relacionadas con la Semana del Orgullo), que se convirtieron en las unidades de análisis del estudio (Tabla 1). Se optó por un análisis de contenido cuantitativo, considerado como una técnica que permite conocer de forma objetiva y sistemática el contenido de los mensajes analizados (Igartua, 2006; Piñuel, 2002) a partir de la recogida de información tras la descarga automática de los comentarios empleando la herramienta Export Comments. Los comentarios descargados se complementaron manualmente debido a que el software no descarga los contenidos de cuentas que son privadas (10%-30%).

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Figure 1: Periódicos, cuenta de Instagram y Número de publicaciones analizadas

Fuente: elaboración propia

El protocolo de codificación de cada unidad de análisis incluyó el registro, en cada post publicado por cada periódico, del número y tipo de comentarios que generó. Para la clasificación de comentarios se utilizó una variable clasificatoria propuesta porLosada-Díaz, Zamora-Medina, and Martinez-Martínez (2021) que pretende medir “la presencia numérica, entre todos los comentarios generados en cada publicación, de seis parámetros que recogen todas las opciones sobre las que se sustenta el discurso del odio: críticas, insultos, menosprecio, amenazas, burlas y otros” (p. 200). A estos se ha añadido la categoría “a favor”. En la Tabla 2 se explica cómo se interpretó cada uno de estos parámetros en el proceso de codificación:

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Figure 2: Parámetros de clasificación de unidades de análisis
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Figure 3: Parámetros de clasificación de unidades de análisis (continucaión)

Fuente: elaboración propia a partir de Losada-Díaz et al., 2021

La clasificación se realizó dos veces por la autora y una tercera por una persona externa, coincidiendo las tres revisiones en un 94,8% de los casos. Posteriormente, se utilizó el programa informático SPSS versión 20 para proceder con el tratamiento estadístico de los datos. El análisis descriptivo incluyó la realización de frecuencias de los niveles de odio, así como la elaboración de tablas de contingencia que cruzaba el nivel de odio con el título de la cabecera.

Resultados

El número total de comentarios analizados a partir de las 20 publicaciones (p = publicación) estudiadas (ver Anexos) asciende a 6.013 comentarios. El País y La Vanguardia son las cabeceras que registran mayor interacción por parte de sus usuarios si comparamos las publicaciones en las que coinciden los distintos periódicos (Tabla 3). La P2 de El País es la misma que la P1 de ABC y la P2 de La Vanguardia y la P1 de El Mundo. Sin embargo, el número de comentarios es mucho mayor en el caso de El País. En el caso de La Vanguardia, su P3 es la misma que la P3 de ABC y la P1 de El País, a las que supera en comentarios. Aunque ABC es uno de los periódicos que más publicó contenido relacionado con la Semana del Orgullo, la mayoría de sus publicaciones no llega a los 100 comentarios. En el caso de 20Minutos, es la que menos contenido publicó relacionado con el tema estudiado.

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Figure 4: Número de comentarios analizados por cabecera

Fuente: elaboración propia

Del número total de comentarios, el 41,8% fue registrado como “Otros”. Este alto porcentaje se debe a que, en muchas ocasiones, los usuarios comienzan discusiones que terminan siendo ajenas a la temática de la publicación. Además, tal y como se puede observar en los ejemplos de la Tabla 2, es frecuente también el uso de emoticonos; en ocasiones, resulta imposible dilucidar el significado que quiso dar el usuario, por ejemplo, a una cara con los ojos cerrados y la lengua de fuera. Finalmente, con respecto a esta categoría, cabe mencionar que aquellas publicaciones con mayor número de comentarios clasificados como “Otros” son aquellas que generaron discusiones entre algunos usuarios. Como ya se ha mencionado, estas discusiones suelen terminar abordando cuestiones totalmente ajenas a la temática que se está estudiando y las argumentaciones están basadas fundamentalmente en la descalificación personal.

Dejando de lado esta categoría, la mayoría de los comentarios se muestra a favor del colectivo LGTBIQ+ (32,6%). Las “Críticas” representan un 16%, dejando muy por detrás a las “Burlas” (4,9%), el “Menosprecio” (3,1%), los “Insultos” (1,5%) y las “Amenazas” (0,1%). El reducido porcentaje de comentarios que directamente pueden considerarse discursos de odio (burlas, menosprecio, insultos y amenazas) revela que, en contra de lo que se podía esperar, en Instagram, la presencia del discurso del odio no es demasiado significativa, a diferencia de lo que puede ocurrir en otras redes sociales como Twitter.

4.1. Lo que más comentarios generó: un vídeo de la Guardia Civil en el perfil de El Mundo

La publicación que mayor número de comentarios recibió fue la P3 de El Mundo (Imagen 1). Se trata de un vídeo en el que aparecen miembros de la Guardia Civil reconociendo ser homosexuales o transexuales. Fue el único diario de los analizados que se hizo eco del vídeo difundido por la benemérita en su perfil de la red social TikTok. De los 1.357 comentarios, 470 (34,6%) fueron clasificados como “Otros”, 453 (33,4%) estaban “A favor” y 297 (21,9%) eran “Críticas”. En cuanto a mensajes de odio, recibió 67 (4,9%) “Burlas”, 59 (4,3%) mensajes de “Menosprecio”, ocho (0,6%) “Insultos” y es la publicación en la que se detectó mayor número de amenazas, tres (0,2%).

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Figure 5: Publicación 2 de El Mundo

Fuente: @elmundo_es en Instagram

4.1. Lo que más comentarios generó: un vídeo de la Guardia Civil en el perfil de El Mundo

Por el contrario, la publicación que recibió menos comentarios fue la P3 de ABC. De los 37 comentarios, 11 (29,7%) son “Críticas”, siete (18,9%) están “A favor”, siete (18,9%) también tratan sobre “Otros”, cinco (13,5%) son “Insultos”, el mismo número de “Burlas”, y dos (5,4%) son comentarios de “Menosprecio”. El contenido de dicha publicación, el salto de un espontáneo con la bandera del colectivo al campo de fútbol en un partido de la Eurocopa que enfrentaba a Alemania vs. Hungría, es el mismo que la P1 de El País y la P3 de La Vanguardia (Imagen 2). En el caso de la publicación de El País, y al contrario de lo que ocurre con la de ABC, se trata del contenido que más comentarios que recibió. De los 628 comentarios, 335 (53,3%) estaban “A favor”, 86 (13,7%) eran “Críticas”, 22 (3,5%) “Burlas, 19 (3%) comentarios de “Menosprecio”, siete (1,1%) “Insultos” y una (0,1%) “Amenaza”. En la publicación de La Vanguardia, también la que más comentarios recibió, la mayoría de los comentarios son sobre “Otros” (52,5%) temas, seguidos de los comentarios “A favor” (22,8%), las “Críticas” (12%), “Burlas” (8,7%), “Menosprecio” (2,5%), “Insultos” (1%) y es la única publicación de este periódico en la que se detectaron “Amenazas” (0,3%).

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Figure 6: Publicación 3 de La Vanguardia

Fuente: @lavanguardia en Instagram

Mismo contenido, distintas reacciones según el periódico

El otro contenido compartido por varios periódicos es el relacionado con la iluminación del Allianz Arena de Múnich con los colores de la bandera LGTBIQ+ durante el mismo partido del contenido arriba analizado. Se trata de la P1 de ABC, la P1 de El Mundo, la P2 de El País (Imagen 3) y la P2 de La Vanguardia. El medio en el que menos comentarios generó fue ABC (89 comentarios), siendo la mayoría de ellos (59,5%) “Críticas” y sólo 15,7% “A favor”. En donde se produjeron más comentarios (533) fue en El País. El 45,3% de ellos fue clasificado en “Otros”, 39,8% en “A favor”, 11,8% en “Críticas”, 1,3% en “Menosprecio” y en “Burlas”, y 0,4% en “Insultos”. En El Mundo y en La Vanguardia se recibió un número similar de comentarios (256 y 239 respectivamente). En el primer caso, la mayoría fue clasificada como “Otros” (49,6%) y luego “A favor” (29,7%), mientras que en el segundo la mayoría fueron comentarios “A favor” (50,6%).

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Figure 7: Publicación 2 de El País

Fuente: @el_pais en Instagram

Cuando el odio va dirigido a una persona concreta, no al colectivo

La categoría “Otros” es mayoritaria en las cuentas de El Mundo, La Vanguardia y ABC (Gráfico 1). En el caso de El Mundo, es la categoría predominante en todas sus publicaciones. En líneas generales, esto se debe a que sus usuarios mantienen debates que, como ya se ha indicado antes, se alejan de la temática principal de la publicación. El caso de La Vanguardia es distinto, ya que el total de “Otros” se debe a una sola publicación (P3, analizada anteriormente); en las otras cuatro publicaciones, la categoría con mayor número de comentarios es “A favor” (33%). Siguen la misma línea que 20minutos (30%) y El País (42,3%), periódicos cuya mayoría de comentarios se sitúa en esta categoría. En ABC, sólo en la P5 (Imagen 4) son mayoría “Otros”. Es la publicación del periódico que cuenta con mayor número de comentarios (254), siendo más los “Insultos” que las “Burlas” o el “Menosprecio”, aunque prácticamente todos van dirigidos a la ministra de Igualdad y no al colectivo; es, además, en el único caso de este diario en el que se localizó una amenaza, también dirigida a Montero. En el resto de las publicaciones es mayoría “Críticas” (28,1%).

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Figure 8: Publicación 5 de ABC

Fuente: @abc_diario en Instagram

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Figure 9: Total de comentarios por categorías en cada publicación

Fuente: elaboración propia

A la hora de especificar cómo se concreta el odio en los comentarios negativos, en cada caso se observa un patrón bastante similar en todos los periódicos, ya que se detecta un claro predominio de los comentarios negativos centrados en la tipología de “Críticas”, seguido de la opción de “Burlas”. Si bien, como antes se ha mencionado, la presencia de comentarios que pueden considerarse discursos de odio en el cómputo global de los comentarios no es demasiado evidente, el hecho de que se registren “Insultos” y “Menosprecio” en todas las cuentas analizadas, demuestra que los usuarios de Instagram también utilizan esta red social con carácter destructivo. Sin embargo, la tipología más preocupante, “Amenazas” es casi inexistente en todas las publicaciones.

Discusión y conclusiones

No cabe duda de que Internet, y las redes sociales en particular, han dado mayor difusión a los discursos de odio presentes en la sociedad. Las distintas características de estas plataformas, tales como la interacción, la instantaneidad y el anonimato, permiten que las manifestaciones de odio se lleven a cabo de manera más impulsiva. De hecho, desde la reforma del Código Penal realizada en 2015, las penas por delitos de odio son mayores cuando son llevados a cabo a través de un medio de comunicación que permita hacer llegar el mensaje a un amplio número de personas. Asimismo, e igualmente a partir de ese año, el Ministerio del Interior registra la presencia de los discursos de odio en España, teniendo en cuenta cualquier hecho en el que el medio empleado para su comisión sea Internet, medios de comunicación social, páginas de streaming, redes de archivos compartidos, páginas de descargas directas, blogs, correos electrónicos, etc., y esté relacionado con cualquiera de los ámbitos descritos para los delitos de odio (Carratalá & Herrero-Jiménez, 2019).

A pesar de que existen herramientas de detección automática de lenguaje para el estudio de discursos de odio (Felipe, 2020; Amores, et al., 2021; Blanco, 2021), este trabajo ha dejado en evidencia la dificultad de clasificación de contenidos, sobre todo si se realiza exclusivamente a través de un software. Como se mencionó y se ejemplificó, existe una gran cantidad de comentarios que emplean emoticonos que incluso para una persona son complicados de interpretar. A este uso del lenguaje se añade la intención irónica con la que escriben algunos usuarios, por lo que un comentario que en realidad está a favor podría ser clasificado como en contra y viceversa. Con este trabajo se quiere dejar constancia de la necesidad de seguir trabajando en metodologías que empleen tanto los avances tecnológicos en análisis lingüístico como el conocimiento humano.

El objetivo de esta investigación era describir y cuantificar la presencia del discurso del odio dirigido a la comunidad LGTBIQ+ en los comentarios a las publicaciones en Instagram de los principales periódicos españoles de tirada nacional. Tras el análisis de 6.013 comentarios, se llega a la conclusión de que el discurso del odio, aunque está presente en las publicaciones relacionadas con el colectivo, aparece en su forma menos dañina en la escala de posibles manifestaciones de los discursos del odio, donde la crítica es la protagonista y las amenazas tienen una presencia residual en todos los casos estudiados. De hecho, la tónica general es de apoyo a la comunidad, ya que dejando a un lado la categoría “Otros”, los comentarios “A favor” son mayoría. La única excepción es el diario ABC. Teniendo en cuenta la línea editorial conservadora de dicho periódico, el resultado era previsible y coincidiendo con los resultados de la investigación deVega (2019) en Facebook.

Las razones por las que no se han localizado formas extremas de discursos de odio en la muestra analizada pueden ser varias. La primera de ellas puede encontrarse en la propia sociedad española, en la que los miembros del colectivo LGTBIQ+ tiene reconocidos derechos y son ampliamente aceptados (Córdoba, 2021). Otra razón se halla en los límites impuestos por Instagram y explicados en el primer apartado de este trabajo. Tal y como comenta Sorigó (2020), a diferencia de otras redes sociales como Twitter, Instagram cuenta con una serie de filtros que impide la publicación de cierto tipo de mensajes, por lo que la homofobia está más presente en la red de microblogging. También puede ocurrir, como sucede en Martínez y Mayagoitia (2021) que los mensajes de odio se envíen de manera privada. Finalmente, trabajos como el de Martín-García (2021) revelan que los community managers borran y bloquean continuamente insultos y mensajes de odio.

Respecto a la intervención de los gestores de comunidades, en este caso se contactó con ellos en cuatro ocasiones distintas (julio, agosto, septiembre y octubre) para preguntar acerca de esta gestión, y nunca se obtuvo respuesta. Aún así, y según han dejado constancia los usuarios en algunos comentarios, estos gestores sí que realizan un filtrado de los contenidos, siendo una razón más para que los discursos de odio más agresivos no aparezcan publicados. Por lo tanto, se confirma parcialmente la hipótesis inicial que proponía que, a pesar de que las publicaciones sobre el colectivo despiertan comentarios negativos que pueden ser reconocidos como discursos de odio en sus diferentes manifestaciones, no son los discursos mayoritarios. Sin embargo, no se pudo constatar que esto se deba a los filtros impuestos por la red o por los gestores de las comunidades.

En este trabajo exploratorio se ha asumido el sesgo en la clasificación de los comentarios. En un futuro, la investigación podría completarse con otro tipo de análisis, así como con la utilización de otras metodologías cualitativas como el grupo de discusión. Podría, asimismo, llevarse a cabo una comparación de los comentarios y reacciones a las mismas publicaciones estudiadas aquí, pero publicadas en las cuentas de Twitter de los periódicos; incluso compararlas con los comentarios dejados por los lectores en la web del medio. Además, resultaría fundamental y enriquecedor contar con entrevistas en profundidad de los gestores de las redes sociales de los periódicos, así como con entrevistas a miembros del colectivo LGTBIQ+ para conocer cómo afectan estos mensajes en las víctimas.

Anexos

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Figure 10: 20Minutos P1
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Figure 11: 20MinutosP2
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Figure 12: ABC P1
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Figure 13: ABC P2
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Figure 14: ABC P3
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Figure 15: ABC P4
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Figure 16: ABC P5
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Figure 17: El Mundo P1
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Figure 18: El Mundo P2
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Figure 19: El Mundo P3
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Figure 20: El Mundo P4
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Figure 21: El Mundo P5
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Figure 22: ElPaísP1
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Figure 23: ElPaísP2
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Figure 24: El País P3
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Figure 25: La Vanguardia P1
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Figure 26: La Vanguardia P2
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Figure 27: La Vanguardia P3
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Figure 28: La Vanguardia P4
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Figure 29: La Vanguardia P5